EE UU llega al máximo de su capacidad de endeudamiento
Washington suspende las inversiones en dos fondos públicos de pensiones para poder seguir negociando con los republicanos un alza del techo de deuda
El Tesoro de Estados Unidos ha empezado a aplicar las primeras medidas de urgencia para retrasar al máximo un peligroso escenario en el que se vea sin margen para pagar todas sus facturas, incluida la de los intereses que genera su deuda. El mecanismo se activó después de que se rebasara oficialmente el límite que tiene el Tío Sam para pedir prestado, fijado en los 14,3 billones de dólares (poco más de un billón de euros).
Washington acaba de comunicar al Congreso de EE UU que suspende las inversiones en dos fondos de pensión públicos, para así tener efectivo con el que operar y cubrir sus compromisos. Timothy Geithner, responsable del Tesoro, calcula que gracias a esta medida dispone de margen hasta el 2 de agosto. En ese momento, el riesgo de un impago de la deuda será real y las consecuencias catastróficas.
Durante el fin de semana, el presidente Barack Obama alertó de que el país no puede permitirse esta situación. Además, advirtió de que si EE UU llega al punto de no poder cumplir con sus obligaciones, se entrará en una recesión "aún peor" que la última, lo que a su vez desembocará en una crisis financiera de graves consecuencias. Este augurio también lo compartió el presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke.
El techo de endeudamiento lo fija el Congreso de EE UU. Es el límite legal que tiene el Gobierno para pedir prestado. La primera vez que se estableció ese tope fue en 1917. Cada vez que se corre el riesgo de rebasarlo, los legisladores en el Capitolio deben autorizar que se amplíe ese margen. Bernanke dijo el jueves que de no hacerse los tipos subirán y se agravará el déficit.
Ese límite se incrementó una decena de veces en la última década. Tanto demócratas como republicanos coinciden en que EE UU afronta un serio reto en el frente fiscal, con el déficit público camino de marcar un nuevo récord. Y deben demostrar al mercado que son capaces de llegar a un acuerdo para poner las cuentas en orden. No obstante, difieren en la manera de afrontar este reto.
John Boehner, líder de los republicanos en la Cámara de Representantes, dijo estar listo para llegar a un compromiso "sin tener que esperar al último minuto". Con una doble condición: que haya una reducción real del gasto y que no haya una subida de impuesto. "La mayor amenaza para nuestro país y nuestra economía es no afrontar el problema fiscal", remachó.
Los republicanos recuerdan además al presidente que cuando era senador ya se opuso a subir el techo. Un juego retórico peligroso, que explica que el dólar volviera a perder posiciones frente a la moneda única europea a pesar de la incertidumbre que pesa sobre el rescate de Grecia y el escándalo que azota al líder del Fondo Monetario Internacional, Dominique Strauss-Kahn.
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