Zara aprovecha la fiesta de inauguración en Nueva York para vender ropa

Zara completó anoche la presentación en sociedad de su nueva imagen en la tienda de la Quinta Avenida de Nueva York, que hoy abre sus puertas al público. Lo hizo con una fiesta sencilla, discreta, con gente guapa, pero sin caras famosas. Las estrellas de la noche fueron los componentes del grupo The National, que se ha significado por su apoyo al actual presidente de Estados Unidos, Barack Obama. Fuera del escenario, la mayor atención la despertaba Flora Pérez, la mujer de Amancio Ortega, el fundador y accionista de control de Inditex que sin embargo no acudió al evento. Zara aprovechó la fiesta para empezar a vender ropa a los invitados.

Hace solo cuatro meses que H&M presentó también en Nueva York su colección de Versace en una fiesta espectacular llena de celebrities como la actriz Uma Thurman, la realizadora Sofia Coppola, el diseñador Alexander Wang y la top model Linda Evangelista en la que actuó Prince. Ya se sabe que llevar famosos a una fiesta es de lo más sencillo: basta sacar la chequera. Pero no es el estilo de Zara, que ha desbancado a la firma sueca como líder por ventas, beneficios y valor en Bolsa. La firma gallega prefirió que el protagonismo lo asumiese la tienda y que invitó sobre todo a jóvenes profesionales del mundo del arte, el diseño, la moda o la arquitectura, además de a periodistas de diferentes medios, entre ellos EL PAÍS.

La principal atracción de la noche fue la actuación de The National, el quinteto guitarrero de música indie procedente de Cincinatti que lidera Matt Berninger. El grupo apoyó a Obama en su carrera a la presidencia, llegó a recaudar fondos para su campaña mediante la venta de camisetas y fue telonero del ya presidente en un mitin de 2010 en Madison (Wisconsin). En la fiesta de Zara, el grupo tocó casi una decena de canciones, entre ellas algunos de sus principales éxitos como Mistaken for Strangers o Apartment Story o piezas más recientes como Ghost o Terrible Love.

Al margen de la actuación, que algunos curiosos seguían desde el exterior de la tienda, en plena Quinta Avenida, la presencia más relévante fue la de la mujer de Amancio Ortega, Flora Pérez, con un vestido rosa fucsia que contrastaba algo con los colores pálidos de la ropa que se exponía en mesas y perchas de la propia tienda. El propio Ortega, sin embargo, no acudió al evento. Pérez departía con algunos directivos del grupo Inditex, entre los que tampoco estaba el presidente de la compañía, Pablo Isla, y se felicitaba por la nueva imagen de las tiendas de Zara que se lanza a escala mundial a partir de esta apertura.

Y como el negocio es el negocio, entre copa de champán y canapé, las máquinas registradoras empezaron a funcionar. Algunos de los invitados aprovecharon para hacer las primeras compras en la tienda antes de la apertura de hoy al público. Zara trata de ponérselo fácil al cliente y en la nueva tienda ya se puede pagar por móvil o con tarjeta de crédito de radiofrecuencia. Eso sí, siempre pasando por caja.