Finanzas familiares en la zona euro
El importe de la hipoteca media en segmentos de renta baja y gente joven supera la media europea
La velocidad de recuperación de las economías periféricas del euro está condicionada, en gran medida, por la capacidad que muestren los hogares para sortear el deterioro de sus fuentes de renta sin comprometer, excesivamente, sus decisiones de gasto. La posición financiera que presentan, tanto en términos de deuda acumulada como de ingresos para sufragarla, adquiere especial relevancia.
Esta semana, el Banco Central Europeo (BCE) ha publicado la primera encuesta financiera de las familias para el conjunto de la eurozona a partir de las respuestas de 62.000 hogares. Aun con el matiz de referirse a 2010, lo que deja obsoletos los aspectos referidos al patrimonio inmobiliario, lo cierto es que la encuesta permite realizar interesantes análisis comparativos, entre España y la zona euro, relacionados con el endeudamiento hipotecario y la estructura de la riqueza financiera de los hogares.
Respecto al primer punto, cabe destacar que la proporción de hogares españoles endeudados no es muy superior a la de Alemania o Francia (un 50% frente al 47%), aunque sí lo es en 10 puntos cuando se acota a los hogares hipotecados. Tampoco las diferencias son amplias al comparar el importe de una hipoteca media sobre la vivienda principal: en España ronda los 54.000 euros, inferior a la de estos dos países y a la media de la eurozona. El motivo por el que se percibe que la vulnerabilidad de los hogares españoles es más elevada reside en el peso que tiene la deuda hipotecaria en los segmentos de menor renta y en los que el cabeza de familia es joven (en ambos casos el deterioro laboral ha sido más intenso). El importe de la hipoteca media de los hogares endeudados en los percentiles de renta baja supera la media nacional y europea, y casi la duplica en los hogares cuya persona de referencia tiene menos de 35 años.
En relación con la distribución de la riqueza financiera, se confirman algunos patrones conocidos pero no por ello menos relevantes. En la mayoría de los países europeos, España incluido, más de un 95% de los hogares encuestados tiene un depósito bancario. Sin embargo, en el caso de la inversión en bonos (fundamentalmente deuda pública), apenas el 1,5% de los hogares españoles la lleva a cabo, frente al 15% en Italia o el 5,3% de la media de la eurozona. No sorprende que el Tesoro español esté desarrollando iniciativas para facilitar la compra y venta directa de deuda pública por parte de los inversores particulares.
La distancia entre países es también significativa cuando se contrastan las tasas de participación de los hogares en fondos de pensiones privados y seguros de vida. En España, el 23,6% de los hogares tiene contratado alguno de estos productos financieros, un porcentaje muy inferior al que presenta Alemania (46,5%) o Francia (37,5%). Probablemente, los cambios recientes en el sistema público de pensiones y la situación por la que atraviesa la Seguridad Social hagan que los hogares españoles se replanteen la decisión de ahorrar para la jubilación.
Sara Baliña y Ángel Berges son profesores de AFI - Escuela de Finanzas
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