Así funciona la nueva factura eléctrica
Con la tarifa regulada, el precio para el consumidor es diferente cada día y cada hora
La nueva facturación eléctrica ha llegado. Este modelo, que ya había entrado en vigor el pasado 1 de julio, empezará a funcionar este jueves para los clientes acogidos a la tarifa regulada, conocida como Precio Voluntario para el Pequeño Consumidor (PVPC). A partir de ahora, estos usuarios pagarán según su consumo real, siempre y cuando cuenten con un contador inteligente y telegestionado.
Con el nuevo modelo, las eléctricas tendrán que calcular el consumo que hace el cliente cada hora de cada día, ya que el precio de la energía para el PVPC se fija en base a la cotización diaria del kilowatio-hora (kWh) en el mercado mayorista. Hasta el momento, los usuarios abonaban un precio calculado según un perfil estimado, diseñado por Red Eléctrica de España (REE) y actualizado cada semana.
Cuando llegue la próxima factura, es probable que haya un cambio en el precio facturado, pero será una oscilación muy leve, que podría ser tanto al alza como a la baja. “Ahora se va a hacer un perfil real, y la mayoría de los usuarios va a encajar en ello”, asegura Francisco Valverde, analista del mercado eléctrico.
Además, el aspecto del recibo seguirá siendo el mismo, establecido por el BOE del 30 de mayo de 2014: el consumo no vendrá desglosado en la factura, ya que serían 24 precios diferentes por día multiplicados por el periodo de facturación, normalmente de dos meses. “Si mandáramos en papel todos estos datos la factura sería de 10 o 12 páginas”, comentan desde una de las compañías eléctricas.
Aquellos usuarios que lo quieran consultar, sin embargo, pueden acceder a su perfil en la página web de las compañías eléctricas. Muchas de ellas también están trabajando en aplicaciones móviles para que sea más fácil mantener bajo control el gasto.
¿Cuánto voy a pagar?
El precio de la energía oscila en base a muchas variables, como las condiciones climáticas o el tipo de fuente que la genera. Normalmente, los fines de semana y los festivos tiene costes inferiores, al ser días no laborales. También durante los primeros meses del año, de enero a mayo, los precios son más baratos por la mayor disponibilidad de renovables.
Para ahorrar algunos céntimos, los usuarios pueden ajustar sus hábitos al consultar, cada día a partir de las 20.15, el precio que tendrá la energía durante la jornada siguiente en la página web de REE.
La hora más cara para consumir suele ser entre las 21.00 y las 22.00, con otro pico, de menor intensidad, entre las 9.00 y las 11.00 de la mañana. Sin embargo, la diferencia entre la hora más cara y la más barata es de tan solo unos céntimos. “No tiene ningún sentido levantarse a las cuatro de la mañana para cocinar un pollo”, bromea Valverde, “el esfuerzo no compensa porque solo van a ser unos pocos céntimos. La recomendación general es evitar consumir entre las 20.00 y las 22.00 horas, pero tampoco hay que volverse loco”.
¿Qué tarifa me conviene más?
Existen diferentes tipos de tarifa regulada: la general (2.0A), la de discriminación horaria o eficiencia de dos periodos (2.0DHA) y la de coche eléctrico (2.0DHS). Con la primera, la curva del precio del kilovatio-hora se mantiene bastante constante a lo largo del día; con las otras dos, la diferencia de precio es más acentuada entre el día y la noche, al tener un periodo punta y uno valle que cambian según la temporada del año. Las horas más caras son entre las 12.00 y las 22.00 horas en invierno y entre las 13.00 y 23.00 horas en verano.
¿Y si no tengo contador inteligente?
A aquellos clientes que todavía dispongan de un contador analógico o de un dispositivo inteligente que no esté integrado a la red se le seguirá aplicando el perfil de consumo estimado diseñado por Red Eléctrica de España (REE), que se puede consultar en su página web a través de la herramienta LUMIOS. Aquí se pueden introducir los datos de la factura anterior —kilovatios-hora consumidos y fechas—, para saber cuánto hubiera costado la electricidad con cada una de las modalidades del PVPC.
Según los últimos datos de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), al cierre de 2014 había 11,9 millones de contadores inteligentes instalados (un 43% del total), 10,19 millones de ellos integrados a la red. A partir de este jueves, la nueva facturación afectará a algo más de cinco millones de clientes. La hoja de ruta diseñada por el Ministerio de Industria prevé que el parque completo de contadores sea sustituido para finales de 2018.
No existe la posibilidad de solicitar con antelación la instalación del contador a las distribuidoras, encargadas de su sustitución. El usuario, si quiere, puede instalar un dispositivo por su cuenta —en lugar que esperar el de las compañías, que lo dan en alquiler por 0,81 céntimos de euro al mes—, pero hasta que la empresa lo integre a la red la facturación seguirá siendo estimada.
“De los varios estudios que hemos hecho, la discriminación horaria es la opción más barata, tanto en el mercado libre como en el regulado”, comenta el Gonzalo Lahera, presidente de Selectra, empresa de asesoramiento en tarifas domésticas de electricidad y gas: “Sin cambiar de hábito, se puede llegar a gastar hasta un 10% menos”. Valverde asegura que la discriminación horaria en régimen regulado puede suponer un ahorro de hasta 180 euros al año.
Por otro lado, las compañías eléctricas también están aprovechando las funcionalidades de los nuevos contadores para lanzar ofertas más atractivas, que se ajusten a los hábitos de consumo de los clientes. “A la empresa se le da un arma informativa muy importante. Ya no queremos ser una simple compañía de suministro, sino un asesor en materia energética, para fidelizar al cliente”, comenta un portavoz de una de las eléctricas.
El resultado de esta revolución, de la que son artífices los contadores inteligentes, es una lluvia de nuevas ofertas flexibles en el mercado libre, que proponen precios diferentes según la hora o el día de la semana, con el objetivo de ajustarlas a los hábitos y necesidades del consumidor. Algunos ejemplos son planesatumedida.com de Iberdrola, Tempo Siempre Ganas de Endesa o Tu Momento de Viesgo.
“Hay tarifas que convienen, pero hay que ser capaces de ajustar los hábitos consumo para que salgan bien de precio, porque como te equivoques el recargo puede ser elevado”, explica Lahera. “Pero está claro que los contadores van a suponer una revolución”. Para tener una visión más completa de lo que ofrece el mercado, los usuarios pueden consultar el comparador de tarifas de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC).
¿Cómo puedo gastar menos?
“Existen otras maneras para ahorrar, como bajar la potencia contratada”, explica Valverde. Por cada kW menos, el ahorro es de hasta 53,47 euros al año, asegura Lahera de Selectra. Para saber qué es lo que necesitamos, habría que sumar la potencia de todos los aparatos y electrodomésticos del hogar, y considerar los que suelen estar encendidos a la vez. Por ejemplo, para un apartamento pequeño que no esté climatizado, 3,45kW son suficientes.
Valverde también recuerda que habría que averiguar si tenemos derecho a contratar el bono social, que permite un ahorro del 25% sobre el PVPC. Esta opción está disponible para aquellos clientes que tengan una potencia contratada inferior a los 3 kW o cumplen con una serie de requisitos: jubilados mayores de 60 y con pensión mínima, núcleos familiares cuyos miembros estén todos en paro y las familias numerosas. “Hay mucho alarmismo acerca de la nueva tarifa, porque la gente dice que es muy complicada de entender. Pero es la que más conviene”, zanja.
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