Un gigante de fin de semana
El complejo de instalaciones turísticas sobrevive en invierno con ofertas, promociones y pocos residentes
Mediodía soleado en Oropesa (Castellón). Primera línea de playa. Una pareja en chándal camina entre calles sin apenas coches aparcados y bloques de apartamentos con las persianas bajadas. Muchos de ellos con un cartel de "se vende". Es la fotografía actual de Marina d'Or, Ciudad de vacaciones.
"Es un desierto. Esto está muerto. Nosotros estamos en el bloque Playa Coral 3. Hay más de 300 apartamentos, pero somos tres o cuatro viviendo todo el año". Lo cuentan Alfonso y María Reyes, un matrimonio prejubilado de Fuenlabrada (Madrid). En octubre alquilaron por un año para disfrutar de su retiro junto al mar. "Demasiada tranquilidad. Los fines de semana se anima por los hoteles, pero de lunes a jueves no hay nadie. Desde Fuenlabrada no se veía así". Marina d'Or se encuentra en el término municipal de Oropesa (Castellón), pero alejado unos kilómetros del casco antiguo del pueblo. Por ello, en los meses de invierno, los eslóganes de "ciudad de vacaciones" o "vacaciones todo el año" se quedan vacíos de contenido.
En la zona del balneario se encuentra más vida. Dos autobuses en la puerta de uno de los hoteles y varios grupos de personas paseando por los jardines demuestran que la parte turística del complejo se mantiene. Entre ellos, una pareja joven, de Elche (Alicante). Por menos de 300 euros cada uno pasan sus vacaciones. "De lunes a viernes, comida, alojamiento en un cuatro estrellas y una excursión todos los días. El hotel está tranquilo, venimos buscando eso". La empresa se esfuerza en mantener una agenda de actos diarios y un calendario de eventos de fin de semana.
Los primeros pasos del complejo turístico se dan en 1983, cuando su, actual propietario, Jesús Ger, comienza a construir apartamentos, a los que une un hotel de tres estrellas, en primera línea de playa de Oropesa (Castellón). Aquello fue la génesis. Más de 30 años después, el complejo Marina d'Or, Ciudad de Vacaciones está formado por 15.000 apartamentos, cinco hoteles, atracciones infantiles, restaurantes, tiendas y un balneario.
Dos hechos han marcado su historia reciente. De una parte, la quiebra de la constructora y promotora de los apartamentos. En 2014 entró en concurso de acreedores. No afectó a los hoteles, pero los bancos se quedaron los pisos no vendidos, que bajaron de precio considerablemente. Por otra parte, los problemas con su proyecto estrella: Marina d'Or Golf, un megacomplejo turístico planeado en un PAI de 18 millones de metros cuadrados entre Cabanes y Oropesa.
Las cifras eran macro en todos los aspectos: un nuevo balneario para atender hasta 7000 personas al día, un hotel-acuario para dormir rodeado de más de 12.000 peces tropicales y, en total, más de 55.000 habitaciones hoteleras. También pistas artificiales de esquí, campos de golf diseñados por Greg Norman, paseos en góndola y una réplica de la Torre Eiffel de siete pisos de altura.
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