La franquicia inmobiliaria recupera brío
Los emprendedores hallan en estas tiendas una fórmula de autoempleo que requiere una inversión media de 30.000 euros
El negocio de la franquicia inmobiliaria ha vuelto al punto de mira del emprendedor, tras el descalabro sufrido con el pinchazo de la burbuja. Nada menos que el 70% del sector desapareció. Un sector en el que había 41 enseñas y 4.429 locales que facturaban más de 1.000 millones de euros y ocupaban a 18.340 personas entre 2006 y 2008.
"Hay 31 enseñas, 1.103 establecimientos que facturan 232 millones de euros y dan empleo a 2.748 personas", según Xavier Vallhonrat, presidente de la Asociación Española de Franquiciadores (AEF). Una criba que los expertos valoran de forma positiva. "Durante la crisis pudimos asistir a la retirada de micro operadores que maniobraban bajo una lógica especulativa que no aportaba valor ni a sus clientes ni al mercado y que habían crecido de manera desbocada", recuerda Ricardo Sousa, consejero delegado de Century 21 para España y Portugal, enseña con más de 40 años de experiencia.
Hay 31 enseñas y 1.103 locales que facturan 232 millones de euros y dan empleo a 2.748 personas
La franquicia inmobiliaria es el tercer sector que más avanzó el pasado año, un 23%, por detrás de las marcas de belleza y estética y las de asesoría a empresas. "Están en el grupo de actividades que crecen a buen ritmo y que denotan salud", puntualiza Miguel Ángel Oroquieta, socio director de la consultora T4 Franquicias. El negocio recupera atractivo de cara al emprendedor al calor de la mejora en el resto del sector inmobiliario, donde aumentan las compraventas de viviendas. También por "las escasas barreras de entrada y la gran rentabilidad que ofrece, así como por las ayudas y facilidades que están dando las entidades de crédito", explica Fernando Ruiz, consultor ejecutivo de mundoFranquicia. Pero el gancho es una inversión moderada. Para abrir una franquicia se requieren unos 30.000 euros de media. Aunque las cifran bailan según el estado y tamaño del local y la necesidad de contar con una imagen más o menos costosa, explica Oroquieta.
En Vilsa —que ha iniciado su expansión en franquicia este año—, la inversión pensada para una oficina de entre 50 y 100 metros cuadrados para cuatro puestos de trabajo es de 21.500 euros. En cambio, llega hasta los 60.000 euros en el caso de Re/Max, con 100 oficinas en España y 6.986 en el mundo. Y a los 80.000 euros para la marca de Century 21, con 38 oficinas en el país y más de 7.000 franquiciados en el mundo. Estas dos marcas recomiendan locales a pie de calle con una superficie de 100 metros cuadrados. Se trata de un desembolso intermedio entre una franquicia low cost de portarles de Internet (de 6.000 a 15.000 euros) y una de restauración, que supera con creces los 150.000 euros.
"La facturación media por tienda está entre 20.000 y 30.000 euros mensuales; por debajo de esta cifra, malo", apunta Emiliano Bermúdez, director de Expansión de Don Piso. Lo habitual es emplear a cuatro o cinco personas por local, aunque muchas funcionan con una o dos. Hay otra opción y es prescindir del local y abaratar costes: Alfa Inmobiliaria tiene 33 emprendedores que han iniciado la actividad desde un despacho profesional o desde su domicilio. En este caso, la inversión parte de 6.000 euros.
Es el menú que atrae el paladar del emprendedor, en el que conviven diferentes perfiles. "Los que buscan en estas tiendas una forma de autoempleo, capitalizando el paro, sin excesivos costes fijos mensuales suponen el 60% del mercado, mientras que los emprendedores puros que pretenden gestionar una minired de oficinas y cuentan con financiación son el 30%", confima Bermúdez. Y desde 2015 los inversores han vuelto a poner sus ojos en este nicho. "El inversor que busca diversificar supone el 10% de los fanquiciados y algunos dejan el negocio en manos de terceros", dice el director de Expansión de Don Piso, con 47 oficinas franquiciadas y previsión de abrir otras 30 en 2016.
Durante la crisis el 70% del sector desapareció; en 2015 creció un 23%
Ahora bien, no es la panacea. "La rentabilidad esperada no es para hacerse millonario", avisa Santiago Barbadillo, director general de la consultora Barbadillo y Asociados. Recuerda que no todo el mundo tiene perfil de franquiciado. "Hay que tener perfil comercial, trato con el cliente final, echarle horas de trabajo y atenerse a los mandatos de la central aunque sin perder iniciativa personal". Tener conocimientos previos del sector no es una barrera de entrada. De hecho, la mayoría son ajenos al ladrillo. Las marcas son las que deberían encargarse de ofrecer formación. "La formación se inicia previamente a la apertura y los cursos se especializan en todas las áreas que maneja el profesional inmobiliario en su día a día", afirma Cristina Blanco, responsable de Marketing y Comunicación de Look & Find.
Esta es solo una de las muchas cuestiones que todo emprendedor debe valorar a la hora de elegir una marca. "Huiría de las franquicias sin canon de entrada y con royalties [importe que el franquiciador cobra por los servicios prestados] bajos porque el valor añadido que van a aportar es cero", según Bermúdez. Y es que la central debe suministrar imagen, marca, consultoría, formación, posicionamiento, tecnología y asistencia técnica, así como una red propia. "Sin nada de esto más vale montar un negocio por tu cuenta", añade el experto. Las cifras varían de una red a otra pero de media el canon está entre 10.000 y 20.000 euros y los royalties mensuales van del 6% al 10%.
La sombra de la estafa de Vitaldent planea sobre el sector. Los expertos aseguran que existen unas pautas a seguir para evitar posibles fraudes y timos. "Es fundamental analizar la solvencia y la evolución que ha tenido la enseña en los últimos años, y pedir la máxima información posible, tanto de la central franquiciadora como de los centros franquiciados. También es importante ponerse en contacto con los franquiciados para poder contrastar la información que nos facilitan desde la central. Descartaremos aquellas franquicias que no nos faciliten los datos", aconseja Fernando Ruiz, de mundoFranquicia.
Comparte opinión Santiago Barbadillo quien, además, anima a averiguar cuántos franquiciados se han ido de la cadena en los últimos años. Existe un registro público en la Dirección General de Comercio Interior y, además, "para saber si una marca es seria contamos con la AEF, la asociación responsable de gestionar un registro. Es importante verificar que la marca forma parte a modo de garantía", dice Sousa, jefe de Century 21 en España y Portugal.
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