El intento del Gobierno argentino por acabar con la locura de las cuotas genera desconcierto
Macri quiere bajar la inflación pero no lo logra: “Es una trampa”, dice un comerciante
Poca información, listas de precios sin actualizarse y mucha precaución. Así debutó en la calle Precios Transparentes, la normativa lanzada por el Gobierno de Argentina que obliga a los comercios a diferenciar el valor de los productos a la venta del costo de financiación. El Gobierno pretende acabar con la locura de las cuotas de hasta dos años, en teoría “sin interés”, pero que en la práctica tiran hacia arriba de los precios –para cubrir el coste de financiación- y contribuyen a que Argentina sea el país más caro de Sudamérica. Mauricio Macri pretende con esta medida bajar la inflación, y asegura que bajarán los precios al contado, pero de momento sus efectos son confusos.
Ariel, encargado en un local de la firma Sony, sentencia: “Todavía no se ven cambios, pero en mi opinión esto va a frenar el consumo porque productos que superan los 15.000 pesos (casi 1.000 dólares) la gente los quiere pagar en cuotas”. “Los que ganan son los bancos, igual que antes”, entiende el vendedor, “A nosotros la gente nos pide más descuentos, pero nuestro margen de ganancia no cambia, entonces no hay posibilidad de hacer más descuentos”. El comerciante contó que en los últimos días, antes de la entrada en vigor da la nueva norma, “la camioneta con las entregas no dio abasto, hubo una suerte de despedida por parte de los clientes”.
La iniciativa surge para terminar con una vieja estrategia de comerciantes y cadenas de retail, que inflaban en forma secreta los precios entre un 10% y un 40% para luego ofrecer financiación en cuotas sin intereses. El perjudicado era quien pagaba al contado, dado que abonaba el sobreprecio sin obtener el beneficio. El primer día desde la puesta en funcionamiento del programa Precios Transparentes ha mostrado reducciones de apenas el 2% de los precios al contado, muy lejos del 20% prometido desde el gobierno, y cuotas que sí superaron el incremento del 20%. En resumen, lo que se pensó como un sinceramiento comercial parece ser, en la práctica, otro aprovechamiento similar al que originó la medida. Al menos por ahora.
Para citar algunos ejemplos, una TV de primera marca que hace tres días costaba 9.900 pesos (633 dólares) si se pagaba al contado, mientras que en 12 cuotas el costo era de 833 pesos (52 dólares) por mes. El miércoles, el precio en un pago se mantuvo pero la financiación aumentó a 937 pesos (casi 60 dólares) cada cuota. Algunos comercios, incluso, también aumentaron el precio de contado.
“Esto va a repercutir mucho en las ventas y yo lo veo como una trampa porque nadie va a bajar los precios”, afirmó Damián, encargado de un local de la cadena El Mundo del Juguete, que hasta el momento no había remarcado los precios en sus vidrieras, una omisión que se repitió en muchos locales. “La empresa sabe que va a pasar esto y ya nos bajó los objetivos comerciales un 10%”, reveló.
Los que sí están contentos con la medida son algunos comercios minoristas, en particular, los ubicados en la mítica Galería Jardín, el reducto porteño por excelencia si se busca electrónica a precios más bajos. Ricky Molinelli Wells es el dueño de CD Market, un comercio que vende artículos de informática. “Hay diez familias que manejan el negocio de la electrónica y que eran los que habían decidido mentirle a la gente acerca del precio real de los productos. Ahora también son los que deciden esto y hacen lo que quieren porque son los que fijan los precios. Nosotros (los comercios más chicos) siempre cobramos los precios reales porque es nuestra forma de ser competitivos”, explicó a este diario, “A mí me beneficia pero ya me avisaron que los recargos con tarjeta para pagos electrónicos se van de 48% a 65% para las 12 cuotas”. Y ofrece otro ejemplo: “El Chromecast yo lo vendo a 1.150 pesos (73 dólares), pero las grandes cadenas lo bajaron 200 pesos del precio nominal y te castigaron con 25% de aumento. El que pierde es el cliente que le gusta comprar fácil”.
Asu vez, la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) dijo en un comunicado: "Frente a la confusión que está generando la implementación de los Precios Transparentes es necesario que el Gobierno formule una campaña intensa y eficaz aclaratoria, debido a que el 80% de los comercios PyME no comprende la medida ni cómo instrumentarla". Desde la firma Garbarino también celebraron la medida y auguraron una "batalla de precios para abajo" para las próximas semanas. "Hemos bajado los precios de los artículos más vendidos entre un 8% y un 15%. Esto es teléfonos móviles (representan el 25% de las ventas totales), televisores, heladeras y lavarropas. La idea es que la cuota salga lo de hace un mes o mes atrás", especificaron, y pronosticaron: "Van a bajar más los precios porque ahora habrá rentabilidad".
Desde la Cámara Argentina de Comercio Electrónico (CACE) celebraron la medida y argumentaron que, a pesar de que nueve de cada 10 compradores pagaron con tarjeta de crédito y de estos 10, ocho mencionan que la posibilidad de financiación es un factor que influye en la compra, la iniciativa “no va a eliminar el financiamiento, sino que existirá una exactitud del costo adicional que representa la compra financiada con tarjeta. Estos recargos, que anteriormente no estaban identificados, quedarán claramente expresados a fin que el consumidor pueda tomar la decisión de compra con todos los datos relevantes”. De momento la medida no acaba de funcionar, pero casi todos tienen claro que el sistema de cuotas en Argentina había llegado al límite y favorece el desmedido aumento de precios del país austral.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.