HPE se entrega a un ingeniero

La división de negocios de HP ha escogido a un recién llegado a Silicon Valley, pero veterano dentro de su compañía. Conocedor de las divisiones antiguas pero con la mirada puesta en un mundo en el que los datos marcan el paso por encima del hardware. Antonio Fabio Neri (Bahía Blanca, 1967) será el encargado de hacer brillar la mitad menos sexy de la antigua Hewlett Packard, ahora renombrada como HPE, entendida como división Enterprise. Neri es el primer ingeniero que dirige la multinacional desde que Lewis Platt dejase el puesto en 1999 en manos de la Carly Fiorina, una ex directiva de Lucent Technologies que acabó como aspirante dirante las primarias del Partidos Republicano de 2016, las que finalmente ganó Donald Trump.

La puesta de largo de Neri ha sido, precisamente, en Madrid, en su propio evento. Una conferencia anual cuya localización cambia y la cuesta 1.795 euros por tres días de experiencias, conferencias e intercambio de tarjetas entre los que toman las decisiones técnicas en las empresas. Muy al estilo de Google, Facebook o Apple, pero a la vez que Amazon hacía lo propio con su nube en Las Vegas. Ante 9.000 personas ha desplegado sus planes para hacer realidad su gran reto: hacer que su compañía sea rentable a la vez que mengua. Neri, nacido en Argentina, emigrante de ida y vuelta, necesita que la histórica firma cuyas riendas tomará en febrero de 2018 sea más pequeña y eficiente. En junio ya le hicieron presidente, en un puesto creado a medida en una compañía menguante cuyo cometido es encoger todavía más para funcionar como una startup de nuevo cuño en lugar de parecerse al elefante que es.

Neri es un experto en hacer maletas. Desde la infancia. Con cinco años se mudó a Italia, de dónde es su familia. Con 10 volvió a Argentina. Al cumplir los 15 comenzó su formación en la ciudad porteña para ser ingeniero industrial. Su primer empleo lo tuvo en Italia. De ahí pasó a Amsterdam, en 1995 donde se estrenó en HP. Sin glamour alguno, fue empleado de un call center. Uno de esos puestos de cara al cliente que forja. Neri cumple la fábula del joven que comenzó en lo más bajo de la pirámide laboral y llegó a lo más alto. Antes de ser escogido como consejero delegado era, de facto, el líder de la empresa en el día a día. Casado, con un hijo y una hija, en 2005 llegó a Estados Unidos tras establecerse en Texas, hace solos dos años que llegó a Silicon Valley.

Desde el resto del mundo se sigue viendo HP como uno de los grandes fabricantes de impresoras y ordenadores. No solo el garaje fundacional, considerado el germen de Silicon Valley, es lugar de peregrinación. La sombra de los dos apellidos, Hewlett y Packard están presentes en museo y centros culturales de ła Bahía.

La directiva, multimillonaria y reconocida por su collar de perlas perenne, Meg Whitman, deja la primera línea, aunque seguirá en el consejo de la empresa. Una renovación pautada entre generaciones que tiene una consecuencia, baja de manera drástica la cuota de mujeres directivas en el sector. Con su retirada y la desaparición de Marissa Mayer tras la venta de Yahoo!, solo quedan Sheryl Sandberg, número de Facebook, y las hermanas Susan y Anne Wojcicki, consejeras delegadas de YouTube y 23andMe, respectivamente, como representantes femeninas en la alta dirección. Un golpe a la diversidad y apoyo a las minorías que se equilibra con la condición de latino de Neri. Whitman tiene el campo libre para dedicarse a la política. Algunos la ven como gobernadora de California tras Jerry Brown, otros como una candidata a la presidencia con más posibilidades que Hillary Clinton.

Neri tiene ante sí el reto de dejar de ser gris, de tener una personalidad y convertirse en una voz autorizada en un lugar donde cada personaje se crea su papel. El domingo 26 abrió su cuenta de Twitter. Una rareza no tenerla para los tiempos que corren, convertida la red del pájaro azul en concurso de popularidad y sondeo constante de opinión. Solo sigue las dos cuentas oficiales de HPE. El tono y las imágenes no dan sensación de ser un canal que controle directamente. La única afición confesa, todavía sin rastro en redes sociales, es la pintura y el dibujo.