El Gobierno portugués recurre al Ejército para garantizar el suministro de gasolina en plena huelga
El primer ministro luso acusa a los transportistas de no cumplir con los servicios mínimos y el Consejo de Ministros aprueba una medida que legalmente los puede obligar a volver al trabajo
Menos de 10 horas después de que arrancara la huelga de transportistas en Portugal, el Gobierno ha decidido dar un paso al frente e intervenir. Recurre al Ejército para asegurar el suministro básico de combustible en las gasolineras, porque considera que se ha producido el “incumplimiento de los servicios mínimos”. “El civismo ha reinado sin confrontación, pero hay una violación de los servicios mínimos. Por lo tanto, el transporte de mercancía ya quedó en manos de la Guardia Nacional Republicana y a la Policía de Seguridad Pública bajo el estado de alerta energética”, ha escrito el primer ministro, Antonio Costa, en su cuenta de Twitter, minutos antes de que el Consejo de Ministros confirmara el decreto de Solicitud Civil, con el cual pueden obligar legalmente a los huelguistas a volver al trabajo para garantizar el suministro.
"Dada la situación de incumplimiento, el Gobierno no tuvo otra alternativa que decretar la Solicitud Civil", ha explicado Tiago Antunes, Secretario de Estado de la Presidencia del Consejo de Ministros, antes de aclarar que la medida seguirá "una lógica de proporcionalidad en los casos en que sea realmente necesario", recoge el periódico portugués Diário de noticias
Informei o Presidente da República sobre o evoluir dos acontecimentos. Tem reinado o civismo, sem confrontos, mas está a verificar-se um incumprimento dos serviços mínimos. Assim, já se iniciaram transportes com motoristas da GNR e da PSP no âmbito do estado de alerta energético. pic.twitter.com/9xQq48xtdP
— António Costa (@antoniocostapm) August 12, 2019
Se calcula que por la tarde cerca de 520 gasolineras del país estaban desabastecidas, el 17% de la red nacional, de acuerdo a la agencia EFE. Por esa razón, muchas personas optaron por cruzar la frontera para abastecerse en España, sobre todo en Huelva, donde se vieron largas colas en las gasolineras durante la jornada, según ha advertido la Confederación Española de Transporte de Mercancías (CETM). En Galicia, a lo largo de este lunes no habían observado grandes picos de llegadas desde Portugal, pero algunas estaciones estaban reforzando el suministro de cara al martes, por si la huelga continúa y reciben clientes del otro lado de la frontera.
Esta es la segunda huelga convocada por los conductores de camiones cisterna este año, después de que las conversaciones con sus empleadores sobre mejores salarios y los derechos de los trabajadores fallaran. Para evitar la grave situación de desabastecimiento sufrida el pasado abril, el Gobierno había tomado ciertas medidas ya desde primera hora, entre las que se incluyen servicios mínimos, racionamiento —entre 15 y 25 litros de gasolina o diésel por persona— y una posible intervención de las fuerzas de seguridad para conducir los vehículos si no se cumplía el abastecimiento pactado, una medida que ya fue utilizada cuatro meses atrás
En un principio, los sindicatos dijeron que cumplirían con los servicios mínimos del 100% para áreas prioritarias —como aeropuertos, puertos, servicios de seguridad, bomberos y emergencias médicas—, del 75% para transporte público y del 50% para el suministro general de ciudadanos. Pero a poco de iniciar la jornada los representantes sindicales denunciaron que los trabajadores estaban siendo sobornados para trabajar, por lo que decidieron no cumplir con los mínimos establecidos.
Aun así, el primer ministro escribía a mediodía en su cuenta de Twitter, que los servicios mínimos se estaban cumpliendo "con cortesía y normalidad", y que no parecía ser necesario el uso del decreto de Solicitud Civil, una medida extrema en la que el Ejecutivo puede obligar legalmente a trabajar a los huelguistas que sean necesarios para garantizar servicios básicos y en la que aquellos que se nieguen estaría incurriendo en un delito de desobediencia que puede culminar con penas de cárcel.
Esta situación, sin embargo, ha cambiado “significativamente” durante la tarde, según ha indicado el mandatario después de su reunión con el presidente de la República, Marcelo Rebelo de Sousa. Un ejemplo del incumplimiento que menciona Costa es el del abastecimiento en el aeropuerto de Lisboa, "donde la cantidad de suministro se quedó corta". Una información confirmada por ANA, la asociación reguladora de los aeropuertos portugueses, que a través de un comunicado ha afirmado estar reduciendo el suministro de las aeronaves, según recoge el Diário de noticias.
"Desafortunadamente, en el turno de las 14.30 ha habido en algunas compañías que cayeron en el incumplimiento total. Ante esta nueva realidad, tenemos que hacer una nueva evaluación”, ha asegurado Costa. "Actuaremos donde sea estrictamente necesario", ha agregado.
Por su parte, el presidente de la República hizo un llamado a “salvaguardar, en todas las circunstancias, los valores y principios del estado de derecho democrático”. A través de un comunicado, Rebelo de Sousa ha subrayado la responsabilidad de todos los involucrados de buscar una solución justa “sin sacrificar desproporcionadamente a los portugueses”.
El paro llega en medio de las vacaciones de verano y cuatro meses después de la anterior huelga en el sector, que provocó problemas de abastecimiento en los aeropuertos y el transporte público, y dejó gasolineras secas por todo el país.
La adhesión a la huelga no alcanzó el 1%, según un portavoz de Antram (Asociación Nacional de Transporte Público por Carretera) al que ha tenido acceso el periódico portugués Diario de noticias. Los sindicatos, por su parte, elevan esta cifra al 80% en medio de acusaciones contra el Gobierno y las empresas de sobornar a los transportistas para que cumplan con los servicios mínimos. "Los trabajadores están siendo sobornados. Hay policías y ejército escoltando los camiones. No fue el sindicato el que rompió los servicios mínimos, sino las empresas y el gobierno que violaron el derecho de huelga", ha afirmado Pedro Pardal Henriques, vicepresidente del sindicato convocante SNMMP, al mismo diario luso.
La huelga de los transportistas está convocada por periodo indefinido, por lo que, si no es desconvocada, la situación de emergencia energética se extenderá al menos hasta el 21 de agosto.
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