La demanda turística en apartamentos y campings cae dos tercios en marzo por el coronavirus

La caída de la demanda turística en marzo por el impacto del coronavirus no se notó solamente en los hoteles. El resto de alojamientos no hoteleros también sufrieron —comenzaron a sufrir— el calvario de la pandemia, al que no se atisba fin. Así, las pernoctaciones en apartamentos, campings, alojamientos de turismo rural o albergues cayeron un 63,2% en marzo, hasta 2,49 millones, según ha publicado hoy el INE. El descenso fue más acusado entre los usuarios españoles (-71,9%) que entre los extranjeros (-59,6%). El desplome de marzo lleva la estadística a una caída del 21,4% en el primer trimestre.

El organismo estadístico ya publicó hace unos días cómo la demanda hotelera se había desplomado cerca de dos tercios en el mes de marzo, hasta 8,3 millones de pernoctaciones. Como era de esperar, los alojamientos no hoteleros han seguido la misma estela, con un desplome similar, del 63,2%. Y eso pese a que el mayor impacto de la pandemia se ciñó a la segunda mitad del mes. Los datos de abril serán mucho peores, por el cierre casi absoluto del sector turístico y los usuarios confinados en sus casas.

Los apartamentos turísticos acaparan el 61,6% de las pernoctaciones no hoteleras registradas en marzo, con 1,5 millones, de las que 985.000 se quedaron en Canarias. La cifra supone un descenso del 65,5% respecto a los 4,5 millones del mismo mes del año pasado. La ocupación se desplomó al 21,7% de las plazas ofertadas, frente a una tasa del 33,75% de marzo de 2019. En fin de semana, la ocupación ascendió al 21,8%, frente al 37,11% de un año antes. Llama la atención el caso de Baleares, donde la ocupación de estos apartamentos alcanzó el 46%, doce puntos porcentuales por encima de la registrada el mismo mes del año pasado. Los británicos fueron los principales usuarios de estos alojamientos, si bien se quedaron en 428.229 pernoctaciones, frente a los 1,61 millones del año anterior, un 63,1% menos.

La caída del negocio en los campings fue algo menor, con un descenso del 50,9% respecto a un año antes, hasta las 728.000 pernoctaciones. De hecho, la ocupación creció en estos establecimientos, con un 41,4% de las plazas ofertadas, frente al 36% de marzo de 2019, si bien cayó la ocupación en fin de semana, del 37,8% hasta el 34,8%. El INE, como ya hizo con la estadística hotelera, advierte que la recogida de datos para esta encuesta ha sido más difícil, pues se realizó en la primera quincena de abril, ya con todos los establecimientos cerrados. Es por eso que la calidad de los datos se resiente.

Los hoteles y apartamentos rurales también registraron en marzo un desplome del negocio. Las pernoctaciones se redujeron un 76%, evaporándose 8 de cada 10 noches de residentes y seis de cada diez de los extranjeros. La ocupación se quedó en un paupérrimo 6,3%, la mitad que hace un año. Los albergues registraron algo más de 80.000 pernoctaciones, un 63% menos, con una ocupación del 21%, casi ocho puntos menos que un año antes.

En cualquier caso, ni apartamentos ni campings ni alojamientos de turismo rural han reflejado aún descensos de precios como respuesta al descenso de la demanda. Según los datos del INE, el precio de los apartamentos creció un 2,2%, el de los campingns un 2,2% y el de los alojamientos rurales un 1,4%.

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