El ‘boom’ bursátil tras el confinamiento dispara la fortuna de los más ricos
Después de los meses más duros de la pandemia, el patrimonio de los milmillonarios aumentó hasta un máximo de 8,7 billones de euros
El año 2020 será recordado como un año de pesadilla por la inmensa mayoría de la población. Pero las grandes fortunas no tienen de qué quejarse. No es solo que afrontaran la crisis derivada de la pandemia con colchones más mullidos, sino que han añadido volumen a esos colchones. Así se desprende del estudio Billionaires insight 2020, elaborado por el banco suizo UBS y la consultora PwC (PriceWaterhouseCoopers). En el informe, señalan que la riqueza acumulada por los más pudientes ha aumentado este año hasta los 10,2 billones de dólares (8,7 billones de euros), por encima del máximo registrado en 2017. Además, el número de personas con más de 1.000 millones de dólares en patrimonio también creció: son 2.189 afortunados, frente a los 2.158 de 2017. La escalada bursátil posterior al batacazo que supuso el confinamiento, hasta superar los niveles precovid, es la causante de esos récords.
UBS y PwC realizan cada año, desde 2015, este informe sobre los milmillonarios, aprovechando el conocimiento de los socios de la consultora que trabajan con ellos sobre sus negocios y los datos que aporta el banco. En su séptima edición, han prolongado hasta julio el periodo de análisis, que suele cerrar en abril, para incluir los efectos de la pandemia, según explican en el informe. Así, han podido constatar que gracias al “rebote en V” de las Bolsas entre mayo y julio los más ricos incrementaron su riqueza un 27,5%. Este rebote hizo posible que se alcanzara ese récord de 8,7 billones de euros, que deja atrás el máximo de 7,57 billones de euros de finales de 2017. De haberse cerrado el informe en su fecha habitual, habría reflejado una caída del patrimonio del 6,6%, hasta 8 billones de dólares (6,8 millones de euros).
Tras este último arreón bursátil, la cifra de milmillonarios registrada en el documento aumenta a 2.189, también por encima del máximo de 2.158 de 2017. Se habría quedado en 2.058 si se hubiese cerrado en abril. Según el informe, que se titula este año Riding the Storm. Market turbulence accelerates diverging fortunes (Cabalgando la tormenta. Las turbulencias del mercado aceleran la divergencia entre fortunas), los empresarios innovadores en tecnología y salud están aumentando sus patrimonios, una tendencia de los últimos dos años que la pandemia ha acelerado, mientras los de otros sectores “en el lado equivocado de las tendencias económicas, sociales o medioambientales" van a la baja. De hecho, el capítulo principal del estudio se titula La gran polarización. “La crisis de la covid-19 podría ser la frontera real entre la nueva y la vieja economía”, señala un milmillonario italiano en el informe.
Así, el documento señala que entre 2018 y julio de este año, la fortuna de los milmillonarios tecnológicos aumentó un 42,5% y la de los del sector sanitario, un 50,3%, mientras que la media del conjunto se quedó en un aumento del 19,1% en el periodo. Por debajo de la media se quedaron los que deben sus fortunas al entretenimiento y a los medios de comunicación, los servicios financieros o el sector inmobiliario.
“Los innovadores y disruptores en tecnología, salud e industria tiran del pelotón incrementando sus fortunas mientras otros caen”, concluye el informe. Los milmillonarios que entran en la definición que hacen UBS y PWC de “innovadores y disruptores”, que tiene que ver con el desarrollo e implantación de nuevas tecnologías, productos y modelos de negocio, aumentaron su fortuna un 17% entre 2018 y julio de 2020, hasta acumular 4,5 billones de euros, mientras que los patrimonios de los pudientes que no se ajustan a esos parámetros apenas creció un 6,6%, hasta 3,1 billones. El sector que más innovadores y disruptores acumula, evidentemente, es el tecnológico, con un 94%, seguido del sanitario (71%), mientras que el inmobiliario (17%) y el financiero (37%) son los que menos de estos perfiles acumulan.
Esta tendencia se aprecia en el crecimiento logrado por los distintos sectores tras el impacto de la pandemia. Mientras las fortunas ligadas a la tecnología crecían un 41,1% entre abril y julio, un 44,4% las industriales y un 36,3% las relacionadas con la salud, en el mismo periodo las de los servicios financieros solo subieron un 12,8%, un 12,9% las inmobiliarias o un 20,7% las de medios de comunicación. En cualquier caso, desde los mínimos de abril debidos a la pandemia, todos los sectores aprovechan la alegría en los parqués, que muchos denuncian despegada de la evolución de la economía real.
El informe señala que los billonarios que tienen su patrimonio invertido en compañías de material o productos sanitarios han aprovechado especialmente el tirón derivado de la pandemia, que “impulsó la riqueza de los ejecutivos que tienen acciones en compañías farmacéuticas o de dispositivos médicos que desarrollan vacunas y fármacos contra la covid, así como aparatos como ventiladores”. Según el documento, en los dos últimos años, los milmillonarios del sector sanitario “están entre los mayores ganadores, especialmente los líderes de la industria sanitaria china”.
Geográficamente, la riqueza de los más ricos ha crecido más en los últimos años en China que en ninguno de los 43 mercados que incluye el informe. Así, el patrimonio de los chinos más pudientes se ha multiplicado por 12 desde 2009, hasta alcanzar un valor conjunto de 1,4 billones de euros. En Francia, los más ricos han quintuplicado su patrimonio, hasta 377.000 millones de euros. Aunque la tasa de crecimiento ha sido menor en el periodo, del 170%, EE UU sigue siendo el país cuyos millonarios atesoran más haberes: 3,07 billones de euros.
¿Y qué hacen con sus millones los más ricos? “Los milmillonarios tienen una historia de amor con la propiedad inmobiliaria, como un depósito de valor y un activo que pueden transferir a sus sucesores”, afirma el informe basándose en una encuesta de PWC que concluye que aproximadamente la mitad de los más ricos, independientemente del sector económico al que deban sus ingresos, tienen entre el 21 y el 40% de su patrimonio invertido en el ladrillo, beneficiándose, sobre todo durante la década pasada, de los bajos tipos de interés de otras inversiones, así como de la alta demanda de espacio físico de empresas y particulares. Así, los milmillonarios que en 2009 tenían la mayor parte de su riqueza en este campo, lograron duplicarla entre ese año y 2019. Este año, en cambio, no parece una buena inversión, después de que la pandemia hiciese caer la demanda de superficie para uso comercial.
El informe, finalmente, dedica un capítulo a la filantropía. Según su análisis, está mucho más arraigada en EE UU que en otros mercados. Entre marzo y junio de este año, justo coincidiendo con lo peor de la pandemia, casi un centenar de milmillonarios estadounidenses hicieron donaciones por cerca de 3.900 millones de euros para paliar sus consecuencias, mientras que en el mismo periodo solo 12 milmillonarios chinos aportaron donaciones, aunque un poco más cuantiosas, por 577 millones de euros. Además, señala que los más poderosos están donando últimamente “más que nunca en la historia” y aprecia signos de que podemos estar en un “punto de inflexión” en el que los más ricos están “poniendo renovadas energías y riqueza para paliar los problemas sociales y medioambientales” y, además, se convierten en filántropos mucho más jóvenes de lo que lo hicieron sus predecesores. Un ejemplo es Mark Zuckerberg, que en 2015, con 31 años, anunció que donará a causas benéficas el 99% de las acciones que posee en Facebook a lo largo de su vida.
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