Google afronta dos demandas antimonopolio en menos de 24 horas en EE UU
Medio centenar de Estados estrechan el cerco sobre la tecnológica y le reclaman que se deshaga de activos
Alphabet Inc, la empresa matriz de Google, ha encajado este jueves su segunda demanda por violación de la ley antimonopolio en menos de 24 horas. A la querella presentada este miércoles por una decena de Estados, con Texas a la cabeza, por abuso de su posición de mercado en la gestión de la publicidad online, le sigue esta nueva acción legal contra la tecnológica por parte de 38 Estados y territorios del país, acusándola de intentar extender su monopolio en los motores de búsqueda a los altavoces inteligentes, las televisiones y los automóviles. En octubre, el Departamento de Justicia propinó el primer varapalo legal a la compañía californiana, cuyo valor de mercado se estima en un billón de dólares (unos 815.000 millones de euros), al considerar que ha incurrido en prácticas monopolísticas ilegales en las búsquedas de Internet y la publicidad online. No es la única de las Big Five (Facebook, Amazon, Apple, Microsoft y Google) que se ve contra las cuerdas, pues el organismo regulador del Comercio de EE UU y los fiscales generales de 46 Estados y dos territorios (Columbia y Guam) demandaron hace una semana a Facebook por monopolio.
El creciente escrutinio de las prácticas empresariales habituales de las tecnológicas parece haber alcanzado velocidad de crucero, a juzgar por la coincidencia de las dos últimas demandas. En el caso de la última se añade a la presunta violación de la ley antimonopolio en motores de búsqueda un cargo nuevo: el hecho de que, según los fiscales, Alphabet haya querido ampliar su predominio de mercado a las ultimísimas tecnologías, en espacios hasta ahora poco explorados como los altavoces inteligentes; de hecho la acción legal cobró cuerpo a partir de las quejas del fabricante de altavoces inteligentes Sonos, y otras compañías del ramo, que sostienen que Google ha actuado de forma desleal para ganar cuota de mercado. El presunto intento de Google de monopolizar este nuevo mercado supondría, por ejemplo, eliminar la competitividad del conocido asistente tecnológico de Amazon Alexa.
“Google está impidiendo a sus competidores en el mercado de los asistentes de voz llegar a los consumidores a través de los cars connected [automóviles con sistema integrado de seguridad de internet], que representan un significativo medio de acceso a Internet en el futuro”, ha explicado el fiscal general de Iowa, Tom Miller, al presentar la denuncia. La compañía con sede en California experimentaba una bajada de casi un punto en la sesión de este jueves en Wall Street cuando faltaban dos horas para el cierre.
Apenas 24 horas antes, el gigante tecnológico afrontaba otra demanda similar, presentada por un grupo de fiscales generales republicanos -hay coincidencia casi unánime en los dos grandes partidos, aunque por distintas razones, a la hora de poner coto al poder omnímodo de las tecnológicas-, por violar la ley antimonopolio en colaboración con Facebook para favorecer su gestión comercial de la publicidad online. Los demandantes solicitan a Alphabet una compensación por los daños, así como un “alivio estructural” de la compañía, lo que en la práctica significa la desinversión en algunos de sus activos. En la causa presentada contra Facebook la semana pasada, se le invita a deshacerse de la red social Instagram y el servicio de mensajería instantáneo WhatsApp, dos empresas que, según la acusación, compró para eliminar competidores.
Las dos querellas consecutivas contra Google son las últimas, por el momento, en la creciente ofensiva para limitar el poder de las grandes tecnológicas, tanto en EE UU como en la Unión Europea. Junto con la de Facebook, prometen ser las mayores causas antimonopolísticas en una generación, tras la incoada por el Departamento de Justicia y 20 Estados contra Microsoft en 1998, a cuyo cierre en falso se atribuye haber dejado expedito el camino para el crecimiento desmesurado de Internet. Microsoft fue acusada de monopolio en las ventas del sistema operativo y el navegador web de los viejos ordenadores con motor Intel, y el contencioso se zanjó con un acuerdo entre las partes, muy criticado por algunos de los Estados litigantes.
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