MásMóvil y Digi se comieron el mercado de fibra y móvil en 2021 con sus bajas tarifas

La crisis económica provocada por la pandemia del coronavirus ha acelerado la tendencia imparable del low cost en las telecomunicaciones. Los operadores comparten redes y las calidades son muy similares en capacidad y velocidad. Así que el precio es el que determina la elección de los consumidores. Gracias al procedimiento regulado de la portabilidad pueden pasarse a otro operador de forma gratuita y conservando el número. En 2021, el ganador absoluto de esa guerra comercial fue, una vez más, MásMóvil, que logró arrebatar a sus rivales 342.000 líneas de móvil y 224.000 de fijo y fibra óptica, aunque en esas cifras se incluyen las portabilidades del grupo Euskaltel, adquirido en verano pasado por la operadora amarilla.

Con todo, el mayor crecimiento en porcentaje correspondió a Digi, el operador rumano que captó 359.770 abonados de móvil y 88.200 de fibra, según cifras provisionales del sector a las que ha tenido acceso EL PAÍS. En el lado de los perdedores, Movistar, Orange y Vodafone, que perdieron conjuntamente más de un millón y medio de líneas en el año.

Televisión, ¿para qué?

MásMóvil y Digi tienen varias cosas en común frente a sus tres rivales históricos (Movistar, Orange y Vodafone). Basan su éxito en planes de tarifas sencillas y asequibles, no suelen recurrir a ofertas y promociones que luego no se mantienen en el tiempo y, no tienen (ni quieren) una oferta televisiva propia. Con esas armas, han basado su crecimiento explosivo en los últimos años precisamente en arrebatar clientes a sus rivales porque, en un mercado maduro como el español el número de nuevos hogares es reducido, por lo que la batalla comercial se centra en el “robo” de los abonados ajenos.

El grupo MásMóvil, que opera a través de varias marcas (Yoigo, Pepephone, Lebara, LlamaYa y la propia MásMóvil), culminó en 2021 su consolidación con la compra de la cablera Euskaltel, que además del operador vasco del mismo nombre, también era propietario de la gallega R y la asturiana Telecable. Solo Euskaltel, con Virgin Telco como enseña de su oferta de bajo coste, sumnó 121.800 clientes móviles y 24.000 de banda ancha fija.

No obstante, no puede perderle de vista a Digi, el operador rumano que, gracias a la capilaridad de las miles de pequeñas cadenas comerciales, tiendas de barrio y locutorios que comercializan su marca, unas tarifas agresivas y una atención al cliente personalizada, ha sabido ganarse la confianza no solo del mercado inmigrante sino del cliente nacional. Ya ha superado los 3 millones de líneas de móvil y los 400.000 de fibra, aunque su oferta no cubre todo el territorio nacional y opera en gran parte con la red de Telefónica. De hecho, en portabilidad móvil ya supera a MásMóvil, incluso sumando las cifras de Euskaltel.

La práctica totalidad de los clientes que ganaron MásMóvil y Digi, los cedieron los tres grandes. Movistar, que restó 492.900 líneas móviles y 390.500 de fijo, vio como su apuesta por el cliente de valor con paquetes que incluyen el fútbol no da los mejores resultados, al menos en ganancia de clientes que se fugan buscando tarifas más asequibles. Vodafone cedió 249.000 líneas móviles y 163.800 de banda ancha. A Orange le fue un poco mejor porque aunque perdió 233.000 líneas de móvil ganó 102.200 de fibra, por el éxito de los paquetes convergentes en sus marcas de menor valor como Simyo o Jazztel.