La CNMV da un ultimátum a Google y a Facebook para que rechacen la publicidad de “defraudadores” financieros
Rodrigo Buenaventura exige a buscadores y redes sociales que se autorregulen y, si no lo hacen, pedirá al Gobierno una nueva legislación para prohibir los anuncios “de entidades pirata”
A la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) se le está acabando la paciencia con Google y Facebook. Y lanza un ultimátum: o toman la iniciativa y dejan de lucrarse con anuncios de chiringuitos financieros o pedirá al Gobierno que prohíba este tipo de publicidad. El presidente del supervisor bursátil, Rodrigo Buenaventura, ha advertido que en la actualidad, gran parte de las actividades de piratería se centran en las criptodivisas “porque es el activo gancho”. Sin querer equiparar criptoactivos y fraude financiero, subrayó que gran parte de los delincuentes “se están aprovechando de estas monedas como fórmula para vender sus engaños”.
Desde hace un año, la CNMV trata de unir voluntades entre todas las partes involucradas en los mercados financieros para promover un gran pacto contra el fraude. “Sin embargo, hay un ámbito en el que se están haciendo muy pocos avances”, reconoció Buenaventura durante su intervención en unas jornadas organizadas por la Asociación Española de Fintech e Insurtech (AEFI). “Muchos de los defraudadores se anuncian impunemente en redes sociales o en buscadores de internet y ahí es donde captan a sus víctimas”, añadió.
Para combatir esta “lacra”, la CNMV y el resto de supervisores europeos vienen lanzando de forma periódica advertencias sobre entidades y dominios de internet concretos que no tienen ningún tipo de autorización para ofrecer inversiones. Sin embargo, estas advertencias no han hecho mella en empresas como Google o Facebook, que siguen alojando en sus webs anuncios de estas entidades fraudulentas. “Es injustificable que empresas que difunden publicidad de pago en redes sociales o buscadores se lucren admitiendo anuncios de entidades piratas, que están públicamente advertidas como chiringuitos financieros. Y, aún más que, haciéndolo, pongan en peligro los ahorros de sus usuarios y clientes, algunos de los cuales caen en este tipo de fraudes”, denunció Buenaventura.
El presidente de la CNMV instó a los gigantes de internet a que, como han hecho recientemente en Reino Unido, se comprometan a rechazar anuncios de entidades advertidas explícitamente por las autoridades públicas de protección del inversor. “Les estamos pidiendo que, mediante la autorregulación, se comprometan a que sus redes o páginas no sirvan de vehículo de difusión de engaños y posibles delitos a cambio de aumentar sus ingresos. Pero si no lo hacen, si no asumen su responsabilidad, nosotros ejerceremos la nuestra proponiendo al Gobierno que analice una nueva regulación en España, para prohibir y sancionar este tipo de prácticas”.
Escepticismo con las criptomonedas
Buenaventura reconoció que es “extraordinariamente escéptico” respecto al valor que suponen las criptomonedas como un producto de inversión. “Me preocupa su escasa capacidad de creación de valor a largo plazo, más allá del aprovechamiento de intensos periodos de volatilidad”. El responsable del supervisor del mercado reconoce que “unas pocas criptomonedas” pueden generar o conservar valor a largo plazo en la medida en que acaben convirtiéndose en medio de pago comúnmente aceptado. Otras, añadió, sustentan nuevas redes o permiten el acceso a modelos de negocio, que sí permiten una valoración seria. “Pero creo que es evidente que solo una parte muy pequeña de las más de 10.000 criptomonedas que actualmente pueden encontrarse, pasarán a convertirse en medio de pago, generarán valor intrínseco o serán una forma de adquirir servicios o productos, y quienes invierten en este ámbito sin tener conocimientos profundos de su funcionamiento, deberían ser conscientes de ello”, subrayó.
Desde 2018, Los supervisores bursátiles, incluido el regulador europeo del mercado de valores (ESMA por sus siglas en inglés), han sido muy activos advirtiendo a los ahorradores de los riesgos derivados de entrar en criptoactivos como mero objeto de inversión. Buenaventura reconoce que esta postura puede sonar a muchos inversores como un síntoma de conservadurismo o de preservación del statu quo. “Nada más lejos de la realidad en nuestro caso. Los supervisores de valores, que abrazamos el concepto de desintermediación financiera, de contacto directo entre ahorradores y empresas, vemos con muy buenos ojos que las estructuras se hagan más seguras, más eficientes y menos intermediadas”, destacó el presidente de la CNMV. El origen de la preocupación de los supervisores por el bum de e inversión en criptomonedas, “viene determinado por el mandato de protección del inversor al que nos debemos y por el daño que, decisiones sobre activos no regulados, puede tener sobre miles de inversores cuando estos no son capaces de ponderar y entender correctamente los riesgos que están adquiriendo”, concluyó.
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