Un conflicto por los pasos a nivel, a punto de causar un caos en el tráfico ferroviario
El Gobierno media entre Adif y Renfe para solventar un problema de competencias que causó demoras a cientos de viajeros la pasada semana
Un conflicto de competencias entre Adif y Renfe, ambas empresas estatales, ha estado a punto de causar un serio problema en el tráfico ferroviario. El origen de este aprieto fue la distinta interpretación que hicieron la pasada semana el gestor de infraestructuras ferroviarias y la empresa de viajeros sobre los llamados pasos a nivel sin protección, lo que provocó demoras en más de una treintena de convoyes entre el miércoles 27 de abril y el viernes 29. En algunos casos los trenes tuvieron que regresar a las estaciones y los viajeros ser trasladados en autocares; en otros, se produjeron demoras de varias horas o incluso cancelaciones de viajes.
La discusión entre ambas empresas públicas ha motivado que tenga que intervenir la Agencia Estatal de Seguridad Ferroviaria, dependiente del Ministerio de Transportes, imponiendo una solución salomónica que garantice que los convoyes siguen atravesando estos pasos a nivel, según el informe oficial al que ha tenido acceso EL PAÍS.
Los pasos a nivel están señalizados para el tren con una señal que indica al maquinista si la protección del paso está asegurada (es decir, que los sistemas de protección están funcionando correctamente). Cuando dicha protección no está totalmente asegurada (por avería o por otras circunstancias), dicha señal indica un estado de “no protección” para que el maquinista esté alerta, fijándole condiciones de acceso al paso.
El actual Reglamento de Circulación Ferroviaria, con la redacción introducida en octubre de 2020 a través de un Real Decreto de seguridad operacional e interoperabilidad ferroviarias, prescribe que, en determinadas circunstancias, el rebase del paso a nivel requiere autorización expresa de Adif, mediante una comunicación al maquinista (“telefonema”). Los incidentes citados se produjeron por una diferente interpretación de ese reglamento acerca de la necesidad o no de recibir el telefonema expreso de autorización de rebase del paso a nivel por parte del personal de las empresas ferroviarias y de Adif, según admite la Agencia de Seguridad Ferroviaria en su escrito. Es decir, que los maquinistas de Renfe entendieron que tenían que parar el tren salvo que contaran con la autorización expresa del personal de Adif como responsable de la circulación, de la infraestructura y del propio paso a nivel. Por su parte, el gestor de infraestructuras ferroviarias interpretó que el maquinista podía seguir circulando con “marcha a la vista” (a 5 kilómetros por hora), bajo su responsabilidad, aunque no contara con ese permiso.
Como no se ponían de acuerdo, los maquinistas detenían el tren al llegar al paso a nivel y lo retornaban de vuelta hasta una estación, desde donde se trasvasaba a los viajeros en autobuses.
Una treintena de incidencias
Una situación que, por ejemplo, se produjo el pasado miércoles en un tren Alvia de la ruta Madrid-Gijón que estuvo retenido más de dos horas en un paso a nivel de La Robla (León) con 150 pasajeros a bordo, a los que no se permitió bajar por cuestiones de seguridad. Asimismo, un tren regional entre Gijón y Valladolid se detuvo a la altura de La Pola de Gordón (León) en las mismas circunstancias. A bordo viajaba una mujer embarazada que fue evacuada en taxi hasta León.
El jueves pasado, un tren de la línea Vigo con destino Barcelona, con más de 60 viajeros, se detenía en la localidad de Guillarei, en la provincia de Pontevedra, durante más de una hora y media. En la tarde de ese mismo día se produjo también un retraso de tres horas y media en el tren que cubría la línea Madrid-Cáceres, al detenerse entre las estaciones del municipio madrileño de Griñón y la localidad toledana de Illescas y, como consecuencia de ello, también se detuvo el tráfico ferroviario entre Madrid y Extremadura. Son solo algunos casos de la treintena de incidencias que tuvieron lugar la pasada semana, como reconoce en su informe la Agencia dependiente del Ministerio de Transportes.
“Aunque estos incidentes hayan perjudicado la explotación, no han supuesto en ningún caso un perjuicio a la seguridad en la circulación, ya que, precisamente, estos incidentes estaban motivados en diferencias de interpretación entre las empresas ferroviarias y el administrador de infraestructuras sobre cómo se debían fijar las condiciones de rebase del paso que presentaba presuntas anomalías”, ha señalado en su notificación la Agencia de Seguridad Ferroviaria.
Para acabar con esta polémica, dicha Agencia emitió el pasado viernes una “una ficha guía de interpretación” del Real Decreto para aclarar en qué circunstancias es necesario el telefonema o cuándo, por el contrario, el maquinista puede proceder a rebasar el paso a nivel sin esperar esa conformidad expresa del personal de circulación del administrador de la infraestructura. Tras la emisión de ese documento, no ha vuelto a producirse ningún incidente. En el fondo del conflicto late la falta de personal de Adif para cubrir todos los pasos a nivel, según fuentes sindicales.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.