El turismo se enfría: la temporada alta arranca un 15% por debajo de los datos precovid
El sector da un paso atrás en el sexto mes del año y se aleja en número de turistas y gasto de las cifras de 2019
Por primera vez en meses, el sector turístico español da un paso atrás en su objetivo de volver a los volúmenes prepandemia. Y el pequeño jarro de agua fría ha llegado en mal momento, justo a las puertas de un verano que pretende ser histórico. Los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), difundidos este martes, apuntan que tanto desde el punto de vista del gasto como del número de turistas que llegaron, España se alejó un poco en el sexto mes del año de las cifras de 2019. Eso no implica que la recuperación no sea consistente: comparado con 2021, el crecimiento sigue siendo impresionante. Los 7,5 millones de turistas que llegaron suponen un 236,6% más que un año antes. Y los 8.993 millones de euros que gastaron casi multiplican por cuatro (con un avance del 271,3%) la marca de 12 meses atrás.
Pero 2021 —y menos todavía 2020— no es un buen referente para el sector que recibió con mayor crudeza el golpe del coronavirus. Por eso la mirada de muchos sigue puesta sobre 2019, un objetivo ambicioso porque ese fue un ejercicio récord para el turismo español. Aunque no imposible: desde que arrancó el año, los datos del INE fueron cerrando la distancia que les separaba del último año prepandemia. En enero, la llegada de turistas estaba un 40% por debajo de los datos de 36 meses atrás y el gasto turístico, un 35%. Para mayo, ese abismo se había reducido considerablemente: la llegada de turistas era un 12% inferior a la del mismo mes de 2019 y el gasto, por el mágico efecto de la inflación, ya estaba solo un 1% por debajo. Junio, sin embargo, ha cortado esa racha y España arrancó la temporada alta de verano con el número de turistas un 15% más bajo que hace tres años. Y aunque cada visitante sigue gastando más que entonces, el desembolso agregado se sitúa un 7% por debajo.
No se trata de un vaso medio lleno o medio vacío. De hecho, está cerca de llenarse y una buena noticia para España es que en sus tradicionales caladeros de turistas lo está aún más. Los británicos volvieron a ser en junio los visitantes más frecuentes, ya que llegaron 1,8 millones de personas desde el Reino Unido. Esto es un 1.166% más que en el mismo mes de 2021 (es decir, casi 13 veces más que entonces) y un 13% menos que en 2019. Su gasto también aumentó interanualmente un 1.183%, para sumar 1.944 millones, lo que se traduce en que son de los visitantes que menos dinero destinan a sus vacaciones en España. Los 1.078 euros de media que desembolsó cada británico son solo un 1,4% más que en 2021. Lo consiguen recortando el tiempo que pasan en el país, con una estancia media de 6,8 días, que es casi un 30% menos que hace un año.
Más portugueses que hace tres años
Algo similar sucede con la segunda y la tercera nacionalidades más frecuentes de turistas: alemanes y franceses. Los primeros representaron 1,1 millones de llegadas, duplicando las cifras de 12 meses atrás (125% más), mientras que el gasto, de 1.245 millones, creció un 124%. Cada alemán gastó un 0,7% menos que el año pasado con 1.103 euros por estancia, que se recortó a una media de 7,5 días (un 2% menos que en 2021). Con respecto a 2019, la llegada de alemanes copia el porcentaje de los británicos: un 13% por debajo de las cifras de entonces. En cuanto a los franceses, llegaron casi 866.000 turistas y su gasto alcanzó los 635 millones. Es un 97% y un 110% más, respectivamente, que hace un año. Porque aunque es la nacionalidad que menos gasta por persona (733 euros), es la única que curiosamente ha aumentado algo su estancia media, alargándola hasta los 5,6 días (un 0,8% más). Al comparar con 2019, su recuperación marcha considerablemente mejor que la media: están un 10% por debajo de las cifras de entonces.
De hecho, los datos muestran que el influjo de la pandemia todavía sigue presente de alguna manera. La recuperación ha sido mucho más rápida con respecto a los países más próximos. En Italia, por ejemplo, la llegada de turistas en junio fue solo un 1% inferior a la de 2019. Y Portugal es el único mercado emisor que en junio envió a España más gente que entonces: un 2% más. Por el contrario, el sector pincha con los países del resto del mundo (donde se agrupan todos los visitantes no europeos y no americanos), que envía menos de la mitad de turistas que enviaba en 2019. Y los nórdicos en junio fueron un 24% menos que antes de la pandemia. Aunque la regla también tiene excepciones: los holandeses, por ejemplo, están solo un 3% por debajo de 2019 y el diferencial con el resto de América (todos los países americanos, salvo EE UU) se ha cerrado y en junio llegaron prácticamente las mismas personas que antes de la covid.
Tirón en las islas
Si se analiza desde el punto de vista de los destinos turísticos, junio dejó pocas sorpresas. El litoral fue el principal activo turístico de España, y Baleares se llevó un 26,3% de los turistas y un 24,2% del gasto total. Le siguieron Cataluña (21,6% de turistas y 20,6% del gasto), Andalucía (13,5% de turistas y 13,1% del gasto), Canarias (12,1% de turistas y 12,9% del gasto), la Comunidad Valenciana (11,2% de turistas y 11,8% del gasto) y Madrid (8,1% de turistas y 11,4% del gasto). Ninguna autonomía alcanza las cifras de 2019, pero el tirón de los archipiélagos de cara al verano es indudable: Canarias se quedó un 3% por debajo y Baleares, un 5%. Los británicos fueron la nacionalidad más frecuente en Andalucía, Canarias y la Comunidad Valenciana. Los alemanes mostraron su tradicional fidelidad a Baleares y los franceses, a Cataluña. En la región de la capital, los turistas llegados de América fueron los más numerosos. La mayoría de los viajeros entraron en España por los aeropuertos (6,4 millones) y se alojaron en hoteles (5,4 millones). 5,6 millones no tenían ningún paquete turístico contratado.
Por último, en el acumulado anual, los últimos datos muestran que España, más que frenarse, ha levantado el pie del acelerador. Entre enero y junio han llegado 30,2 millones de turistas, lo que multiplica casi por seis el dato de 2021 (un 457% más), pero supone un 21% menos que en 2019. Desde el punto de vista del gasto, el diferencial está más cerca de cerrarse. Los 35.769 millones que han desembolsado quienes han visitado el país en el primer semestre suponen un 515% más que hace un año y un 11% menos que en 2019. La inflación ha ayudado a impulsar este indicador, pero supone también una de las sombras que pesan sobre el sector. Los datos del IPC de junio mostraron que muchos productos y bienes relacionados con el turismo disparaban su precio. Pero, a la larga, la carestía merma los ahorros de las familias y el empeoramiento de las condiciones macroeconómicas puede hacer descarrilar la senda de la recuperación. Julio y agosto, que pase lo que pase serán dos meses excelentes en comparación con los últimos ejercicios, aclararán en qué escenario está España. Y si el sector logra sacarse del todo la espina de la pandemia.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.