Los sindicatos reúnen a 50.000 personas en Madrid: “A ver si se entera Garamendi: o salario o conflicto”
UGT y CC OO convocan a miles de delegados sindicales en una manifestación para presionar a la CEOE y que acuerde una subida salarial que permita a los trabajadores mantener su poder adquisitivo
Alrededor de 50.000 personas se han reunido este jueves en la plaza Mayor de Madrid, convocadas por los sindicatos UGT y CC OO, en el acto más multitudinario dentro de la campaña Salario o conflicto que vienen organizando las centrales para forzar a la patronal a que se siente a negociar una subida salarial. En la marcha, que ha desembocado en uno de los lugares más emblemáticos de la capital alrededor de las 12 del mediodía tras partir desde tres puntos diferentes de la ciudad hora y media antes, han participado miles de representantes sindicales de todo el país, que han aguardado la llegada de los secretarios generales de ambos sindicatos. Tanto Pepe Álvarez, líder de UGT, como Unai Sordo, su homólogo en CC OO, han estado a la cabeza de la movilización, y han vuelto a advertir a la patronal CEOE de que la mejora de los sueldos es necesaria para combatir la inflación, y que, de no pactarse, el conflicto se mantendrá.
“Hoy hemos querido hacer este punto de inflexión en un proceso de movilizaciones que dura meses y que va a continuar si la patronal no se sienta a negociar los convenios colectivos para poder conseguir mejoras laborales que nos permitan mantener el poder adquisitivo de los trabajadores”, ha señalado Pepe Álvarez a su llegada a la plaza Mayor.
“La patronal está bloqueando los convenios colectivos porque quiere negarles la subida de los salarios a quienes trabajan en pequeñas y medianas empresas donde hay poca representación sindical”, ha comentado. “Esta es también una concentración de fuerza para el conjunto del país, para los poderes económicos que no dan la cara, y que cuando lo hacen es para intentar quitar derechos, ya sean salarios o pensiones. Y también para el Gobierno, que tiene que ser consciente de que los trabajadores de nuestro país que están en peores condiciones necesitan una subida del salario mínimo interprofesional que llegue a los 1.100 euros”, ha añadido el máximo responsable de UGT.
“Estamos aquí para seguir rompiendo mantras sobre cómo se deben afrontar las crisis”, ha analizado, por su parte, Unai Sordo, secretario general de CC OO. “España sufre una crisis de precios que es consecuencia del incremento de muchos costes energéticos, pero que tiene que ver también con la decisión de las empresas y de las patronales de repercutir ese incremento de costes a los precios para salvaguardar sus márgenes y sus beneficios empresariales. Y a la vez que hacen esto, pretenden congelar los salarios. No vamos a tolerar que esta crisis de precios la vuelva a pagar en exclusiva la clase trabajadora”, ha ampliado Sordo, quien ha advertido a los empresarios que de no lograrse un acuerdo general, desde ambos sindicatos plantean diseñar un calendario de huelgas en aquellos sectores en los que se esté negociando en estos momentos un convenio colectivo.
Ambiente festivo
Durante los trayectos desde la Plaza de España, Atocha y Puerta de Toledo, de donde han partido las distintas columnas de manifestantes, los asistentes han ido animados por batucadas, mientras muchos de ellos coreaban proclamas como Si esto no se apaña: caña, caña y caña, y lucían pancartas con lemas como ¡Es inflación!, grita el ladrón o Stop carestía, robo día a día. Muchos de ellos portaban también camisetas en las que se podía leer Si le ponemos ganas, nos beneficiamos todos.
La manifestación, en la que ha imperado el ambiente festivo, ha estado marcada en un inicio por la lluvia, que ha desaparecido al tiempo que las tres columnas llegaban a la plaza Mayor. Desde lo alto de un escenario situado en uno de los laterales, se han ido recordando (y celebrando) los distintos convenios que se han firmado en las últimas semanas en empresas y sectores de todo el país. Y también se ha cargado contra la patronal CEOE, a la que los sindicatos acusan de no querer pactar subidas salariales con cláusulas que permitan actualizarlas al final de cada año para ajustarlas de acuerdo con el IPC. “¡A ver si se entera el señor Garamendi, o salario o conflicto!”, ha gritado uno de los organizadores.
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