Tesla se convierte en el fabricante de coches con mayores beneficios de EE UU tras un 2022 récord
Elon Musk asegura que la demanda se ha disparado con las rebajas de precios y que la compañía podría llegar a vender dos millones de coches este año
Otro trimestre récord y otro año récord. Así empieza Tesla su mensaje a los accionistas con los resultados del cuarto trimestre y del conjunto del ejercicio 2022. La compañía ha aumentado casi un 60% su beneficio en el cuarto trimestre, hasta 3.700 millones de dólares, y en el conjunto del año, ha duplicado con creces sus ganancias, hasta 12.556 millones, lo que la situará como la automovilística estadounidense con mayores beneficios, por delante de General Motors (GM) y Ford. GM, el rival a batir, anunció al cierre del tercer trimestre que esperaba acabar 2022 con un beneficio entre 9.600 y 11.200 millones de dólares.
La empresa dirigida por Elon Musk logró sus primeros beneficios anuales en 2020, con solo 721 millones, y los multiplicó en 2021, hasta los 5.519 millones. En 2022, los ingresos han crecido un 51%, hasta 81.462 millones. Aunque el margen bruto de la venta de coches se ha deteriorado algo, la empresa ha sabido mantener a raya los costes operativos, lo que ha impulsado el beneficio. La empresa ha contenido también las inversiones, con lo que su flujo de caja libre aumenta un 51% y su posición de caja neta crece hasta un récord de más de 22.000 millones.
Pese a esos resultados, la empresa se muestra cauta con el futuro: “A medida que avanzamos hacia 2023, sabemos que existen dudas sobre el impacto a corto plazo de un entorno macroeconómico incierto y, en particular, con la subida de los tipos de interés. El equipo de Tesla está acostumbrado a los retos, dada la cultura necesaria para llevar a la empresa hasta donde está hoy. A corto plazo, estamos acelerando nuestra hoja de ruta de reducción de costes y avanzando hacia mayores tasas de producción, al tiempo que nos mantenemos centrados en la ejecución de la siguiente fase de nuestra hoja de ruta”, indica en su presentación de resultados.
Tesla intenta aplacar los temores sobre las rebajas de precios que está necesitando acometer para dar salida a la producción, que previsiblemente erosionarán más los márgenes. En general, explica, el precio medio de venta de sus coches ha seguido una trayectoria descendente durante muchos años. “Es necesario mejorar la asequibilidad para convertirse en un productor de varios millones de vehículos”, subraya.
Explica que mientras los ingresos medios por vehículo se redujeron a la mitad entre 2017 y 2022, el margen operativo mejoró constantemente gracias a la introducción de modelos de menor coste, la construcción de grandes fábricas más eficientes, la reducción de costes de los vehículos y el apalancamiento operativo. Con todo, el margen bruto se ha deteriorado especialmente en el cuarto trimestre, en el que ha sido del 25,9%, frente al 30,6% de un año antes.
Hasta dos millones de vehículos
Las ventas frenaron a finales del año pasado su crecimiento exponencial. En el cuarto trimestre la facturación aumentó un 37% interanual, un ritmo mucho menor que los anteriores trimestres. “Tenemos previsto aumentar la producción lo más rápidamente posible, de acuerdo con el objetivo de un crecimiento medio anual del 50% que empezamos a fijar a principios de 2021. En algunos años creceremos más rápido y en otros más despacio, dependiendo de una serie de factores. Para 2023, esperamos mantenernos por delante del objetivo a largo plazo del 50% de crecimiento anual constante, con alrededor de 1,8 millones de coches para ese año”, explica la empresa.
En la conferencia con analistas, Elon Musk ha ido más allá, al señalar que las ventas se han disparado con las rebajas de precios. “Estos cambios de precios marcan la diferencia para el consumidor medio”, ha dicho en su presentación inicial y ha asegurado que en lo que va de año “los pedidos casi duplican el ritmo de producción”. En las preguntas posteriores, ha señalado que el potencial de producción interno de producción de la compañía es cercano a los dos millones de vehículos para este año. Eso sí, contando con que no haya problemas en la cadena de suministro ni grandes perturbaciones externas (”terremotos, tsunamis, guerras, pandemias”, ha dicho). Y ha asegurado que también habría demanda para alcanzar esos dos millones de coches vendidos, aunque ha matizado: “No nos comprometemos a eso”.
El objetivo a largo plazo de Tesla es llegar a los 20 millones de vehículos en 2030, lo que le convertiría en claro líder mundial por ventas. La firma fabricó 1,37 millones de coches en 2022 y esos 1,8 millones que se ha puesto como meta para 2023 implican un crecimiento ligeramente por encima del 30%. Si la empresa dice que sigue por delante del objetivo es porque acumula años previos de crecimiento muy rápido. Además, hasta ahora Tesla tenía lista de espera para vender sus coches y su límite era lo que era capaz de producir. Desde el año pasado, sin embargo, se ha encontrado con que se le acumulan existencias sin vender. Decepcionó con el ritmo de entregas del cuarto trimestre, aunque se ha ido recuperando del castigo bursátil que sufrió por ello.
La compañía que dirige Elon Musk, en todo caso, perdió casi dos tercios de su valor en 2022. Analistas e inversores alertan de que la fuerte competencia en el coche eléctrico erosionará su cuota de mercado. Tesla llegó a valer más de un billón de dólares, tanto como todas las demás compañías automovilísticas, pese a que fabrica poco más de un 1% de los coches de todo el mundo.
Musk ha aprovechado la conferencia con analistas para hacer publicidad de Twitter como una gran herramienta para aumentar las ventas de Tesla y las de cualquier compañía que quiera anunciarse en la red social que compró a finales de octubre del año pasado por unos 44.000 millones de dólares y que ha gestionado de forma algo caótica desde entonces.
Al magnate le han preguntado si su actividad desatada en Twitter, donde ha adoptado posturas derechistas y ha pedido el voto para el Partido Republicano, puede ahuyentar a potenciales clientes de Tesla. “Déjame mirar mi cuenta. Vale, tengo 127 millones de seguidores. Eso sugiere que soy razonablemente popular, podría ser que no sea popular con algunos, pero para la mayoría, esa cifra de seguidores habla por sí sola”, ha contestado.
El empresario de 50 años sometió a votación en la red social si debía dejar de ser el consejero delegado de Twitter. Los usuarios le dijeron que se fuese y él dijo que lo haría cuando encontrase “alguien lo suficientemente estúpido” para sustituirle. Ha pasado algo más de un mes y, por lo que se ve, sigue sin encontrarlo.
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