Meloni prescinde de Francesco Starace al frente de Enel, la matriz italiana de Endesa
Flavio Cattaneo, cercano a Salvini y a Berlusconi, será el nuevo consejero delegado de la eléctrica semipública. Tendrá que gestionar una elevada deuda y pilotar la transición a las renovables
La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, destapa sus cartas en las principales empresas estatales del país. Y entre ellas no está el nombre de Francesco Starace, hasta ahora consejero delegado de Enel, la eléctrica semipública dueña del 70% de la española Endesa. Su reemplazo será Flavio Cattaneo. En la petrolera Eni, otra de las empresas cuya dirección estaba en el aire, la dirigente ultraderechista ha optado por la continuidad: Claudio Descalzi permanecerá como primer ejecutivo. Las especulaciones en torno a si Meloni optaría por una mujer para los cargos han acabado en nada: seguirán siendo dos hombres los que continúen al frente de las mayores energéticas del país.
“Los nombramientos de los nuevos altos directivos de Eni y Enel son el resultado de una evaluación cuidadosa de sus competencias y no de a qué partido pertenezcan”, ha subrayado el Gobierno italiano en un comunicado. “Es un excelente resultado del trabajo en equipo del Gobierno. Gracias a aquellos que han servido a Italia con pasión en estas empresas, deseo a los próximos administradores un buen trabajo. Su tarea es obtener resultados económicos sólidos y duraderos en interés de la nación que representan en todo el mundo”. Tanto las acciones de Enel como las de Endesa han recibido la noticia con fuertes caídas, que a mediodía rondaban el 3,5% y el 1,2%, respectivamente.
Scaroni, también próximo a Berlusconi, asumirá la presidencia no ejecutiva
El proceso de selección ha durado meses y ha generado enormes tensiones en el gobierno de coalición formado por Hermanos de Italia, la Liga y Forza Italia. Cada partido ha querido colocar a gestores cercanos a su órbita y ha habido que encontrar un difícil equilibrio. Al frente de Enel, finalmente, se ha nombrado a dos nombres cercanos y muy queridos por Silvio Berlusconi: el propio Cattaneo y Paolo Scaroni, que será presidente no ejecutivo.
Scaroni era actualmente el presidente del AC Milan (el histórico club de fútbol que fue propiedad del dueño de Mediaset) y había estado al frente de Eni en 2006, cuando esta era socio principal de la rusa Gazprom. Su cercanía a ese mundo ruso había creado ciertas reticencias para su nombramiento en el entorno de Meloni. Pero las presiones de Berlusconi, incluso estando convaleciente en el hospital, parece que han surtido efecto.
Cattaneo, nuevo consejero delegado de Enel —en la que el Estado italiano tiene casi el 24% del capital—, procede de la compañía de trenes de alta velocidad Italo, en la que ejerce como vicepresidente ejecutivo. Es visto como cercano a la Liga Norte de Matteo Salvini, hoy ministro de infraestructuras y Transportes. Asumirá, así, las riendas de una de las mayores eléctricas de Europa —con una posición de fortaleza en varios mercados del Viejo Continente y también en América Latina, donde tiene importantes posiciones en países como Chile, Colombia o Perú—, pero también fuertemente endeudada —su pasivo acumulado ronda los 60.000 millones de euros— y en pleno proceso de desinversiones para poder reducir el peso de esa losa.
Aunque llega al cargo a propuesta de Salvini, Cattaneo también comenzó su carrera como manager de la mano de Berlusconi, que lo nombró director de la RAI (la compañía pública de radiodifusión) con solo 39 años, en 2003. Es, sin embargo, un viejo conocido del sector energético: estuvo tres mandatos consecutivos al frente de Terna (de 2005 a 2014), la empresa que gestiona la red eléctrica nacional. Y el Gobierno considera que esa experiencia será útil para liderar una empresa como Enel, que atraviesa un momento de gran complejidad: por su enorme deuda y por el proceso de transición ecológica en el que se ha embarcado el país con los fondos de recuperación europeos. En esa carrera, Italia marcha varios cuerpos por detrás del resto de grandes potencias europeas.
El jefe de Endesa, con tres años más de contrato
En clave española, y a pesar de la evidente cercanía entre Starace y el primer ejecutivo de Endesa, José Bogas, el movimiento no debería desatar una gran marejada de fondo a corto plazo: hace menos de un año, Bogas renovó en su cargo para cuatro ejercicios más. La buena marcha de Endesa en 2022 la ha convertido en uno de los puntales de la cuenta de resultados de Enel, y es —junto con Latinoamérica— una de las joyas de la corona del grupo y uno de sus principales vectores de crecimiento en los próximos años. En 2023, la italiana recibirá más de 1.000 millones en dividendos tras el resultado récord de su filial española.
A finales de febrero, en una conversación con este diario, Starace afirmaba tener una “buena relación” con la primera ministra y confiaba en continuar en el cargo: “Las dos veces que fui renovado pasó lo mismo. Siempre hay alguien que dice que se busca un reemplazo para mí... Lo que no significa que haya alguien que crea que es buena idea poner a alguien en mi puesto”. Ese alguien ha acabado siendo Meloni.
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