La transición energética abre un nuevo futuro para los territorios y sus gentes
La desaparición de las centrales de carbón dibuja un nuevo escenario. El cambio hacia fuentes de energía más limpias y sostenibles puede traer beneficios para las regiones, su población y su medio ambiente. El proyecto ‘El legado que seremos’ del fotógrafo documentalista Álvaro Ybarra Zavala, apoyado por Endesa, ilustra a través de instantáneas cómo esa transición hacia una energía más sostenible está llena de esperanza
La transición energética representa uno de los mayores desafíos para el ser humano en el siglo XXI. Implica una transformación rigurosa en el sistema energético, al pasar de fuentes de energía contaminantes a alternativas más limpias. Pero no es la única.
En la última década se han producido avances significativos, tal y como refleja el Índice de transición energética (IET) del Foro Económico Mundial. Sin embargo, para asegurar un futuro más sostenible todavía quedan pasos por dar. Los expertos y las compañías del sector consideran fundamental involucrar a la sociedad y concienciarla sobre la importancia de realizar este cambio y las nuevas oportunidades que ofrece.
El legado que seremos, por ejemplo, pretende visibilizar esa transición energética justa y su impacto en la sociedad española. Es un proyecto creado por el reconocido fotógrafo documental Álvaro Ybarra Zavala (Bilbao, 1979) y patrocinado por Endesa. Muestra el pasado, el presente y el futuro energético de un país con una arraigada tradición carbonera, para poner el acento tanto en los retos como en las oportunidades que se presentan en este camino hacia las energías renovables, hacia la transición energética.
Documentar el cambio
El legado que seremos surge por el afán de Ybarra Zavala de inmortalizar los procesos de cambio. Como él mismo reconoce, la transición energética es algo que le obsesiona. “Está cambiando el mundo tal y como lo conocíamos”, explica. “El Legado... quiere dejar un testimonio, sin activismos, de todo este proceso, para que el tiempo y la historia permitan a cada uno sacar sus propias conclusiones: qué se quiso hacer, qué se pudo hacer y qué se nos dejó hacer”.
El proyecto se articula sobre cinco ejes principales: la descarbonización, el impacto social y económico en las regiones tradicionalmente vinculadas al carbón, la transformación de los usos energéticos en la vida cotidiana, la revolución que está viviendo el sector energético y la colaboración de Endesa como actor principal en este proceso. “Nos estamos jugando muchísimo en la transición energética, es un tema tremendamente serio que se acelera por la amenaza del cambio climático”, advierte el fotógrafo.
El proceso de descarbonización
El legado que seremos narra con imágenes el fin de la era del carbón y la forma en que este está siendo sustituido por energías renovables. Describe el desmantelamiento de las centrales y el avance de las energías limpias, así como la importancia de la economía circular, la sostenibilidad y la transformación económica que conlleva esta metamorfosis. “Estamos hablando de un cambio de ciclo que también está transformando nuestra geografía, nuestra sociedad y nuestro territorio”, cuenta Ybarra.
Ybarra no puede ocultar su entusiasmo por el proyecto. “Recuperar la identidad de estas regiones y observar de cerca cómo están evolucionando, comprender cómo se adaptan a los cambios y aprovechan las oportunidades que surgen en el sector de las energías renovables resulta esencial para garantizar una transición justa hacia un futuro más sostenible y equitativo para todos”, reflexiona.
Renovación en los territorios
El cierre de las centrales térmicas de carbón de Endesa en As Pontes (A Coruña), Litoral (Almería), Compostilla (León) y Andorra (Teruel) ha generado un importante impacto social y económico en estas comarcas. “Hay zonas en las que [la transición] va a ser más visible. Son las regiones tradicionalmente marcadas por el carbón y que ahora le dicen adiós”.
Las comunidades locales, que dependían en gran medida del empleo generado por esta industria, han experimentado una profunda transformación. Desde las costumbres y tradiciones hasta la modificación del paisaje demográfico, cada aspecto de la vida en estas zonas se ha visto afectado por la transición hacia fuentes de energía más sostenibles. “Se trata de dejar atrás esos titanes, despedirte con cariño y ver los nuevos retos y, sobre todo, las oportunidades que brindan las renovables”, cuenta Ybarra Zavala.
La descarbonización es un cambio de ciclo que también está transformando nuestra geografía, nuestra sociedad y nuestro territorioÁlvaro Ybarra, fotoperiodista
Revolución energética
La descarbonización tiene una clara dimensión medioambiental y social. Es importante entender cómo las comunidades locales y la biodiversidad se benefician de esta transición. Ybarra Zavala es un espectador de excepción en este cambio. “Se están recuperando sectores del pasado. En Andorra, por ejemplo, se están recuperando los olivos, y llega gente nueva a cubrir la cantidad de puestos de trabajo que se generan por las recuperaciones forestales. Es como si la descarbonización devolviese a los territorios su ADN original”, detalla.
Además, la transición hacia las energías renovables implica una revolución tecnológica que abre un amplio abanico de posibilidades para las nuevas generaciones, fomentando el arraigo en los territorios y la creación de nuevas formas de vida y trabajo. “Tengo la oportunidad de coincidir con tres generaciones diferentes, observando las historias humanas, las experiencias vividas en diferentes fases de la historia vinculadas con diferentes transiciones energéticas”, relata Ybarra.
Un legado que une pasado, presente y futuro
Poner cara a las personas y empresas que lideran la transición energética es esencial para comprender y valorar su importancia. Endesa tiene una profunda y extensa encomienda en este campo. “Sin duda, no podría haber un compañero de viaje mejor”, asegura Ybarra Zavala.
A través de las imágenes tomadas por el fotógrafo se observa el compromiso de la compañía con las regiones que forman parte de su historia y cómo ese vínculo sigue vivo y en evolución gracias a la transición energética. “Podrían haberse marchado sin más, dejar todo abandonado, pero no ha sido así”, argumenta. La narrativa visual de El legado... es un tributo al pasado y una expresión de esperanza y optimismo hacia el presente y el futuro.
Un proyecto vivo
El legado que seremos no es un proyecto acabado: se extenderá hasta 2026. “Para poder dejar un testimonio visual de lo que estamos viviendo se necesita una horquilla de tiempo que permita ver los cambios en el territorio, apreciar los retos y los logros que se han conseguido. Y también, los que no se han conseguido”, concluye Ybarra Zavala.
La plataforma integrada en la web de Endesa constituye la columna vertebral de este proyecto. Para aumentar su visibilidad, se complementa a través de otros medios como las redes sociales. Además, se planea la realización de exposiciones en los territorios protagonistas de la transición energética, donde se podrán incorporar experiencias y testimonios enriquecedores.