El BCE avisa de que las subidas de tipos pueden destapar las debilidades de la banca
Guindos cree que todavía no ha llegado el momento de cantar victoria con la inflación, pese a la bajada en España y Francia
Las buenas noticias empiezan a llegar a Europa. La inflación, también la subyacente, empieza a ceder en Alemania, España y Francia, incluso más de lo previsto por los mercados. Estos dan por hecho que el Banco Central Europeo (BCE) subirá en junio el precio del dinero en un cuarto de punto, pero esa escalada podría estar llegando a su fin. Sin embargo, los continuos aumentos de los tipos de interés amenazan con poner a prueba la resistencia de familias, empresas, gobiernos y algunos mercados, como el inmobiliario. Y ello podría destapar nuevas vulnerabilidades del sector inmobiliario y en los fondos de inversión. “Las perspectivas de estabilidad financiera siguen siendo frágiles”, apunta la institución.
Las subidas de los tipos de interés revelaron las debilidades de los balances de la banca regional estadounidense y suiza. Eso desembocó en el colapso de bancos tan emblemáticos como el Silicon Valley Bank, símbolo del pujante sector de las startups, o de Credit Suisse, el emblema de una de las mayores fortalezas financieras mundiales. Las turbulencias llegaron a la zona euro y acecharon a entidades como Deutsche Bank, pero acabaron por escampar. El BCE decidió seguir con sus planes de subir los tipos, que ahora están en el 3,75%, a pesar de la volatilidad en los mercados. Y si bien la inflación empieza ya a relajarse, se espera todavía alguna otra subida. “Los datos de inflación de hoy y ayer [en referencia a España, Francia y Alemania] fueron positivos”, ha admitido el vicepresidente del BCE, Luis de Guindos. No obstante, ha añadido: “La victoria sobre la inflación todavía no está aquí”.
Fráncfort sigue creyendo que la banca de la zona euro es fuerte y solvente. Y que así lo ha demostrado durante el colapso de las entidades estadounidenses gracias a “las fuertes posiciones de capital y liquidez resultantes de los esfuerzos de los reguladores y supervisores en los años recientes”, según indica el Financial Stability Review semestral que ha publicado este miércoles el BCE. El documento abunda sobre las señales que Fráncfort ha lanzado en los últimos meses sobre el sistema financiero acerca de las necesidades de poner todo el énfasis sobre la liquidez de la banca. Según la institución presidida por Christine Lagarde, ya se perciben signos de “deterioro” en la calidad de las carteras y los préstamos expuestos a los segmentos del inmobiliario comercial, las pequeñas empresas y los créditos a empresas. “Por lo tanto, los bancos pueden necesitar reservar más fondos para cubrir pérdidas y administrar sus riesgos crediticios”, añade.
“La estabilidad de precios es clave para una estabilidad financiera duradera”, ha afirmado Guindos, quien ha admitido: “Pero a medida que endurecemos la política monetaria para reducir la alta inflación, esto puede revelar vulnerabilidades en el sistema financiero”. El vicepresidente del BCE ha llamado a los gobiernos europeos a recuperar el proyecto de Unión Bancaria, que ha quedado atascado por las diferencias entre Norte y Sur sobre el seguro europeo de garantía de depósitos y los límites a la exposición de la banca a la deuda soberana. “Es fundamental que controlemos las vulnerabilidades e implementemos completamente la unión bancaria para mantenerlas bajo control”, ha urgido Guindos.
El BCE ha puesto la lupa, en concreto, en dos ámbitos. El primero, el sector inmobiliario, cuyos precios no han hecho sino crecer en los últimos años. Según la autoridad monetaria, los incrementos de precios de la vivienda ya se han ido enfriando en los últimos meses, reduciendo la “sobrevaloración” del sector. Peores perspectivas tienen, a juicio del Eurobanco, los activos comerciales, que “continúan en recesión, afrontando condiciones de financiación más estrictas y unas perspectivas económicas incierta”, así como “una demanda más débil después de la pandemia”.
Los riesgos del sector inmobiliario están vinculados, de hecho, con la otra amenaza que vislumbra el BCE y de la que viene avisando desde hace ya varias semanas: la llamada banca en la sombra. El informe señala que “la corrección en curso” podría “poner a prueba la resistencia de los fondos de inversión con intereses en el sector inmobiliario comercial”. Sin embargo, no son los únicos instrumentos bajo la lupa de Fráncfort. “Los fondos de inversión siguen siendo vulnerables a los ajustes de precios de los activos”, apunta el BCE. En la memoria reciente de la institución está la crisis financiera en el Reino Unido, en la que los fondos exhibieron una falta de liquidez ante las retiradas masivas. Las condiciones de financiación más estrictas, las valoraciones más elevadas y la menor liquidez en los mercados, según el BCE, pueden aumentar el riesgo de que un ajuste se vuelva desordenado.
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