La gran empresa española confía en crecer ante retos como la ciberseguridad y la inteligencia artificial

La marcha de la economía española, con previsión de un crecimiento del 2,7% en el PIB de 2024 y del 2,4% para 2025, sumada a buenas perspectivas empresariales abonan el terreno de las contrataciones de personal. Así lo refleja la encuesta realizada por la consultora KPMG entre los consejeros delegados de medio centenar de compañías con actividad en este país, información que se integra en la décima edición del informe KPMG CEO Outlook. Un trabajo que extrae conclusiones sobre estrategia corporativa a través de las opiniones de 1.325 primeros ejecutivos al frente de entidades de 11 países con más de 500 millones de facturación anual.

En el caso de los directivos españoles, y en pleno debate sobre la jornada laboral, el 98% asegura que la plantilla de sus empresas habrá subido al finalizar el presente ejercicio, en comparación con un 90% que tenía esa impresión en la edición de 2023. Respecto a la evolución económica, ocho de cada diez son optimistas cuando se les pregunta sobre el cumplimiento de las expectativas de desarrollo económico.

La lectura que hace sobre estos datos el presidente de KPMG España, Juanjo Cano, es que “los primeros ejecutivos mantienen su compromiso con el empleo y afianzan el peso de los asuntos ESG [medio ambiente, sociedad y gobierno corporativo] y la IA [Inteligencia Artificial] generativa como palancas de crecimiento empresarial, poniendo siempre en el centro de sus estrategias a sus profesionales y considerando también al resto de grupos de interés”. En las diez ediciones de este informe al menos el 70% de los encuestados mantuvo la intención de reforzar sus compañías a través de contrataciones.

Sobre los riesgos que amenazan la evolución de los mayores grupos empresariales, tanto en España como en el resto de países analizados destacan los operacionales, la ciberseguridad y el comportamiento de las cadenas de suministro, amenazadas estas últimas por la inestabilidad geopolítica y los precios de las materias primas. Tres puntos críticos a los que en España se suma el riesgo reputacional, a la vista de un mayor foco de la sociedad sobre la actividad de las empresas.

La mayoría de los 50 líderes encuestados por KPMG en España también se muestran esperanzados con el paso marcado en sus propias compañías: un 76% confía en el crecimiento de estas en los próximos tres años. Este último índice baja 10 puntos respecto a la respuesta obtenida en 2023, pero está en línea con las expectativas recogidas en el resto de los países. En términos de ingresos, todos los participantes de grupos españoles prevén una mejora en el citado periodo de tres años, y siete de cada diez la fijan en más de un 2,5%. En este caso son las empresas de este país las que trasladan las estimaciones más altas.

Independientemente de la situación económica, el 60% de los participantes dice tener clara la prioridad de invertir en tecnología, aunque una mayoría piensa que los frutos de ese esfuerzo se recogerán a medio plazo, no antes de tres años. Sobre la mesa de un 16% de los consejeros delegados está la implementación de la inteligencia artificial aplicada a sus actividades; un 22% también ha dado o está dando orden de actuar en iniciativas de ESG como generadoras de valor, y de nuevo el 16% reconoce diseñar medidas para hacer frente a posibles presiones inflacionarias, lo que ya era motivo de alta preocupación en 2023.

El debate ético aflora cuando la consultora ha preguntado sobre la IA, además de trascender una preocupación sobre la ciberseguridad y la falta de formación entre las plantillas para aprovechar el potencial de esta herramienta. Otras barreras son la del lento ritmo al que avanza la regulación y los altos costes de implantación de la IA generativa. Sobre la ola de inquietud que ha generado entre los trabajadores esta irrupción tecnológica, el 80% de los directivos descarta que su aterrizaje vaya a poner en jaque un considerable número de empleos.

El socio director de KPMG Abogados, Alberto Estrelles, considera que “el papel de los departamentos legales corporativos va a ser determinante en las dos prioridades estratégicas que destacan los CEOs que han participado en el informe. En lo que respecta al ESG, resulta prioritario realizar una revisión exhaustiva de dichas prácticas para adaptarse al creciente escrutinio por parte de los grupos de interés, mientras que la IA abre nuevas vías para optimizar el cumplimiento de normativas fiscales y regulatorias cada vez más complejas”. Este experto advierte que “una planificación sólida y ética en la estrategia de las compañías es imprescindible, no solo para cumplir con las expectativas, sino para liderar con responsabilidad”.

Una carta del presidente de KPMG España, Juanjo Cano, encabeza la nueva entrega del KPMG CEO Outlook, en la que sostiene la necesidad de contrastar “las tendencias identificadas en España con las detectadas a escala global y profundizar en sus causas, así como analizar la evolución de estas con el objetivo de identificar cambios en las prioridades estratégicas de los primeros ejecutivos”. En los últimos diez años, los directivos han afrontado retos como el de la remontada a la crisis financiera, el impacto de la pandemia o la reciente escalada de la inflación. Al mismo tiempo, subraya Cano, “han desplegado estrategias para consolidar la digitalización y la sostenibilidad como motores de crecimiento de sus organizaciones”.

La sensación de estar sometidos a una fuerte presión para la obtención de resultados es generalizada en los despachos de quienes toman decisiones, y prácticamente nueve de cada diez participantes españoles en la encuesta reconocen que la coyuntura de los últimos años ha elevado esa exigencia. Este porcentaje, del 88%, supera en 16 puntos la media global.