Óscar Puente: “No habrá límites para reponer las infraestructuras: lo que se tenga que gastar, se gasta”

Óscar Puente (Valladolid, 54 años) calcula que la alta velocidad entre Madrid y Valencia se restablecerá en dos semanas. El ministro de Transportes también es optimista con el ritmo de la evolución de los trabajos en las conexiones de las carreteras estatales tras la dana que ha causado más de 200 víctimas en Valencia. Puente, en cambio, es pesimista sobre la recuperación a corto plazo de las plenas comunicaciones en algunas localidades de la zona cero arrasada por las riadas. El ministro evita el choque pese al malestar del Gobierno con el PP.

Pregunta. ¿Cuál es la dimensión de la crisis?

Respuesta. La magnitud de esta catástrofe no tiene precedentes en la historia de nuestro país. Ni siquiera parecidos. No es equiparable a otras catástrofes como la de 1957. Estamos hablando de una provincia entera y estamos hablando de otros tiempos. No es comparable la red de infraestructuras que había en los años 50 del siglo XX con la que hay ahora. Ahora es una red muy tupida, con muchas ramificaciones, que en este momento está seriamente dañada. El drama es que vamos a tener libre acceso de entrada y salida a la provincia a través de las vías principales y a la capital, pero hay muchas localidades dentro de la provincia de Valencia, en el interior y en el área metropolitana, con serias dificultades de comunicación porque la red está prácticamente destruida.

P. ¿En qué estado se encuentra la red estatal de carreteras?

R. Probablemente en muy poco tiempo tendremos toda la comunicación con Valencia y desde Valencia por carretera completamente restablecida en las grandes vías. Hemos recuperado ya una parte de la red de carreteras del Estado que estaba inhabilitada: este jueves teníamos 80 kilómetros inhabilitados y este viernes esa cifra se ha reducido a 57 kilómetros. Hemos abierto la V-30 y la V-31, la circulación en la circunvalación de Valencia están completamente operativa. En la retirada de vehículos no se va a tardar mucho, hablamos de algún día más, pero ese no es el problema principal en la red de carreteras.

P. ¿Cuál es ahora mismo la infraestructura estatal de comunicaciones que más le preocupa?

R. La autovía A-7 tiene en este momento el punto más crítico, un viaducto que ha colapsado [en el término municipal de Quart de Poblet, muy cerca del cruce con la A-3]. Estamos en obras desde este jueves por la tarde-noche y se está trabajando a tres turnos, cubriendo las 24 horas del día. Vamos a intentar en un plazo máximo de dos semanas tener ya la A-7 reconectada provisionalmente en ese punto concreto en el que lo que se está haciendo es un bypass a base de unos cajones en paralelo para que pueda circular el tráfico. Es una solución de carácter provisional que va a permitir pasar por ese punto a 40 kilómetros por hora. En el resto de la A-7 se circula con normalidad. La A-3 está abierta pero hay zonas dañadas, tenemos todavía coches que se están retirando y, aunque está abierta, en alguna parte no hay un carril lineal. Estamos trabajando también ahí de manera muy intensa.

P. ¿Qué hay del resto de carreteras?

R. Mi competencia se centra en las vías de titularidad del Estado, no la tengo sobre las carreteras autonómicas, provinciales y locales. Lo que se me traslada es que todo lo relativo a las vías comarcales, autonómicas y locales es un como un queso gruyere. Hay muchas localidades que están aisladas por carretera y no hay forma de llegar a ellas vía terrestre. En la denominada zona cero hay algunos pasos subterráneos que no se han despejado todavía, que están inundados y están llenos de coches. Probablemente van a tardar semanas en poder estar comunicadas. Se van a usar medios aéreos para el transporte de personas y provisiones en esos lugares que van a ser inaccesibles por tierra durante bastante tiempo.

P. ¿Qué llamamiento hace para evitar el caos en las carreteras las próximas semanas?

R. Restringir los movimientos al mínimo necesario. Si no es necesario, por favor, hay que quedarse en casa y hay que tener paciencia, es una situación muy extrema. Hay que seguir las recomendaciones del CECOPI, de Protección civil y ser disciplinados. Necesitamos las vías libres para los servicios de emergencia, para que el Ejército pueda acceder a las zonas afectadas, necesitamos las vías libres para los suministros. Todo lo que sea reducir la movilidad al máximo, bienvenido.

P. ¿Cuándo se restablecerá la conexión ferroviaria de alta velocidad?

R. Tenemos que reponer íntegramente 1,2 kilómetros de vía en la red de alta velocidad, pero los daños han sido mucho menores que en el resto de vías de comunicación y somos optimistas. Creemos que en un plazo máximo de dos semanas vamos a tener operativa la línea de alta velocidad Madrid-Valencia. Nos hemos llevado una buena noticia con el túnel de Torrent, de tres kilómetros. Estaba completamente inundado y nos temíamos que pudiera haber daños serios pero y afortunadamente, como la vía está estuchada, es una vía con hormigón, no es con balastro, con piedras, sino que va embutida en hormigón, pues nos hemos encontrado que el hormigón está intacto y las vías también, con lo cual estamos simplemente con tareas de limpieza, sacando agua y barro. En el túnel de Chiva tenemos 300 metros a cada lado completamente dañados, la cimentación de las vías está desaparecida: hay que levantar toda esa vía y volver a cimentarla y colocarla.

P. ¿La interrupción del servicio de alta velocidad entre Madrid y Valencia se puede paliar con medios alternativos para enlazar ambas ciudades?

R. He hablado con Iberia y les he pedido que se refuerce la comunicación aérea Madrid-Valencia y se está reforzando también la comunicación por autocar. Pero insisto, vamos a tardar poco tiempo en poner en marcha de nuevo la línea de alta velocidad. Este sábado se reabre el servicio ferroviario Euromed entre Valencia y Barcelona.

P. ¿Y la red de Cercanías?

R. El daño en la red de Cercanías es brutal en tres de las cinco líneas de las que dispone Valencia. En las líneas C5 (Valencia Nord-Caudiel) y C6 (Valencia Nord-Castelló) estábamos a expensas de la autoridad en materia de Protección Civil: este sábado restablecemos los servicios en ambas líneas de forma limitada para facilitar la movilidad imprescindible. Las líneas C1, C2 y C3 están completamente inutilizadas y prácticamente destruidas en al menos 80 kilómetros de su trazado. Cuarenta y cinco de los 90 kilómetros de la C3 están en la denominada zona cero y ahora mismo son imposibles de recuperar. Solo lo conseguiremos con una reconstrucción completa de esa parte del trazado. En cuanto a la C1 y C2, tenemos ocho kilómetros comunes de las dos líneas también en la zona cero y también están destruidos. En la C2 hay otros 25 kilómetros que vamos a tener que rehabilitar por completo. Además hay muchos coches todavía sobre las vías.

P. ¿Cuál es la situación en el resto de la red de transportes?

R. Vamos a abrir el tráfico ferroviario de mercancías este viernes por la tarde ya de Valencia a Zaragoza y a Teruel. Entendemos que nos puede dar un desahogo con los camiones. Las infraestructuras aeroportuarias y portuarias no tienen ningún daño. Están disponibles y operativas.

P. ¿Tiene ya una estimación del coste de las obras para la reconstrucción de la red de infraestructuras?

R. No estoy preocupando por eso. Lo que tenga que ser, será. Nosotros no vamos a poner limitaciones para reponer las infraestructuras. Lo que haya que gastar, se gasta. Llevamos 24 horas y ya hemos habilitado 25 millones, firmados ya y con las obras en marcha, para la A-7 y las carreteras nacionales 330 y 322. Adif tiene su propio presupuesto y su propia dinámica, empleará lo que sea necesario.

P. ¿Ha mantenido contactos con el sector privado para movilizar a las especialistas en obra civil?

R. Tenemos un sector público tan bueno, potente y comprometido que no ha hecho falta.

P. Confía en que funcione la contratación por vía urgente y que la reconstrucción no se ralentice?

R. Hemos tenido que contratar de emergencia y somos muy transparentes con los criterios, que han sido básicamente de disponibilidad inmediata del material. Estamos contratando con empresas solventes, conocidas, locales, pegadas al territorio y con disponibilidad inmediata para proceder al trabajo.

P. ¿Habrá nuevos concursos o extensiones de los contratos a las empresas de conservación de las carreteras?

R. Para más adelante sí, pero ahora mismo lo que teníamos que hacer es contratar de emergencia. Necesitamos abrir [vías] y si puede ser en 10 días, mejor que en 15.

P. La dana mantiene bajo aviso a Baleares, Cataluña y la Comunidad Valenciana. ¿Le han reportado destrozos en las infraestructuras en otras partes del país?

R. En Huelva no hemos tenido destrozos reseñables, en Málaga sí pero ya lo hemos resuelto, en Cádiz no parece que haya grandes daños, en Almería parece que los daños son en la red provincial, en Castellón y en Tarragona no nos ha llegado tampoco nada excesivamente preocupante... En fin, no ha habido nada fuera de lo normal. Ahora mismo todo está centrado en Valencia, que es donde está el problema fundamental.

P. ¿Cómo está siendo la colaboración con la Generalitat valenciana? ¿Se han planteado tomar el control de la gestión? El Gobierno se ha incorporado este viernes al Centro de Coordinación Integrado de la Comunidad Valenciana.

R. Nosotros estamos en colaborar y sumar. Tenemos un país descentralizado, con una normativa muy concreta respecto a dónde recaen las competencias de cada uno. Lo que no puede ser es que reneguemos de nuestro sistema en función de determinadas circunstancias. No debemos confundir la arquitectura institucional del Estado, con el mayor o menor grado de cumplimiento de una determinada institución con lo que son sus competencias. Yo quiero creer en la cooperación institucional, quiero creer, y no quiero ir más allá. En el Gobierno nos hemos propuesto centrarnos en la solución de los problemas en esta crisis. Hay otros que parece que están más pendientes del relato y de eludir o buscar responsables. Yo estoy en lo que quiero estar y en lo que creo que la ciudadanía además nos quiere ver, que es centrarnos en resolver los problemas.

P. ¿ Hubiera solucionado algo que el Gobierno central hubiera tomado el mando de la situación de emergencia elevando el nivel de alerta?

R. Estoy en las soluciones, en ver cómo puedo acortar plazos y tener cuanto antes las vías de comunicación. Lo otro ya llegará. No es el momento de hacer esos análisis desde mi punto de vista, estamos buscando cadáveres, a gente bajo los coches y los escombros.

P. Pedro Sánchez ha visitado este viernes la sede de la Aemet después de las críticas de Alberto Núñez Feijóo a su fiabilidad. También ha acudido a la sede de la Dirección General de Protección Civil y Emergencias. Carlos Mazón intentó derivar la responsabilidad de la tardanza en el envío del aviso de alerta del servicio autonómico al Gobierno central.

R. La ciudadanía es muy sabia, está observando, está viendo a lo que nos dedicamos cada uno, y yo lo que quiero es que la ciudadanía vea que el Gobierno de España se dedica a lo que toca, que es a resolver el problema. Ya llegará el momento del análisis de lo que ha sucedido, de los reproches, de las exigencias de responsabilidad, pero este es el momento del trabajo, y de que la gente nos vea como lo que somos: un Gobierno solvente, riguroso, con capacidad de gestión, y que estamos con su sufrimiento y tratando de minorarlo al máximo posible con todo lo que tenemos.

P. Frente a quienes niegan el cambio climático, ¿hay que pensar ya en planes de infraestructuras especialmente pensadas para zonas como la Comunidad Valenciana?

R. Crecimiento y descarbonización son dos caras de una misma moneda. Si no descarbonizamos, no vamos a crecer y si no crecemos, no vamos a descarbonizar. Si no crecemos, no podremos hacer las inversiones en materia de descarbonización necesarias para descarbonizar. Lo que ha pasado es un ejemplo dramático. El gasto, el coste que vamos a tener que asumir en la reposición de infraestructuras por eventos climatológicos extremos tenemos que empezar a computarlo ya en nuestros presupuestos y en nuestras decisiones políticas. Vamos a tener que utilizar un enorme volumen de recursos simplemente para devolver las cosas al estado en el que se encontraban antes de la dana.

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