El empleo tecnológico ha crecido 20 puntos por encima del resto de la ocupación en los últimos 11 años

La creación de empleo tecnológico, que forma parte del cambio hacia una economía más productiva en España, goza de buena salud desde cerca de una década. En concreto, en el año 2013 había cerca de un millón de ocupados en actividades relacionadas con la tecnología y actualmente son 1,45 millones. Así, en los últimos 11 años se ha generado medio millón de nuevos afiliados en las ramas más tecnológicas de la economía, con lo que este empleo especializado en áreas tecnológicas acumula un crecimiento del 52%, más de veinte puntos por encima de lo que ha crecido el conjunto de la ocupación (30%) en este tiempo.

Estas cifras se han extraído de la nueva versión del Mapa del Empleo Tecnológico en España 2025, una herramienta interactiva de métricas elaborada por la Fundación Cotec y presentada este lunes. Recoge y analiza los datos de afiliación a la Seguridad Social entre 2019 y 2024 en las 13 categorías estandarizadas en el ámbito europeo de ramas de actividad intensivas en tecnología. Este trabajo también refleja que las cifras del sector “están lejos de ser paritarias”, ya que prácticamente siete de cada diez puestos tecnológicos están ocupados por hombres (el 68% del total).

No obstante, esta “rotunda sobrerrepresentación masculina”, como la denomina el estudio, tenderá a acortarse en el corto y medio plazo, ya que de los nuevos empleos tecnológicos creados desde la pandemia, el reparto ha sido más equitativo: el 41,4% ha sido para mujeres y el 58,6% para hombres.

En general, esta parte del mercado de trabajo relacionado con las actividades tecnológicas ha ganado terreno, puesto que ha pasado de representar el 5,9% del total de empleos en 2013 al 6,8% en 2024. Si bien ha sido desde la pandemia cuando se ha creado este tipo de puestos con mayor intensidad: del total de medio millón de empleos tecnológicos generados en los últimos 11 años, casi la mitad (240.000) se han originado desde 2020. Los autores del informe lo justifican porque “el empleo tecnológico es más resiliente; y la pandemia redujo temporalmente el empleo no tecnológico, mientras que el tecnológico no disminuyó”.

En este punto, la divergencia entre el avance del empleo en áreas tecnológicas y el resto de la ocupación tras la pandemia se produjo, sobre todo, por el crecimiento exponencial de empleados en la categoría de Programación, consultoría y otras actividades relacionadas con la informática, que concentran el 80% del empleo generado a partir de 2020.

En cuanto a dónde se ubican estos empleos, la industria cuenta con un porcentaje de afiliados muy estable en las ramas más intensivas en tecnología, que representan desde 2020 alrededor del 25% del total de los afiliados en actividades industriales. Si bien, este tipo de ocupación ha avanzado más en los servicios donde, a pesar de que las ramas más tecnológicas pesan menos en el total del sector, han ganado más terreno, pasando del 4% al 5% de los afiliados tras la pandemia.

Esta herramienta desarrollada por Cotec muestra también que este tipo de empleo intenso en tecnología “está fuertemente polarizado territorialmente”. En concreto, solo cinco comunidades tienen un peso de este tipo de actividades en sus plantillas superiores a la media nacional (6,8%). La Comunidad de Madrid encabeza esta lista con un peso del empleo tecnológico del 10,5% del total de la región; seguida por Navarra (10%) País Vasco (9,2%); Cataluña (9%) y Aragón (8,5%). Por el contrario, en Baleares, una región preeminetemente turística, solo el 2,7% de los afiliados trabajan en actividades relacionadas con la tecnología; en Extremadura, el 2,4%; y en Canarias, el 2,2%. Esta polarización se mantendrá, ya que el 60% del nuevo empleo creado en el sector desde 2019 se ha ubicado en Madrid o Cataluña.