Cuidar el medio ambiente es invertir en salud
‘Planeta Salud’ es una iniciativa con objetivos fijados hasta 2030, por la que DKV asume públicamente una decena de compromisos para que su actividad termine generando una huella positiva en la conservación del planeta. Entre otros ejemplos, con la plantación de un millón de árboles
El último informe de Riesgos Globales del Foro Económico Mundial señala que los riesgos más graves a los que nos enfrentamos en el corto plazo son, todos, medioambientales. Según la OMS, casi un cuarto de la morbilidad y la mortalidad actuales son achacables a factores ambientales. Planeta Salud es un plan con objetivos fijados hasta 2030 por el que DKV asume públicamente varios compromisos encaminados a eliminar su huella ambiental en un primer estado e, incluso, a hacer que el ejercicio de su actividad termine generando una huella positiva que incida en la salud del planeta. Lo consigue desde el pasado 2019.
“En nuestro caso, no solo es que queramos ser parte de la solución al cambio climático; las organizaciones sanitarias estamos especialmente llamadas a ello, pues las crisis ambientales afectan la salud del planeta pero también la humana. No tiene sentido mirar la salud humana sin atender el estado del entorno donde vive la persona”, indica Josep Santacreu, consejero delegado de DKV.
Entre los compromisos recogidos en Planeta Salud se encuentra la intención de ser la primera aseguradora de España climático-positiva y, más ambicioso aún, compensar todas las emisiones generadas por la empresa desde su implantación en nuestro país en 1998. El mismo objetivo se ha fijado a nivel global para tratar de compensar todo lo emitido desde 1932, año de la fundación de Previasa, la compañía que DKV compró cuando entró en España. Ambición no es lo que falta.
DKV aspira a ser la primera aseguradora española en controlar sus emisiones en toda la cadena de valor
A pesar de que el plan mira a 2030, en DKV llegan al arranque con buena parte de los deberes muy avanzados. Desde 2007 la empresa tiene el sello CeroCO2 que acredita a las organizaciones con voluntad clara de reducir su huella y actuar contra el cambio climático. Todas las pólizas DKV están cubiertas por este sello desde 2010. En dos años espera ser la primera compañía en medir la totalidad del Alcance 3. Es decir, incluir en los controles de sus emisiones todas aquellas indirectas que se generan durante toda la cadena de valor de la empresa. En este contexto, otro de los compromisos más importantes del grupo es incluir en la cobertura de sus seguros de salud los riesgos climáticos, además de implementar innovadores servicios de salud ambiental.
“La actividad responsable de una compañía va más allá de su política interna de ahorro energético o de gasto de papel. Vendemos seguros y servicios de salud, podemos incorporar soluciones y coberturas ambientales en ellos. Ya tenemos productos que expresan nuestras prioridades, como seguros de hogar ecológicos que velan por la calidad del aire interior en las reparaciones y evitan cóctel de contaminantes. Facilitamos la compra de productos de alimentación ecológica y el acceso a servicios de aislamiento térmico o de electricidad verde”, indica Josep Santacreu.
De la mano de la ciencia y respaldando el emprendimiento
DKV apunta a la deforestación y la sobreexplotación de los recursos naturales como uno de los males que acechan al planeta. Por eso está prevista la plantación de un millón de árboles durante la próxima década. “Vamos a plantar en España, en bosques propios y en espacios públicos como Doñana y también fuera de España, sobre todo en Latinoamérica, que es donde ambientalmente tiene más sentido hacerlo”, apunta el consejero delegado.
DKV apostará en los próximos años por la colaboración con la ciencia en la investigación del impacto del cambio climático para la salud y apoyará a emprendedores y a las startups que dediquen su esfuerzo a soluciones relacionadas con la salud ambiental. Iniciará también una lucha, posiblemente pionera en el mundo, contra las fake news relacionadas con la ciencia, la salud y el cambio climático para tratar de que nadie subestime, siquiera por error, la mayor amenaza que jamás hemos afrontado como especie.
Lo cierto es que los datos apoyan el discurso de DKV y hacen necesario que todos adquiramos compromisos similares. Se estima que el coste de los daños directos para la salud debidos al cambio climático alcanzará para 2030 entre dos mil y cuatro mil millones de dólares; el último informe del Observatorio Global de la Salud de la OMS asignó a la polución del aire 12.574 muertes al año en España relacionadas con enfermedades respiratorias y coronarias. En una visión más amplia del problema, DKV propone reconducir también algunos de nuestros hábitos alimentarios. Según un estudio recientemente publicado en la revista Science, parando de inmediato todas las emisiones debidas a los combustibles fósiles, solo las debidas a la producción de alimentos aumentarían la temperatura del planeta entre 1,5 y 2 grados centígrados. Es más que suficiente como para repensar el modelo.
DKV es una compañía pionera en el campo de la RSC, pues lleva más de 20 años impulsando este tipo de acciones, hasta convertirse en una parte intrínseca del negocio, tratando de que impregne todas las decisiones en cuanto a servicios y productos y en la relación con sus grupos de interés.
DKV apoyará a ‘startups’ que desarrollen esfuerzos relacionados con la salud ambiental
Como activista de la salud, la aseguradora aboga por que las empresas sean parte de la solución; las crisis ambientales afectan la salud del planeta, pero también la humana.
Para DKV, la lucha contra el cambio climático no es algo nuevo. Ser la primera aseguradora con huella positiva y el compromiso asumido desde hace más de una década sitúa a DKV en la mejor posición para asumir ese liderazgo en busca de un reto que entienden como difícil pero, a la vez, muy estimulante.
Un nuevo marco para el futuro
El año 2022 verá la puesta en marcha de las medidas previstas en la nueva Ley del Cambio Climático, entre las que se encuentran, por ejemplo, la obligación de reducir y compensar las emisiones hasta el punto de lograr un impacto positivo en el futuro. La ley recoge también la necesidad de innovar en el impacto de la actividad empresarial en el medio ambiente y exigirá desarrollar una oferta que integre la preocupación por el cambio climático y la salud ambiental, entre otras acciones.
Por suerte, DKV ya cumple con buena parte de lo exigido por la ley y su huella desde el pasado año ya es positiva. El 100% de la energía utilizada en sus sedes en España procede de energías renovables y cuenta en su cartera con seguros ecológicos para el hogar o su pionera póliza de decesos, que vela por la huella ambiental hasta el último momento.
El objetivo, más allá de lo que marca la ley, es posicionar a DKV como referencia en cuestiones medioambientales y asumir en sus modelos de gestión los criterios y riesgos ASG (ético, social, medioambiental) que pongan en el centro de la actividad el cambio climático. Para ello tratarán de involucrar a todos sus colaboradores y grupos de interés. Una lucha por el planeta que nos incumbe a todos.