Gerardo Fernández Calvo, presidente de Trapa: “Una cerveza con una gilda en el aperitivo es algo sagrado”

Está tranquilo. Desde el verano tiene todos los turrones y chocolates de la temporada de Navidad, que vaticina buena, en los puntos de venta, aunque ahora le toca reponer producto. Gerardo Fernández Calvo (Palencia, 45 años) es el presidente de Chocolates Trapa -fundada por los monjes trapenses en 1891 en la localidad de San Isidro de Dueñas, y que su familia salvó de la quiebra- y vicepresidente de la Mahou San Miguel, donde su tía Mercedes Calvo es accionista de referencia de la cervecera. Licenciado en Administración de Empresas, cuenta con un máster en Marketing y Gestión Comercial por ESIC y un programa de desarrollo directivo en IESE.

Pregunta. Endulza la vida de mucha gente, ¿cómo endulza la suya?

Respuesta. El trabajo es para mí una manera de endulzar la mía. Me reconforta porque tenemos un proyecto bonito que salvamos del concurso de acreedores. Estamos creciendo a doble dígito y acabaremos este año con una facturación de más de 50 millones de euros.

P. Cuando todo el mundo se va de vacaciones para usted comienza la temporada alta, ¿no veranea?

R. No me cojo vacaciones. Es complicado tenerlas, siempre hay que estar pendiente del equipo y de todo lo que ocurra. Es un círculo que no para. Ahora ya estamos preparando el año que viene. Es complicado desconectar.

P. Pero tendrá que descansar en algún momento.

R. Es muy difícil, y cuando salgo siempre me llevo el portátil y el móvil. Siempre estoy conectado.

P. Cada vez hay más gente que renuncia a tomar azúcar, ¿usted tomará?

R. No suelo consumir dulce, pero sí esa onza de chocolate de 85 o 95% por la noche, que es como un premio. El chocolate por la noche es sagrado. Es importante educar y hacer las cosas con moderación porque el dulce no es bueno ni malo, salvo si lo comes a todas horas. Es como si te comes 18 croquetas al día. Ahora estamos en modo salud y tenemos, desde una empresa como la nuestra, que dar respuesta a esa necesidad. Ese es el camino.

P. ¿Usted cómo se cuida?

R. Camino un poco. Mientras respondo a llamadas de teléfono acostumbro a andar, y me permite hacer algo de este tipo de actividad.

P. ¿Práctica algún deporte?

R. No, deporte no hago. Lo único que hago de vez en cuando es esquiar. Me gusta estar en espacios abiertos.

P. ¿Tiene tiempo para conciliar su vida personal con la profesional?

R. Trabajo media jornada, como decimos los autónomos. Siempre se acaba haciendo más cosas de lo razonable. Tengo poco tiempo y preocupaciones por todos sitios. Porque viajo mucho por toda España. Además, tenemos la fábrica en Dueñas, en Palencia, que para nosotros es un orgullo de sostenibilidad en la España vaciada. Y hemos conseguido que la gente se quede a vivir en el pueblo, algo que es difícil.

P. ¿A usted le gustaría vivir allí?

R. La verdad es que voy tan acelerado que me gustaría vivir allí. La velocidad es diferente a la que se vive en una gran ciudad. Allí tengo mi reducto, es mi tierra. Me gusta estar tranquilo, en entornos que me den paz.

P. Parece calmado.

R. Eso me dicen, pero mis hijos no dicen lo mismo. Ahora están en una edad en la que tienen que formarse y cuando empiecen a trabajar tienen que hacerlo fuera de la empresa, ya que es importante no adquirir vicios. Empezar desde abajo es donde más se aprende. Yo todos los días aprendo algo.

P. ¿Qué aficiones tiene?

R. Por mi profesión me gusta mucho la gastronomía. Tomar una cerveza de aperitivo con una gilda es sagrado. La cerveza va bien con todo, y la negra va muy bien con el chocolate. Como buen palentino y castellano me gusta comer. Es un placer exquisito. No tengo restaurantes preferidos, aunque siempre dos o tres que repites más, prefiero probar cosas nuevas.

P. ¿Acostumbra a leer?

R. Leo historia y las películas que veo suelen ser históricas. Me gusta el contexto en el que se desenvuelve una película.

P. ¿Cuándo fue la última vez que fue al cine?

R. Hace unos meses, pero no me acuerdo de la película. Me gusta más el cine que las series, que son demasiadas largas y no tengo tiempo para verlas.

P. ¿Tiene algún viaje pendiente?

R. A Japón. Me atrae por la diferencia de cultura que tiene con respecto a nosotros. Me parece un país curioso e interesante para conocer en familia. Será más adelante, porque ahora tengo bastante con mirar cómo está el precio de la pasta y de la manteca de cacao. Está muy volátil, además de encarecido, y eso nos condiciona mucho.

P. Viste con traje y corbata.

R. Siempre me ha gustado vestir así. Las modas las atiendo en su justa medida. Me siento cómodo y a gusto con traje y corbata. Doy ejemplo también con la vestimenta. Tenemos una función, no solo es cuadrar números. Hay más cosas en una empresa, muchos lenguajes, a través de la vestimenta o de la manera de actuar. El capitán del barco tiene que dar ejemplo. Si vengo a trabajar en chanchas, a ver cómo acaba esto.

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