El Congreso aprueba la nueva Ley de Defensa Nacional con el voto en contra del PP

El Pleno del Congreso ha aprobado hoy el proyecto de Ley Orgánica de la Defensa Nacional, con los votos en contra del PP y la abstención de BNG, PNV, EA y NB, con lo que esta norma supera su primer trámite parlamentario y pasa ahora al Senado. El ministro de Defensa, José Bono, no ha conseguido que el PP apoyara la norma y ha lanzado críticas al anterior Gobierno por la participación de España en la guerra de Irak, diciendo que en materia de Defensa, todos los Gobiernos españoles han contado con el apoyo de la oposición, salvo en ese caso. Además, aunque ha dicho que la nueva ley mira hacia futuras misiones, "no puede acomodar su letra para dar cobertura o justificar errores pasados", como el de la guerra de Irak.

La Ley de Defensa Nacional, que ahora pasa al Senado, ha contado con 183 votos a favor, los de PSOE, ERC, IU-ICV, CC y CiU, 135 en contra, los del PP, y 11 abstenciones (BNG, PNV, EA y Nafarroa Bai). En el debate anterior a la votación, Bono, que ha intervenido por sorpresa, ha defendido la nueva norma, que como principal novedad establece que el Congreso deberá autorizar expresamente las misiones de las tropas españolas en el extranjero, salvo que se trate de casos de legítima defensa. Así, ha dicho Bono, el Congreso "no volverá a ser testigo silencioso o mudo" del envío de soldados españoles al extranjero, lo cual, por sí solo, justifica la nueva ley. Además, dice que estas misiones deberán contar con otro paraguas, el derecho internacional, que deberá expresarse en una petición expresa del país al que se envían las tropas, una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU, un acuerdo de la UE o una decisión tomada por unanimidad en la OTAN.

Durante su intervención, Bono ha instado hoy al PP a sumarse al acuerdo alcanzado ayer con otros grupos, aunque no lo ha conseguido. Quizá porque el ministro ha criticado la participación española en la guerra de Irak. Así, ha dicho que desde la transición, todos los Gobiernos han contado con el apoyo de la oposición en materia de Defensa salvo en el caso de la guerra de Irak, que ha calificado de error. Bono ha dicho que la nueva ley no se detiene en cuestiones del pasado y mira hacia las futuras misiones de las fuerzas armadas españolas en el extranjero, pero que "no puede acomodar su letra para dar cobertura o justificar errores pasados", como el de la guerra de Irak. En todo caso, ha dicho que "los errores son para superarlos y evitar que se produzcan de nuevo".

La guerra de Irak, legal

Por su parte, el PP ha defendido que todas las misiones de los soldados españoles en el exterior, incluida la de Irak, que ha calificado de "misión humanitaria", fueron "legítimas y legales". Su portavoz en materia de Defensa, Fernando López Amor, ha denunciado que esta ley rompe el consenso en materia de defensa de los últimos 25 años y ha anunciado que la reformará cuando gobierne. Según López Amor, la norma "nace coja" y será "breve" porque "una ley que se pacta con partidos que se llaman independentistas y no creen en la nación española no puede ser más que una perversión de carácter político". También ha criticado que Bono no tuviera "arrestos" para frenar las aspiraciones de ERC e IU-ICV y para defender el "pacto de caballeros" que había alcanzado con el PP en la redacción previa de la norma.

Bono ha defendido que "con esta ley estamos ligando la defensa con los españoles en primera persona", y que con ella España se une a los países que más control parlamentario previo ejercen en este asunto: Italia, Irlanda, Dinamarca, Estados Unidos, Austria y Alemania. Además, ha dicho Bono, la ley recoge el apoyo a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en la lucha contra el terrorismo y aborda la reorganización de los Ejércitos, a los que califica de "instrumento clave" en la política exterior.

Aunque no ha logrado el apoyo del PP en el trámite en el Congreso, ha mostrado su esperanza de que los populares se sumen al consenso en el Senado. "Les esperamos en el Senado", ha dicho, porque no alcanza a comprender las razones por las que no apoyan la ley. Así, ha dicho que el Gobierno no renuncia a entenderse con el PP porque "el sentido común debe acabar imponiéndose y la defensa vale más que las discrepancias entre el PSOE y el PP".