Ibarretxe pide "responsabilidad y discreción" ante el envío de cartas de ETA a empresarios
El PP responde al 'lehendakari' que lo que la sociedad espera es la "desaparición total" de la banda terrorista y no una "tregua universal"
Después de conocerse que empresarios navarros han recibido cartas de ETA después del alto el fuego, el lehendakari, Juan José Ibarretxe, pidió ayer "responsabilidad" y "discreción" para lograr que el proceso de paz sea "irreversible", y que no se generen debates sobre "temas muy sensibles", como son los temas de seguridad. Ibarretxe ha hecho estas declaraciones durante su asistencia a la tradicional representación de la Pasión Viviente, en la localidad vizcaína de Balmaceda. El Partido Popular se ha hecho eco de estas declaraciones y ha recordado al lehendakari que la sociedad espera la "desaparición total" de ETA y no una "tregua universal".
El lehendakari se ha mostrado partidario a que políticos y medios de comunicación se comporten "responsablemente", al tiempo que ha llamado a la unidad porque, según ha dicho, "si no ayudamos todos, va a ser difícil que saquemos las cosas adelante".
Para Ibarretxe es necesario que el proceso de paz no tenga "vuelta atrás", esto es, una tregua "absolutamente irreversible y universal", que afecte a todos los colectivos. También se ha referido a los empresarios vascos, quienes que han desarrollado su labor "en un escenario que no ha sido de paz, y a pesar de todo este es un país que avanza, éste es un país que funciona, y si avanza y funciona es porque tenemos empresarios y trabajadores de una calidad inmensa, profesional y humanamente".
Estas declaraciones han sido criticadas por el Partido Popular, en boca de su portavoz en Euskadi, Leopoldo Barreda, quien ha afirmado que lo que la sociedad espera es "la desaparición total de ETA, no una tregua universal". Según Barreda, las declaraciones de Ibarretxe responden a un sentimiento de aislamiento, "busca un protagonismo desmedido en un escenario en el que se siente desplazado".
Matasellos del 7 de abril
Mientras, continúa la investigación que confirme la fecha exacta en la que se enviaron las cartas dirigidas a empresarios navarros por la banda terrorista, para verificar si fueron enviadas antes o después del alto el fuego decretado por ETA. Aunque ayer se confirmaba que una de las cartas llevaba un matasellos del viernes 7 de abril, sigue sin confirmarse si ETA la envió antes del pasado 24 de marzo. De hecho, se baraja la posibilidad de que la carta en cuestión, que es la que se considera de extorsión (el resto de las que se tiene constancia son peticiones de colaboración voluntaria) sea una misiva extraviada o antigua.
Según fuentes de la investigación, el proceso de distribución de ETA es muy lento. Normalmente, esas cartas tienen su origen en los grupos de Francia y son introducidas después en España a través de distintas estafetas de Correos. Es más, hasta finales de marzo se han recibido cartas que habían sido escritas a finales de enero o primeros de febrero. Además, esas cartas responden, literalmente, a un modelo de los usados "meses antes" de la declaración del alto el fuego.
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