Aguirre: "¿Presidenta? ¡Si yo ya soy presidenta de Madrid!"

El PP de Madrid, a la calle es el nombre de la campaña iniciada hoy por este partido para arremeter contra el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero y para responder "a las mentiras y la violencia" empleada por los socialistas madrileños en su labor de oposición. Y Esperanza Aguirre, que ha vuelto a denunciar violencia sin explicar a qué se refiere, es el nombre del primer cargo público del PP en participar en ella. En la céntrica Puerta del Sol, donde el PP ha colocado una oficina móvil para atender a los ciudadanos, la esperaban un centenar de personas, entre vecinos, turistas, afiliados y simpatizantes del PP, en su mayoría jóvenes y jubilados. Una, le ha preguntado cuándo va a ser presidenta. "¿Presidenta? ¡Si yo ya soy presidenta!", ha contestado una muy ufana Aguirre, a sabiendas del doble sentido de la pregunta.

Con esta campaña, el PP quiere informar a los ciudadanos de la supuesta "discriminación" a la que el Gobierno del Estado somete a la Comunidad de Madrid, denuncia que la presidenta repite como una cantinela y que La Moncloa ha negado una y otra vez. También pretenden evitar que "las mentiras" de la oposición "empañen" la gestión que el partido está llevando a cabo en el Ejecutivo regional y en los ayuntamientos en los que gobierna. En la Puerta del Sol, al lado de uno de los emblemas de Madrid, la estatua ecuestre de Carlos III, el PP ha situado la primera mesa informativa de las al menos 21 que se distribuirán en los próximos días, a razón de una por distrito, y "muy pronto -ha indicado Gádor Ongil, vicesecretaria del PP de Madrid-, en todos los municipios de la región".

Pasadas las once y media de la mañana, Aguirre ha abandonado su despacho de la Real Casa de Correos y se ha dirigido a pie -unos metros- hasta la mesa informativa, a la que casi no podía llegar, abordada con elogios por su público. "Vamos a explicar las soluciones que proponemos a los problemas que tienen los madrileños y lo vamos a hacer directamente porque no queremos que se nos suplante", ha manifestado Aguirre.

Sólo 10 autógrafos

La campaña consiste en que los ciudadanos recibirán explicaciones directamente de los representantes políticos, altos cargos, militantes y simpatizantes las explicaciones. "Estamos aquí para mejorar la calidad de vida de los madrileños y las mentiras de nuestros adversarios políticos no nos van a arredrar", ha proclamado Aguirre. También se han editado unos folletos, que se reparten en las mesas, titulados 5 años de discriminación socialista contra Madrid. En un gráfico, el PP de Madrid sostiene que Andalucía y Cataluña cuentan con una inversión del Estado del 70,31 y del 68,84%, respectivamente, mientras la media de España es del 46,31% y Madrid obtiene números negativos: el -23,36%.

"Somos los que más aportamos y los que menos recibimos, esos somos los madrileños", ha asegurado la presidenta, que ha añadido sin pausa: "Pero no nos vamos a resignar". De momento, ha apuntado Ongil, las mesas no estarán fijas, sino que se irán moviendo por los distritos, y se ha mostrado convencida de que la campaña "dará buen resultado". La única oficina fija será la de la sede regional popular (en la calle Génova 13, primera planta) donde un equipo formado por senadores, diputados nacionales y regionales, concejales y alcaldes del PP atenderán por turnos a los madrileños que lo deseen.

Antes de repartir los pasquines, la jefa del Ejecutivo autonómico ha intercambiado opiniones con los ciudadanos se acercaban, ofreciendo besos y abrazos a quienes coreaban su nombre. La presidenta ha recibido halagos de curiosos que se aproximaban a ella para decirle que era "lo mejor" que tenía Madrid y lo que "más vale" del PP, o que va a convertirse "en la abuela más guapa de España", debido a la próxima paternidad de su hijo. Entre las personas que han querido compartir anécdotas con ella se encontraba una mujer alemana residente en Cataluña que quiso presentarle a su bebé, al que llevaba colgado en el pecho en un canguro. Tras ejercer de informadora, Aguirre ha tenido que poner orden entre sus fans, muchos de los cuales no querían abandonar Sol sin fotografiarse con "su presidenta" y sin arrancarle un autógrafo. Debido a su apretada agenda, la dirigente regional ha establecido un cupo de 10 firmas para los ciudadanos que deseaban tener su rúbrica.