Rabat ofrece a Moratinos que Haidar pida un pasaporte marroquí, pero no se compromete a dárselo
El Gobierno de España está dispuesto a conceder el estatuto de refugiado a la activista saharaui.- Aminatou Haidar rechaza la propuesta española y marroquí
La activista saharaui Aminatu Haidar, de 42 años, en huelga de hambre en Lanzarote, puede solicitar un nuevo pasaporte marroquí en el Consulado de Marruecos en Las Palmas, pero Rabat no se compromete a dárselo. Si se lo deniega, el Gobierno español le ofrecerá concederle el estatuto de refugiado.
Estas dos ofertas fueron trasladadas este viernes al mediodía a una Haidar debilitada, tras cinco días de ayuno, que las rechazó de inmediato con un hilo de voz ante la prensa en la terminal del aeropuerto de Lanzarote. "Él que me ha forzado a franquear la puerta de España debe ahora devolverme por la misma vía -un asiento en avión- al lugar de dónde llegué", declaró Haidar, según su abogada, Inés Miranda. Aludía al Gobierno español que la forzó a entrar en España.
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El ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, viajó el jueves a Rabat para acompañar al Príncipe Felipe en la inauguración de la nueva sede del Instituto Cervantes. Aprovechó para entrevistarse con su homólogo marroquí, Taieb Fassi-Fihri, con el que intentó buscar una salida al "caso Haidar". Le manifestó de entrada su "preocupación" por la salud de la independentista saharaui. El diplomático Bernardino León (secretario general de la Presidencia) continúa hoy en Tanger la labor de negociación con el ministro marroquí de Exteriores.
Pasaporte para entrar en el Aaiún
Moratinos no hizo declaraciones en la capital marroquí, pero este viernes su ministerio publicó un largo comunicado sobre lo tratado en Rabat. Tras reiterar que Haidar rehusó cumplir con los trámites de ingreso -escribió en la ficha policial que su lugar de residencia era el Sáhara Occidental y no Marruecos-, Fassi-Fihri le indicó que "podía acudir al consulado marroquí" más cercano "para solicitar un nuevo pasaporte".
El suyo le fue retirado el sábado pasado antes de que la policía marroquí la expulsase de El Aaiún, la capital del Sáhara, a Lanzarote. El ministro marroquí no le garantizó, sin embargo, que obtendría el preciado documento. Si no se lo proporcionan, prosigue el comunicado, "el Gobierno [español] está dispuesto a concederle el estatuto de refugiado lo antes posible para que pueda obtener un título de viaje".
Tampoco es seguro que con éste documento Marruecos permita a Haidar entrar en El Aaiún dónde nació y vivía hasta ahora con sus dos hijos y su madre. Si lo consigue estará allí como extranjera y su estancia deberá ser corta. Por todas estas razones, es probable que la más premiada de las activistas saharauis rechace el ofrecimiento y continúe su huelga de hambre en la terminal aeroportuaria.
El comunicado de Exteriores justifica, por último, con argumentos ya utilizados a lo largo de la semana, que, careciendo de pasaporte y en contra de su voluntad, Haidar fuese obligada, el sábado, por la policía, a entrar en España. También echa un capote jurídico a la compañía aérea española, Canary Fly, que forzó a la activista a volar de El Aaiún a la isla.
Asuntos Exteriores, concluye el texto, "no tiene competencia sobre la decisión de terceros Estados de rechazar la entrada en su territorio (....)". Omite pedir a Marruecos que reconsidere su decisión. Quién si lo hizo hoy por la mañana fue Elena Valenciano, la secretaria de relaciones internacionales del PSOE.
Valenciano podía haber optado por emitir un comunicado, pero eligió hacerlo con menos realce. Llamó a la agencia EFE y le hizo una declaración en la que pide a Marruecos que "acepte la vuelta" de Haidar a su casa. Tomó esta iniciativa días después de que otros partidos o coaliciones, IU y los catalanes de ERC e ICV, hicieran llamamientos parecidos. El Partido Popular guarda, en cambio, silencio.
Valenciano recordó a Rabat que el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, que Marruecos ha suscrito, "impide expulsar a un nacional de su territorio". Es posible que Marruecos lo incumpla, pero tampoco España lo respeta. La prestigiosa ONG Human Rights Watch (HRW) emitió, el jueves por la noche, un comunicado en el que critica al Gobierno español por vulnerarlo.
"España comparte [con Marruecos] la responsabilidad del actual callejón sin salida porque aceptó a Haidar en su territorio pese a que llegó en contra de su voluntad y carecía de pasaporte", afirma HRM. También la comparte porque "su Ministerio de Asuntos Exteriores ha repetido que no puede salir de España porque carece de pasaporte". "Dado que las autoridades españolas conocen la manera arbitraria utilizada por Marruecos para incautarle su documentación y expulsarla, España debe permitirle ejercer su deseo de embarcar a bordo de un vuelo de España a El Aaiún en aplicación de sus derechos recogidos en el artículo 12 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos".
Aunque no lo dicen en voz alta, en los círculos gubernamentales españoles que considera que Marruecos ha resuelto su problema con Aminatu Haidar trasladándoselo a España a la que presta poca colaboración para resolverlo.
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