Montilla finiquita el tripartito

José Montilla, presidente de la Generalitat, ha dado esta mañana por finiquitado el gobierno tripartito, formado por el PSC, ERC e ICV-EUIA, que ha dirigido Cataluña los últimos siete años. A las puertas de las elecciones autonómicas, que se celebrarán el próximo 28 de noviembre, Montilla ha asegurado que no piensa renunciar a sus principios para ser investido otra vez presidente. "No cambiaré mis principios ni los vuestros por un puñado de votos al Parlament a cambio de ser investido presidente de la Generalitat", ha insistido.

"El tripartito ha hecho un gran servicio pero su tiempo ha pasado. No me arrepiento en absoluto de ese gobierno. Debemos estar orgullosos de él pero no reeditaremos aunque sumemos", ha proclamado Montilla en un solemne acto celebrado en El Foyer, en el teatro de El Liceo, acompañado en el escenario con los 16 consejeros socialistas que han formado parte del gobierno de coalición durante las dos legislaturas.

"Ni aventuras ni atajos"

Bajo el lema Punto y aparte, Montilla ha señalado que su partido es el único que garantiza un "proyecto catalanista y de izquierdas sin aventuras ni atajos" y ha sostenido que necesitan ser coherentes y no aceptar condiciones de ningún tipo.

Montilla ha descrito el futuro ejecutivo que quiere encabezar como "un gobierno paritario pero sin cuotas ni más almas que el catalanismo social". "Un gobierno que responda ante el Parlament con un programa que recupere el crecimiento económico, garantice la cohesión social, defienda Cataluña y tienda puentes con España", ha añadido.

Los socialistas habían ido lanzando hasta ahora mensajes de que deseaban una mayoría sólida para no tener que firmar alianzas con los socios pero hasta ahora no habían dado por enterrado el gobierno. Esquerra Republicana ya había puesto como condición para reeditar el gobierno de izquierda la celebración de un referéndum soberanista. "Si ese es el precio, es imposible", atajó. El sábado, en el programa La Noria, de Tele 5, Montilla avisó que el pacto con los independentistas es imposible al exigir una votación secesionista. En una entrevista con EL PAÍS el pasado día 10, Carme Chacón ya avanzó que no habría reedición del pacto de gobierno.

Discurso xenófobo

Además del retrato humano que el programa hizo del presidente y candidato del PSC para las elecciones al Parlamento catalán, Montilla habló largo y tendido sobre la inmigración. Montilla criticó al Partido Popular por la campaña que viene haciendo desde hace tiempo en los barrios de Badalona y que se basa en vincular a los foráneos con la delincuencia. "En Badalona no hay más problemas provocados por la inmigración que en otras comunidades, pero el PP no habla de eso allí donde gobierna. Solo lo hace cuando está en la oposición", lamentó.

Montilla admitió que el discurso con tintes xenófobos perjudica a los socialistas porque atrae a votantes que tradicionalmente votan a partidos de izquierdas. "Tenemos ese riesgo: se incentiva el miedo. Con argumentos burdos. No hay que esconderlos, sino de solucionarlos", dijo. El presidente de la Generalitat recordó que Cataluña ha recibido más de un millón de inmigrantes en 10 años. "Ningún país de Europa ha recibido tanta gente", constató, lo cual le llevó a resaltar la "capacidad de integración" de la sociedad catalana.

El presidente del Ejecutivo catalán reconoció, además, que no le gustan "las multas" lingüísticas. Aun así, las defendió. "Una carta de un restaurante. ¿Tiene que estar en francés, inglés y castellano pero no en catalán? Si no defienden los catalanes el catalán, ¿quién lo va a hacer? Me gustaría que lo defendiera el Estado. También el gallego, el vasco y el catalán son idiomas españoles", concluyó.