Eva Hache: "Espero no tropezarme en la alfombra roja"

Pregunta. Vaya minijob que le ha encontrado la Academia de Cine.

Respuesta. Pues sí, sí que lo es. Pero estoy bastante acostumbrada a los minijobs, ¿eh? Lo raro en mi profesión es trabajar tanto como trabajo yo.

P. Para presentar los Goya, ¿por qué una humorista y no un obispo, por ejemplo?

R. Hombre, yo creo que si lo que quieren es que la gala sea entretenida, y no más aburrida de lo que lógicamente son 29 premios uno detrás de otro, está muy bien que cuenten con gente que es profesional del sector.

P. Anda que los monseñores no hacen reír a veces.

R. Ya. Pero no sé si eso es subjetivo.

P. ¿Más feliz este día o el de su primera comunión?

R. Este, este, por supuesto. El día de la comunión no era yo consciente de la felicidad extrema a la que me estaba sometiendo.

P. ¿Y si, como ha amenazado por la ley antidescargas, se le aparece Anony­mous pidiendo guerra?

R. Anonymous ha avisado de que va a pedir guerra. Yo no tengo guerra para todos. Lo siento. La tengo para los del cine. Una guerra suave y bonita.

P. Dice que en el humor es sadomasoquista.¿Qué ofrecerá en este terreno?

R. Unos numeritos con mucho látex [risas].

P. Si se esmera, igual la llaman para los Oscar.

R. Pues no estaría mal. El inglés lo hablo.

P. ¿Y si se tropieza mañana en la alfombra verde?

R. Exclusivón: creo que por fin es roja. Espero no tropezarme. Pero si me tropiezo, no hay un regalo mejor para un humorista. Todo se puede utilizar.

P. ¿Pastorear los Goya es coser y cantar?

R. No es coser y cantar. Tiene bastante complicación. La Academia de Cine la conforma mucha gente, todos tienen mucha opinión, como es lógico, hay que agradar a muchos, y es algo muy importante: la fiesta anual del cine español.

P. ¿Ha ensayado pisotón para que los premiados no se enrollen?

R. No voy a coincidir con ninguno de los premiados, porque el pisotón no podría evitarlo, y quedaría muy feo.

P. Esperemos que tampoco se enrolle usted, porque con su afición al monólogo…

R. No. Yo soy muy medida.

P. ¿España está para humor?

R. Sí, claro que sí. Cuanto más tristes estamos, más falta hace reírse. En este país, todo el mundo tiene un espíritu bastante chirigotero, y creo que sufrimos, pero hacemos chanza del sufrimiento casi al mismo tiempo.

P. Pues cuénteme un chiste del Ibex 35.

R. El Ibex 35 no ha venido. Se lo puedo contar del 34.

P. ¿Quién es más gracioso: Rajoy o Montoro?

R. Yo creo que Rajoy. Le encuentro cosas tan fascinantes como que no haga declaraciones sobre la reforma laboral, y en cambio sí que las haga sobre los chistes de Canal + Francia.

P. En 2008 se presentó a las elecciones por el Partido Hache. ¿No sería ahora el momento de fusionarlo con el PP?

R. No, gracias.

P. ¿A quién premiaría mañana?

R. No puedo decirlo, porque son todos mis hijos. Los quiero por igual desde el momento en que los parí.

P. Todos acaban diciendo que el Goya lo tienen sobre la nevera o en el baño. ¿Usted dónde lo pondría?

R. Pues en mi casa tampoco hay una vitrina para premios.

P. Si se terciara, la veo yendo a Ikea para hacerse con alguna estantería.

R. Pues sí. Tengo algunos premios, pero repartidos por diferentes sitios. Principalmente sujetan libros. Y alguno sujeta una puerta. Por las corrientes.

P. ¿Dejará escapar así como así a Antonio Banderas o a Coronado?

R. Vamos a ver: los dejaré escapar todo lo que ellos quieran. Si se quedan, muy encantada.

P. “No me interesan las historias sobre la decadencia del ser humano”. Pues usted ya ha cumplido los 40…

R. Ser humorista da la posibilidad de decir cualquier sandez y arrepentirse al día siguiente.

P. La supongo defraudada por no haber conseguido las que enunció como metas: ser entrenadora de delfines o farera.

R. No, no estoy defraudada, pero he cambiado: no quiero tener nada que ver con delfines. Nadé una vez con delfines, y es lo más cerca que he estado. Pero farera sigo pensando que me gustaría mucho.

P. ¿Escaqueará alguna cabeza de Goya para su salón o para su ducha?

R. Me gustaría mucho. Y, además, me han contado que los goyas se suelen perder.

P. Si falta alguno, se habrá delatado.

R. Bueno. Que vengan a casa a preguntar.