Ley nefasta para la democracia
La libertad de prensa y el derecho ciudadano a estar debidamente informado corren un serio peligro en Ecuador
Luego de tres años y medio de debate y con fuerzas políticas totalmente desbalanceadas en la Asamblea, el Gobierno logró imponer y aprobar ayer una polémica Ley de Comunicación que pone en serio riesgo el ejercicio del periodismo y el derecho ciudadano a estar debidamente informado.
En una sesión parlamentaria de una hora, la mayoría de Alianza País aprobó un articulado orientado a limitar no solo el trabajo de los medios sino la libertad de opinar de los ecuatorianos en Internet, con la actitud hostil que ha mantenido el presidente Rafael Correa contra la prensa desde el inicio de su prolongado mandato en 2007.
El nuevo marco legal contiene novedosas figuras jurídicas como la del “linchamiento mediático”, que no harán otra cosa que propender a la autocensura de los periodistas. Contiene además normativas excesivamente punitivas que configuran una verdadera mordaza para la libertad de expresión e información.
La creación de la Superintendencia de Comunicación y el Consejo de Regulación pretende cerrar el círculo de una política de control y regulación para arrinconar a la prensa independiente y beneficiar a los llamados medios públicos que se encuentran perfectamente alineados con el oficialismo.
Lo más grave es que, de acuerdo con la actual correlación de fuerzas políticas, ambos organismos nacerán sometidos a los arbitrios y deseos del Poder Ejecutivo.
Las consecuencias de esta ley ciertamente serán nefastas.
Quito, 15 de junio
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