¿Restauración en Egipto?
El nuevo equipo debe borrarse del golpe de Estado
En una región donde la complotitises una de las enfermedades peor curadas, la sospecha aflora: Egipto podría vivir el tiempo de la “restauración”. Como en la era de Hosni Mubarak, el Ejército habría tomado de nuevo el poder. (...) Los Hermanos Musulmanes, la formación de Morsi, creen en esa tesis. Para ellos, las manifestaciones que precedieron al golpe de Estado del 3 de julio no fueron más que de fachada. Habían sido organizadas bajo cuerda por el Ejército y sostenidas por las instituciones del “Estado profundo”: policía, justicia, servicios secretos, complejo militar-industrial. En una palabra, la venganza del antiguo régimen.
La composición del Gobierno, anunciada el martes 16 de julio, desmiente esa tesis. Cierto, el ministro de Defensa, el general Al-Sissi, el hombre del 3 de julio, no solo conserva su puesto, sino que se ha atribuido el de viceprimer ministro, como para mostrar que es el verdadero patrón. Por lo demás, reúne una muestra bastante amplia de la oposición de izquierda y liberal al antiguo régimen, el de Mubarak. Sin embargo, no todo es falso en la aproximación complotista. El Ejército apoyó de lleno a Tamarrod, lo mismo que numerosos barones de la era Mubarak (...) y en la represión que conduce hoy contra los Hermanos, el Ejército se comporta como en los buenos viejos tiempos. Mata a manifestantes pacíficos, encarcela en secreto, prepara procesos falseados, hace callar a los medios informativos que le disgustan. (...) El nuevo equipo debe borrarse del golpe de Estado del 3 de julio, que sigue siendo su pecado original.
París, 19 de julio de 2013
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