Parte de bajas de la reforma laboral

Después de casi 28 años con el mono azul, haciendo el mismo recorrido, entre Ponferrada y Camponaraya (León), y acompañado de su máquina para cortar cristales, todo había acabado. Tras meses de pérdidas y sucesivas bajadas de sueldo, los papeles de su despido estaban preparados, pero él no; sus bolsillos no lo estaban. El futuro de Manuel Pardín cambió el día en que su empresa le comunicó que iba a aplicar un expediente de regulación de empleo (ERE) de extinción, que implicaba despedir a toda la plantilla. “Es difícil ilusionarse cuando uno trabaja a destajo y sabe que su empresa le va a dar la patada en cualquier momento”. Con 53 años y sin ninguna titulación universitaria, la posibilidad de encontrar otro trabajo se convertía en todo un reto.

El caso de Pardín se pierde entre las estadísticas. El número de desempleados en España, 4.727.814, según el Ministerio de Empleo, disminuyó en diciembre de 2013 en 107.750 personas. Un dato positivo a pesar de la reducción de los afiliados a la Seguridad Social, que en este pasado año cayó en 85.041 personas. La tasa de paro se situó en el último trimestre de 2013 en 26,03% (una décima más que en 2012) según la última Encuesta de Población Activa. Las prestaciones también mantienen su descenso: están en el 60,51%, un 4,6% menos que en 2012. La cifra más baja desde abril de 2005.

Parte de bajas de la reforma laboral

La multinacional de cristales para la que Pardín trabajó más de 25 años es una de las empresas que ha aprovechado la reforma laboral aprobada por el Ejecutivo de Mariano Rajoy (PP) en febrero de 2012 para despedir a sus empleados a un coste más bajo. Uno de los cambios que ha introducido la ley ha sido permitir que la indemnización por despido improcedente baje de 45 a 33 días por año trabajado. Si la empresa alega problemas económicos, la compensación puede bajar hasta los 20 días por año.

33.075 ERE más

Este cambio normativo ha impulsado que muchas empresas lleven a cabo un ERE. En 2012 se ejecutaron 33.075, un 56,3% más que en 2011. Ignacio Martín, de la Oficina Precaria, plataforma que asesora, cita estos datos mientras transmite su temor de que para recuperar las condiciones laborales que se tenían antes de la reforma laboral, “haya que volver a ganar derechos con conflictos, huelgas y movilizaciones”.

Parte de bajas de la reforma laboral

Fermín Guardiola, abogado del bufete internacional Baker & Mckenzie, que presta servicio a las empresas, esboza su opinión de la reforma laboral y recuerda que “la idea de esta medida era agilizar la entrada y salida de trabajadores al mercado laboral como se hace en la Europa Occidental, el problema es que el desempleo de España no es como el del resto de países”. Guardiola explica que lo que se busca es que “lo primero que haga el empresario no sea despedir a la hora de abaratar costes".

Parte de bajas de la reforma laboral

Pardín experimentó lo que viene antes del despido. Su empresa, con sede principal en Camponaraya, hizo un ERTE (expediente de regulación temporal de empleo) antes de cerrar definitivamente. “Trabajaba seis meses y los otros seis estaba en casa sin hacer nada y esto se supone que es mejor que ser despedido, pero cuando pasas por ello no es tan fácil verlo así".

Caen un 1,2% los sueldos del sector servicios

La firma holandesa de inmobiliaria de centros comerciales donde trabajaba Marión Almodóvar le bajó un 20% su sueldo de 3.300 euros brutos al mes, a la vez que, según ella, iban despidiendo a varios trabajadores. “La empresa iba bien, no había pérdidas porque los jefes seguían ganando sus bonus, pero gracias a la reforma laboral pudieron echar a quienes quisieron”, afirma Almodóvar. Ella también ha sido despedida ahora, aunque asume con voz risueña que su sección iba mal. Se considera afortunada porque le han pagado 35 días de indemnización por año trabajado, “pero porque Holanda lo obliga”, matiza irritada.

A Natividad Germán Gómez, de 45 años, no la han despedido, pero la guardería donde trabaja le pide a ella y a su compañera, contratada a través de una bolsa de trabajo interna, que se rebajen el sueldo y la jornada a la mitad. "Al bajar la natalidad y el número de niños dicen que es insostenible el sueldo actual". Germán confiesa que su precariedad laboral no ha comenzado ahora con la reforma laboral, pero que con ella se queda "sin herramientas para defender" su dignidad laboral. "Me quedo con el culo al aire". La depreciación de sueldos que denuncian los sindicatos y certifican varios abogados laboralistas, como Ignacio Martín, jurista de la Oficina Precaria de Madrid, no se ve todavía reflejada claramente en los datos. Lo que se revela, según el INE, es que entre el primer trimestre de 2012 y el primero de 2013, los salarios brutos han disminuido un 0,6%; un 1,2% en el sector servicios. La mayor caída de toda la crisis económica, reconoce el Ministerio de Empleo.

La vulnerabilidad de los trabajadores

La facilidad de despido que, según los sindicatos, se ha otorgado a las empresas con la reforma laboral repercute en el estado mental de los trabajadores. “Se sienten más vulnerables, menos valorados”, comenta Elisa Sánchez, psicóloga que dirige la empresa de consultoría y formación Idein. “Frases como ‘yo he aportado mucho a esta empresa y ahora me despiden y contratan a alguien con menos experiencia y que cobra la mitad’ son repetidas con frecuencia entre mis clientes”. Esta idea es compartida por Alberto del Pozo, economista del Gabinete técnico confederal de UGT. Para él, la reforma trae consigo desequilibrios, ya que “el empresario tiene más poder ahora". "Cuando se negocia con el trabajador se hace con la amenaza del despido”. Los datos de Empleo publicados en febrero de 2013 reflejaban que el número de ERE no pactados en 2012 había aumentado un 116% en comparación con el año anterior. Ignacio Martín, de la Oficina Precaria, explica que antes “los límites del convenio garantizaban una negociación tranquila, mientras que ahora se impone un año de negociación y si no negocias, pierdes el convenio, así que muchos están empeorando”.

Patricia García, de 32 años, no tuvo margen para negociar nada. El pasado 22 de noviembre los dueños de la empresa para la que llevaba nueve años trabajando le comunicaron que la despedían dándole 20 días de indemnización por año cotizado. “Me sentí muy defraudada, porque no me avisaron con 15 días ni nada. Eso sí, me entregaron una carta de despido de 15 folios”. García se quedó sin trabajo un viernes al terminar su jornada laboral. "Supongo que tenían miedo de que recabara documentación de la empresa por si luego pensaba denunciarles". García era auxiliar administrativo de la compañía, situada en Santa Cruz de Mudela (Ciudad Real), que se dedicaba a mobiliario de baño y cocina. "La verdad es que la empresa había bajado las ventas, pero tampoco como para empezar a despedir”.

Pluriempleo y contratos basura

Pero además de los despidos, la crisis afecta a la calidad de los trabajos. Una de las novedades en el tipo de contrato que se permite con la reforma es el periodo de prueba de un año sin indemnización. En diciembre de 2013, una juez de Barcelona lo declaraba ilegal y reprochaba al Gobierno que la reforma “desprotegiese a los trabajadores de sus derechos”. Para Alberto del Pozo, de UGT, con este periodo de prueba “se encubre un contrato a tiempo parcial, pero que les deja en la más absoluta indefensión”. El Ministerio de Empleo recoge que los contratos indefinidos han disminuido un 6,1% en 2013 respecto al año anterior, mientras que los temporales subieron un 9,1%. Este aumento, unido a la bajada de salarios ha hecho que el pluriempleo haya crecido. Más de 360.000 españoles compaginan dos trabajos para reunir un sueldo que les sirva para llegar a fin de mes.

Parte de bajas de la reforma laboral

Este cóctel trae consigo un aumento de la incertidumbre que, según el sindicalista Pozo, provoca “un retroceso en las decisiones de consumo y repercute en el crecimiento del país". "La economía no la conforman solo los empresarios”. Elisa Sánchez, psicóloga, cree, sin embargo, que la crisis también acarrea que "se valore más el tener trabajo y que se vea lo cotidiano de levantarse el lunes para ir a trabajar como un privilegio".

Becarios más precarios

El alto desempleo juvenil español, un 56,5%, impulsó al Gobierno a aprobar en febrero de 2013 una serie de medidas para incentivar la contratación de personas menores de 30 años. La Estrategia de Emprendimiento y Empleo Joven cuenta con 100 medidas entre las que se encuentra la supresión del límite que impedía a una persona que hace más de cinco años que ha acabado la carrera emplearse bajo el contrato en prácticas. Las condiciones no son siempre, sin embargo, las más deseadas. Borja de Diego, de 25 años, conoce bien el funcionamiento de la empresa en la que antes trabajaba. "El jefe contrataba a gente muy joven durante dos años y después en vez de renovarles, cogía a otras personas", explica De Diego. "Yo cobraba 600 euros y no teníamos días de asuntos propios. Estas son cosas que cuando estás acabando la carrera no te preocupan, pero ahora sí". El jefe de Borja le propuso hacerse autónomo pero él se negó y ahora no le ha renovado. "Encima me dijo que ojalá se hubiera encontrado él con estas condiciones en su época. Ojalá tuviera yo las condiciones de la reforma laboral", comenta indignado.