El Honda C70, con una sola mano
Es el vehículo de motor de mayor producción de la historia y uno de los más populares en el Tercer Mundo
Cada mañana antes de que el sol llene las casas con su prisa, un sonido llena las calles y caminos vecinales dominicanos con la suya. ¿Es un gallo? ¿Es un avión? No, es el ruido de una motocicleta Honda C70. El C70 es uno de los modelos del Honda Super Cub, el vehículo de motor de mayor producción de la historia y uno de los más populares en el Tercer Mundo, donde su tamaño, economía y abundancia lo han convertido desde principios de los años ochenta en el sustituto del caballo, la mula y el burro.
Durante un viaje a Alemania en 1956, Soichiro Honda, director de ingeniería y producción de la compañía, y su socio Takeo Fujisawa comprobaron la popularidad que las motocicletas ligeras habían adquirido en Europa tras la posguerra y comenzaron a desarrollar un modelo similar de alto rendimiento con requerimientos de diseño que se ajustaban a la realidad cultural de sus creadores japoneses y que más tarde facilitarían su entrada masiva en los países donde proyectaban exportar la máquina.
Las ruedas pequeñas del modelo ‘scooter’ que se tenía como referencia en un principio fueron reemplazadas por unas más grandes que resistirían caminos de tierra y carreteras sin asfaltar, pero el requerimiento más curioso era que la motocicleta debía poder ser manejada con una sola mano, para facilitar que los repartidores de fideos de soba pudiesen llevar el encargo en la otra. Estas logradas cualidades son la causa del feliz matrimonio de décadas de este motor con la microempresa dominicana, de la expansión del moto-concho (moto-taxi) y por la que el Internet está lleno de testimonios de sus hazañas; fotos en las que un motorista lleva bajo el brazo, sobre los muslos o en la cabeza, un tanque de gas, una nevera, un enfermo o, sí señoras y señores, una vaca.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.