"Mi truco es comer lo que me da la gana"
Jana Pérez empezó comiéndose el Häagen-Dasz de Bradley Cooper en aquel anuncio. Y ahora va a comerse el mundo
El mismo oscuro arte que se utiliza para convertir un inofensivo mango o una frambuesa en un helado de sabor casi obsceno parece que fue también el que se manejó a la hora de convertir a lo que podríamos llamar, sin miedo a equivocarnos, un ser humano en Jana Pérez.
La modelo catalana, que saltó a la fama al compartir plano con Bradley Cooper en un célebre anuncio de la firma de helados Häagen Dazs, está ahora mismo tumbada sobre el césped de un invernadero madrileño. El fotógrafo Alberto Van Stokkum la retrata en una sesión abierta a los medios, rodeada de naturaleza y botes de helado que esperemos que estén vacíos, porque con este calor y esta señora cerca, su mutación de sólido a líquido puede resultar casi instantánea. Jana se retuerce sobre el césped vestida de rojo. La facción que menos interesa del cuarto poder retrata la sesión; la facción del cuarto poder a la que se la suda el poder, la retrata a ella y le manda con el móvil y le manda las imágenes a sus amigos.
Jana Pérez nació en el barcelonés barrio de Horta hace 28 años. Ha participado siempre en anuncios de cosas que si consumes mucho (Donettes, Cola Cao…) te ponen como una vaca de Flandes y es modelo profesional desde hace ya suficiente tiempo como para encontrarse hoy decidida a hacer de la interpretación su carrera profesional. Vive en Londres desde hace siete años y ahora está sentada en un banco en el interior del invernadero. Aún luce el vestido rojo con el que se retratado en conjunción cromática con la gama de frambuesa y mango de la firma heladera.
“Yo quiero ser actriz, he sido modelo, he hecho mis anuncios y ahora he tenido la suerte de trabajar con grandes actores. Acabo de llegar de Marrakech, donde he rodado con Ewan McGregor, que para nosotros es IWAN, pero en realidad se pronuncia IUAN. Me lo han enseñado ahí. Pero hay mucho que hacer y que practicar aún. Es bueno, como el gimnasio, hay que seguir entrenando”. La cinta a la que se refiera la catalana es Our kind of traitor, dirigida por Susanna White y basada en una novela de John LeCarré. Antes, Jana participó en la última (por el momento) Cenicienta de Walt Disney, un film con una temática que no puede estar más alejada de para lo que se prepara la chica a diario en la capital británica: “Llevo entrenando artes marciales desde el año pasado. Mi abuelo fue campeón de España de boxeo. Mi madre dice que lo llevo en la sangre. Hemos practicado autodefensa y creo que todo el mundo debería tener nociones sobre esto, especialmente, la mujer. Ahora que sé cómo pelear, quiero poner mis conocimientos en práctica, pero en el cine. Aunque, a veces, voy al súper a comprar y cómo se me cuele uno, le atizo”.
Llevo entrenando artes marciales desde el año pasado. Mi abuelo fue campeón de España de boxeo. Mi madre dice que lo llevo en la sangre. Como se me cuele uno en el súper, le atizo
A pesar de que su carrera parece estar despegando y alejándola cada vez más del mundo de las maniquís y la publicidad, Jana sabe que le debe mucho al anuncio que rodó con Bradley Cooper. No le importa recordar cómo este le preguntó si había pensado tener hijos –el original Bradley debió descartar el qué te trae por aquí por razones obvias– e incluso cuando debe negociar la cuestión de rigor al respecto de su consumo de helados, sabe salir con tino del brete. “¿El helado como alimento para elevar el ánimo? ¿Cómo el chocolate? Pues sí, lo he utilizado con este fin. Mira, tengo una tarrina en el congelador de casa y la saco cada vez que la necesito. Me ayuda mucho. Es satisfactorio y funciona. Debería probarlo todo el mundo”, recomienda, en una teoría que corrobora las recientes palabras de Carmen Electra, quien afirmaba que uno de sus dos trucos para mantener ese cuerpo que gasta con 42 años es mantenerse alejada del estrés y los disgustos (el otro truco es desmaquillarse siempre antes de meterse en la cama, algo que nosotros jamás hacemos y así nos va). La ausencia de estrés hace que su consumo de productos de aquellos que te suben el ánimo (de forma legal) se reduzca.
Y si sucede un cataclismo, esta chica que a los seis años ya hacía publicidad y que iba para bailarina, ofrece una solución. “Tengo mi metodología: se trata de comer lo que me da la gana y luego ir al gimnasio a sudarla”, ofrece orgullosa, mientras una docena de cámaras siguen retratándola. Al terminar, alguien nos comenta: la parte de las fotos me ha gustado, pero esto de la entrevista no lo he entendido.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.