La novia del mal

No es la primera vez que un antiguo hippy famoso de los años sesenta se casa con una veinteañera. Pero seguro que es la primera vez que el novio lleva una esvástica tatuada en la frente y cumple prisión perpetua por múltiples asesinatos. Afton Elain Burton, de 26 años, que se hace llamar Star, es la mujer que considera que Charles Manson no es un mal partido. El pasado lunes les fue concedida una licencia de matrimonio.

La boda se celebrará en la prisión de Corcoran, California, donde Manson, que tiene 80 años, cumple cadena perpetua desde que en 1972 se aboliera en el Estado la pena de muerte a la que había sido condenado. “Estoy totalmente con él, y él conmigo. Nací para esto. No sé qué más decir”, afirmó Burton en una entrevista con CNN el pasado agosto. La cadena ya la había entrevistado en 2009 para preguntarle por su fascinación por Manson y, ya por entonces, sus planes de boda. “Le quiero. Y de alguna manera tengo la mente para saber que él es una persona que sabe lo que hay, que tiene la verdad cuando nadie más la tiene”.

Que la chica está enamorada está claro, teniendo en cuenta el tipo de personaje del que se trata y que tampoco parece que le haya sacado mucho partido financiero a la historia. Pero Manson, al no tener posibilidad de acceder a la prisión condicional (la última se la negaron en 2012 y no podrá volver a pedirla hasta 2027), no puede tener visitas conyugales en la cárcel. La razón para casarse parece fundamentalmente práctica. En sus declaraciones a la prensa, Burton ha dejado entrever que el hecho de estar casada con él le daría acceso a cierta información que le ayudaría a probar la inocencia de Manson.

Empezó a escribir cartas al homicida a los 16 años. Con 19 se mudó al lado de la prisión. Hablan a diario y se ven los fines de semana.

Burton tenía 16 años cuando empezó a leer escritos de la “filosofía” de Manson sobre la naturaleza y los crímenes ecológicos. Comenzó a escribirse cartas con él y luego intercambiaron llamadas telefónicas. A los 19 se mudó de Illinois a Corcoran para vivir al lado de la prisión. Hablan todos los días por teléfono y se ven los fines de semana. Ha pasado de fan a groupie y ahora, con la misma edad que la víctima más famosa de Manson, será su esposa. Hace un año, la revista Rolling Stone los entrevistó a ambos en prisión. Allí, pese a las afirmaciones de Burton, Manson negaba que se fueran a casar. “Eso lo hacemos para los medios”, dijo.

Afton Burton se crió en una casa de Mississippi con valores cristianos. En julio, el padre de Star, Phil Burton, de 45 años, explicaba al Daily Mail que no pensaba ir a la boda y que se quedó de piedra cuando su hija le contó sus planes. Phil dice en la entrevista que quiere a sus hijos más que a nada y que respeta la decisión de Afton. “Si hubiera podido pararlo cuando empezó, claro que lo habría hecho. Pero no pudimos. Ya tenía 18 años cuando nos enteramos”, se justicia.

Star, el nombre elegido por Manson para ella, mantiene un sitio web llamado mansondirect.com donde acumula mensajes de su pareja, así como cualquier publicación que sugiera que hubo algo raro en su juicio. En la página está el audio del último mensaje que Manson grabó para los medios, que dice: “Seas quien seas, lo que conoces es lo que eres. Justo. Lo que conoces es lo que eres. Sabéis que no quebranté la ley. Sabéis que me tenéis rehén. Sabéis que soy un prisionero político. Sois todos una banda de mentirosos”.

A Charles Manson se le relaciona con nueve asesinatos. Los más famosos son los conocidos en Los Ángeles como los crímenes Tate-LaBianca y siguen poniendo los pelos de punta. A través de su personalidad de músico místico y con un discurso apocalíptico, Manson tenía sometida a su voluntad a una secta de no más de cinco personas que se hacían llamar La familia. Una noche del verano de 1969 los envió a una mansión de Beverly Hills para matar a todo el que se encontraran. La familia Manson mató a cinco personas, entre ellas, a la actriz Sharon Tate, de 26 años y embarazada de ocho meses.

A la noche siguiente, Manson acompañó a sus discípulos en una nueva cacería. Estuvieron conduciendo por el barrio de Los feliz hasta que decidieron entrar en una mansión, supuestamente por azar. Allí asesinaron salvajemente al dueño de varias tiendas de alimentación Antonio LaBianca, y a su esposa, Rosemary. ¿La razón? Según la fiscalía, echar la culpa de los asesinatos a los negros, para provocar una guerra racial que perderían los blancos. Todo esto eran mensajes ocultos que Manson había encontrado en el disco blanco de The Beatles.

Lo que sea que Burton ha visto en Manson entronca con la fascinación que conseguía ejercer sobre otros, especialmente mujeres, para construir a su alrededor un ambiente de secta en el que el mero sonido de su voz obligaba a cualquier cosa. Manson no solo dominó la voluntad del hombre y las tres mujeres que cometieron los crímenes, sino que desde el día que entró en prisión ha recibido cartas de mujeres que creían en su inocencia y admiraban sus palabras.

Las historia de Manson está indisolublemente unida a la de los años sesenta y la de los hippies de California. Aquellos crímenes son parte de la cultura popular estadounidense hasta el punto de que se abraza sin rubor cuatro décadas después. Manson nunca ha dejado de dar entrevistas en prisión.

Este año hay nada menos que tres proyectos sobre Manson encima de la mesa. Primero llega un libro llamado The Girls, de la debutante Emma Cline, de 25 años. Es el primero de una trilogía de inspiración mansoniana. Por su parte, el actor David Duchovny estrena la serie Aquarius, sobre la investigación alrededor de los asesinatos, para NBC. Y la cadena Fox está preparando con el director Rob Zombie una película.