Cannes más allá del taquillazo
El mejor cine del festival, que comienza hoy, está en sus secciones paralelas, lejos de la alfombra roja. ¿El tema en común? La crisis. Obviamente.
Italia
El argumento de Viva la libertad (2013) parece escrito para Antonio Resines. Dos hermanos gemelos, uno enfermo mental y el otro líder de la oposición del Gobierno italiano, se intercambian sin que pase nada (malo). La más que digna comedia de Roberto Andò y su largo recorrido por festivales es un reflejo de la curiosidad que despierta la realidad italiana a nivel internacional. Por no hablar de su protagonista, Toni Servillo, que es ya casi un género en sí mismo y el rostro con el que se radiografía a la sociedad y política del país en Gomorra (2008), Il Divo (2008), La gran belleza (2013) y No mires atrás (2014).
A pocos se les escapa que el cine italiano es uno de los más relevantes de la historia, pero pocas veces desde las décadas de los 60 y 70 había merecido tal interés como en la actualidad. En la competición de Cannes de este año hay nada menos que un hat trick formado por habituales del festival y su palmarés. Nanni Moretti (Mia madre), Matteo Garrone (Il racconto dei racconti) y Paolo Sorrentino (La giovinezza), quien regresa tras el Oscar de La gran belleza.
Grecia
Un país con la economía patas arriba que hipnotiza con un cine alejado de los grandes presupuestos. Aunque, si les preguntas a sus directores estrella, evitan relacionar de forma directa sus crudos y claustrofóbicos retratos familiares con la situación de su país. En esta edición de Cannes, Yorgos Lanthimos se confirma como gran apuesta del cine internacional en el mismo lugar que lo descubrió con su brutal Canino. Compite por vez primera por la Palma de Oro con la coproducción europea The Lobster, situada en un futuro cercano en el que los solteros son detenidos y obligados a encontrar pareja en un plazo máximo de 45 días.
Alexandro Avranas y su Miss Violence, cuyo relato comienza con el suicido de una niña el día de su cumpleaños, son evidentes herederos de Canino. Mientras que el estallido de la protagonista de A Blast de Syllas Tzoumerkas, que abandona a su madre, sus tres hijos y un marido ausente, es el reflejo de las inmerecidas deudas contraídas por toda una generación.
Corea del Sur
En permanente superávit económico y a pesar de tener como vecino a Kim Jong-un, la industria del cine surcoreano arrasa a todos los niveles. Y no solo porque sus películas encuentren acomodo en festivales europeos mientras lamentan las políticas cercanas a la censura de los certámenes locales. También logran hitos en la taquilla a lo Ocean’s Eleven como The Thieves (2012) y sus directores dan el salto a Hollywood en masa. En los últimos tiempos lo han hecho Park Chan-wook Stoker y Jee-woon Kim The Last Stand. Por no contar los remakes que la industria estadounidense se asegura con los éxitos de Old Boy y Sympathy for Mr. Vengeance. The Shameless, Madonna y Office son solo algunos de los títulos que se proyectan en el amplio programa de Cannes 2015.
Rusia
Muchos se sorprendieron por que la autocrítica de Leviatán (Andrei Zvyagintsev) representara a Rusia en los Oscar a pesar de las quejas del Kremlin, tras haber enganchado a los asistentes de la pasada edición del certamen francés. Es ya célebre su metáfora visual del esqueleto de una ballena varado en la orilla, certificando con su cuerpo corrupto la muerte de un gigante. La filmografía reciente del país merece mención, aunque no destaque su presencia en esta edición de Cannes.
Políticos de todo pelaje sin un resquicio de honestidad son los protagonistas de muchas producciones rusas actuales. Yury Bykov incide en las grietas que genera un sistema sin valores en The Fool. Un fontanero alerta a la administración pública acerca de un edificio en el que malviven 800 personas, a punto de derrumbarse, pero solo consigue convertirse en un testigo inconveniente. En la Berlinale, Alexey German Jr presentó en Under eclectic clouds a la Rusia del 2017, a cien años de la revolución de octubre. Por supuesto el resultado de sus predicciones es todo un cuadro. Y el Kremlin encantado.
Rumania
Al igual que ocurre en Rusia, la pujanza de la nueva ola del cine rumano molesta bastante a buena parte del país. Hace casi diez años, la Palma de Oro para 4 meses, 3 semanas y 2 días de Cristian Mungiu confirmaba que sus directores tenían mucho que contar sobre el presente y el pasado reciente de Rumanía. Poco antes, La muerte del señor Lazarescu (2005) se reía del estado de la sanidad pública del país. El éxito les ha permitido adentrarse en otros géneros.
El documental animado Crulic, camino al más allá (2011) es un ejemplo de ello, mientras que Historias de la edad de oro abraza el tan de moda cine patchwork, con segmentos de distintos cineastas que recopilan leyendas urbanas relacionadas con el régimen de Ceausescu. Uno de sus últimos éxitos festivaleros que ha llegado a las pantallas españolas es Madre e hijo (2013) de Calin Peter Netzer. Este tenso melodrama familiar, de esos que deja al espectador sufrir con gusto, critica sin contemplaciones a los nuevos ricos del país. En esta edición de Cannes se presentan dos títulos en la sección paralela Un Certain Regard: The Treasure, de Corneliu Porumboiu y One Floor Below, de Radu Muntean.
México
Alfonso Cuarón y Alejandro González Iñárritu acaban de lograr dos Oscars consecutivos a la mejor dirección, ya completamente integrados en la industria estadounidense. En Cannes, los cineastas mexicanos también se los llevan a pares. Carlos Reygadas (Post tenebrosa lux) y Amat Escalante (Heli) han sido premiados recientemente con dos retratos violentos que incomodaron incluso a los periodistas locales. En otros festivales han arrasado cintas como Güeros de Alonso Ruiz Palacios, una brillante road-movie urbana en blanco y negro con las protestas estudiantiles de fondo que acaba de estrenares en España.
Por su parte, Gabiel Ripstein, el hijo de Arturo Ripstein, ha debutado en la dirección con Tim Roth protagonizando el thriller fronterizo 600 millas, con el que ha sido premiado en Berlín. En esta edición de Cannes, Chronic de Michel Franco, representa a toda Latinoamérica en la Sección Oficial.
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