10 fotosEl código postal afecta a tu saludUn ensayo fotográfico publicado en una revista científica ayuda a entender la influencia del entorno urbano sobre la salud de los habitantes de una ciudad 09 oct 2015 - 13:18CESTWhatsappFacebookTwitterLinkedinCopiar enlaceLa salud va por barrios y se sabe que cuanto mayor sea el nivel socioeconómico menor es el riesgo de problemas cardiovasculares. Ahora, un equipo de la Universidad de Alcalá (en la imagen) quiere comprender por qué y cómo. El proyecto Heart Healthy Hoods (HHH), liderado por Manuel Franco y financiado por el Consejo Europeo de Investigación (ERC), está analizando 128 barrios de Madrid desde el punto de vista del acceso a distintos tipos de comida, posibilidades para hacer ejercicio o acceso al alcohol y al tabaco. Estos datos se cruzarán con los registros sobre salud cardiovascular de 1,4 millones de personas recogidos en centros de atención primaria. Los datos que recoja este estudio, que incluirá el trabajo de médicos, biólogos, sociólogos, geógrafos, periodistas y demógrafos, se podrán convertir en una herramienta para crear, con datos en la mano, mejores diseños urbanísticos y unas políticas de salud que vayan más allá de las recomendaciones de salud para cada individuo. Parte de este trabajo es un ensayo fotográfico que se publicará próximamente en la revista International Journal of Epidemiology y del que a continauación publicamos parte.Víctor CarreñoMarta, 57 años, residente del barrio Recoletos, distrito de Salamanca. A Marta le encanta fumar fuera de su casa, le encanta dar paseos en las horas de la tarde por su barrio. "Lo de fumar viene de herencia, como todo lo mío. Mi madre y mi padre fueron fumadores, y aunque dejé de fumar por un tiempo, porque mis amigas me decían que era malísimo para la piel, recaí y empecé a fumar más". Marta es soltera y vive con su mascota, un chihuahua. Aunque en general el nivel socioeconómico es positivo para la salud, existen excepciones que este estudio también quiere detectar. Atlanta, EEUU, es una ciudad con alto nivel de renta, pero en la que todo el mundo necesita coger el coche para todo. Esto hace que, pese a la renta, la gente tenga más peso y peor salud.Víctor CarreñoMiguel, 45 años, residente en el barrio de Villaverde Alto, distrito de Villaverde. Miguel sale todas las tardes a caminar al barrio Plata y Castañar. "Antes aguantaba corriendo por lo menos media hora y hacía los tres kilómetros trescientos metros del circuito de bicicleta que hay en la reserva forestal, pero me empezaron a doler las rodillas de repente y ahora prefiero caminar". Dos o tres veces por semana, Miguel hace un recorrido de una hora a paso ligero: "Cuando estoy de buen ánimo llego hasta Leganés". Existen estudios que estiman que una medida individual para favorecer hábitos saludables en toda la ciudad, como la puesta en marcha de un servicio público de alquiler de bicicletas en Barcelona, el conocido como Bicing, puede evitar hasta 12 muertes al año, tanto por los beneficios para la salud como por los que se derivan de la reducción de la contaminación.Víctor CarreñoAsueto de Mercedes, 69 años, residente en el barrio de La Concepción, distrito de Ciudad Lineal. Auditorio del parque El Calero. Durante todo el mes de junio, algunos vecinos de Ciudad Lineal -sobre todo jubilados, pero hay personas de todas las edades- se reúnen a bailar cada miércoles entre las 5 y las 8 de la tarde en el auditorio del parque El Calero. El grupo musical Saoco se encarga hoy de levantar el ánimo a ritmo de pasodoble, pero también de salsa y danzón. Mercedes siempre acude en su silla de ruedas, con la ayuda de su hija. "Se está fenomenal. Estas cosas nos dan la vida a los viejos del barrio, no quedarse en casa viendo la televisión; y ¿sabes qué?: hay parejas que bailan de cine. Mira esos de ahí". Manuel Franco, profesor de la Universidad de Alcalá de Henares y líder del proyecto, recalca la importancia de integrar la actividad física en el entorno urbano y en actividades cotidianas para mejorar la salud. "Al final, deporte hace muy poca gente".Víctor CarreñoGalo, 48 años, residente en San Cristobal, distrito de Villaverde. Galo y sus amigos llegaron a España desde Ciudad de Machala, provincia de El Oro, al suroeste de Ecuador, hace ya 13 años. "Nosotros venimos -dicen- de la capital bananera del mundo". A las seis de la tarde, un domingo cualquiera, toman una cerveza tranquilamente, apoyándose sobre un coche. Galo vende coches de segunda mano. "Últimamente está muy duro el negocio, pero no me quejo". De la cerveza pasan al aguardiente de caña, que acaba de traerles otro amigo desde su tierra de origen: "¿Quieres probar?" Las imágenes y las declaraciones de los entrevistados son después analizadas por sociólogos, para tratar de integrar la información que ofrecen en el proyecto global.Víctor CarreñoRaúl, 42 años, residente en el barrio de Recoletos, distrito de Salamanca. Raúl trabaja en el área de desarrollo de software financiero. Para librarse del estrés y no perder tiempo, cuenta con un medio de transporte personal, el segway, que hasta hace poco solo utilizaban los turistas. "Es una pasada. Lo utilizo sobre todo para ir de casa al trabajo, y en casi toda la ruta tengo carril bici. Es bastante cómodo y me resulta muy divertido". Raúl no busca pareja.Víctor CarreñoJavier, 58 años, residente del barrio de Quintana, distrito de Ciudad Lineal. Vive en el barrio de Quintana y dice que prefiere utilizar el metro cuando tiene que moverse por Madrid "para hacer gestiones", pero cuando está más tranquilo, sobre todo por las tardes, prefiere darse el paseo calle de Alcalá abajo hasta el metro de Ventas. "Lo que más me gusta del mundo es pasearme por la plaza de toros. Tengo un par de amigos que viven aquí, y quedamos a tomar café o un coñá y hablar de política". Afirma con convicción que "los políticos nos han llevado a la ruina". Javier está prejubilado. Con su pensión sobrevive también su hija, que encadena trabajos temporales. Víctor CarreñoAna, 52 años, residente en el distrito de Ciudad Lineal. En esta esquina, Ana y su hija se reúnen a menudo con las vecinas a fumar un cigarrito y charlar de la vida. "Yo empecé a fumar -dice Ana- después de tener a mi segunda hija, ya hace 22 años". Desde entonces no he intentado dejarlo. Mi hija sí. Ella ha intentado dejarlo dos o tres veces, pero no ha podido". Ana fuma alrededor de quince cigarrillos al día. "Se que debo fumar menos, pero ahí lo llevo. Por ahora no me afecta demasiado, la verdad es que me encuentro bien".Víctor CarreñoHilario, 50 años, residente en el barrio de Argüelles, distrito Moncloa-Aravaca. Hilario tiene una tienda de alto nivel, como su clientela. Piezas de fruta y verdura que parecen de porcelana, aire acondicionado, cámaras frigoríficas de la mejor calidad; y todo impecable, reluciente, apetecible. Hilario es extremeño y trabaja en su negocio con ayuda de dos empleados: Carlos, de origen ecuatoriano, y Guillermo, colombiano. No tiene queja. Hilario habla en plural: "Aquí damos el mejor trato. A la mayoría de nuestros clientes los conocemos por su nombre. Ya vamos a cumplir ocho años aquí y seguimos tan contentos como el primer día". Víctor CarreñoMaría, 45 años, residente en el barrio de San Cristóbal, distrito de Villaverde. María y sus amigas se reúnen dos veces por semana en el parque de la Dehesa Boyal, un bosque de pinos y parque principal de San Cristóbal. María vive en España desde hace cuatro años, lleva ocho meses en el paro y le asalta una duda: "A veces me dan ganas de volver a Baní (en la República Dominicana, de donde procede), a trabajar en el restaurante de mi prima, pero algo me dice que me va a salir algo aquí". Sus amigas también están pendientes, por si le sale ese algo. María está separada y tiene un hijo de 13 años que vive con su padre y su abuela paterna en Baní.Víctor Carreño