Sí, es probable que el marido de su amiga se haya hecho un retoquito
Las inyecciones estéticas ya no son monopolio de ricos y famosos. Sociedades médicas predicen un uso generalizado. Vitaminas, silicio, colágeno…
El boom es imparable: el 23% de los españoles, de entre 18 y 75 años, se ha sometido a algún tratamiento estético con una aguja de por medio, y llegará hasta el 50% en 2020, según la Sociedad Española de Medicina Estética (SEME).
Aquí, una guía de sustancias:
Ácido hialurónico
Es un polisacárido presente en el organismo de forma natural, responsable de la hidratación, la firmeza y la tonicidad de la piel. A los 50 años, solo se mantiene el 50% del capital inicial. Existen tres tipos: de alta densidad (reticulado), que se inyecta en la dermis profunda y se utiliza para corregir arrugas profundas, redefinir el óvalo facial, corregir labios, pómulos, mentón y nariz y rellenar cicatrices; el de densidad media, que se utiliza principalmente para rellenar los labios y se infiltra en la dermis media; y el no reticulado (de baja densidad), que se pone en la dermis superficial para hidratar y aportar jugosidad y reducir patas de gallo y arruguitas de expresión. Los resultados se aprecian de inmediato, van mejorando hasta las cuatro semanas y se mantienen entre 6 y 12 meses. No se debe inyectar en zonas de infección (labios con herpes, por ejemplo), en pacientes con enfermedades autoinmunes, durante el embarazo o con alergias indefinidas. Al ser un material biocompatible y reabsorbible, no deja secuelas y estas son sencillas de corregir. ¿Duele? En las zonas más sensibles, como los labios y arrugas del fumador, puede resultar bastante molesto, de ahí que se suela anestesiar antes con una dosis de lidocaína.
El precio varía según la zona: desde 400 euros (labios) a 1.200 euros (tratamiento de efecto lifting integral).
Hilos de polidolaxona
Se utilizan en la cirugía cardiaca, y como tratamiento estético se colocan para reafirmar el arco mandibular, glúteos, cara interna de muslos y brazos, pómulos, cejas, etcétera. Son biocompatibles y se reabsorben a los cuatro meses de haber sido implantados, dejando en su lugar nuevas fibras de colágeno que crean una malla de sujeción ejerciendo un efecto lifting. A diferencia de los hilos de ácido poliláctico, sus predecesores, se implantan sin necesidad de incisiones ni anclajes en la piel. Existen varios tipos con distintos grosores y medidas en todas sus versiones: los monofilamentos, que se usan para ganar firmeza en pieles jóvenes; los tornados, tienen forma de muelle y son perfectos para recolocar volúmenes como los pómulos; y los espiculados, que llevan unas pequeñas espículas a ambos lados (como las espinas de los peces) que actúan como un anclaje más fuerte una vez que se implantan. Estos hilos vienen preparados con una cánula guiadora desechable y se implantan en las capas profundas de la dermis. El efecto de tracción es inmediato, pero para conseguir resultados definitivos hay que esperar entre tres y cuatro meses, y estos perduran entre 12 y 18 meses dependiendo del estado de la piel. No tienen contraindicaciones aunque, dependiendo de la zona donde se implanten, puede doler.
Toxina botulínica
Es una proteína que provoca una denervación selectiva de una placa motora. Es decir, bloquea la transmisión nerviosa del músculo evitando que se contraiga. En estética se utiliza para evitar las contracciones continuas que provocan las arrugas dinámicas y de expresión y la rotura de la piel por la repetición del gesto continuado. En España solo se admite su uso en estética en el tercio superior del rostro. Cada zona tiene su propia técnica por lo que hay que tener un conocimiento profundo de la anatomía facial para evitar caída de los párpados y asimetrías. En la frente y el entrecejo se deposita en la dermis profunda, justo encima del hueso; y en las patas de gallo, es más superficial. Los resultados en la frente se aprecian a las 72 horas aproximadamente; las patas de gallo se difuminan alrededor del octavo día y el entrecejo a los 12. El resultado definitivo se observa a los 15 días, momento en el que conviene realizar una revisión por si fuera necesario algún retoque. El efecto se va degradando poco a poco hasta que a los seis meses desaparece. No se puede utilizar en personas con miastenias graves (enfermedades degenerativas musculares), ELA o durante el embarazo.
Precio: el tercio superior del rostro completo 550 euros.
Colágeno
Es una proteína presente en el cuerpo de manera natural cuya fórmula inyectable se produce de manera sintética para evitar el riesgo de rechazo y la necesidad de realizar un test de alergia previo. Inyectado, estimula su producción natural. Es una de las sustancias más utilizadas en estética porque atenúa arrugas, aporta luminosidad, previene y actúa contra la flacidez, refuerza los pilares dérmicos y es muy eficaz en el tratamiento de bolsas y ojeras porque rellena sin retener agua (como el ácido hialurónico). Se infiltra con una microcánula para alcanzar las capas más profundas de la dermis, y con aguja para recuperar cicatrices, estrías, arruguitas… Los resultados se aprecian a los 21 días, cuando se ha generado el nuevo colágeno y permanecen entre seis y nueve meses. No tiene contraindicaciones: es biocompatible, rápido, seguro y duradero.
Precio: Desde 400 euros.
Factores de crecimiento plaquetario (FCE’S)
Son células madre sanguíneas extraídas de una muestra de sangre del propio paciente. Se utilizan para regenerar y acelerar la cicatrización de heridas (incluso abiertas); como tratamiento de regeneración natural de la piel ya que incide sobre la producción de colágeno y elastina, responsables de la firmeza y juventud; y se ha consolidado como una técnica muy eficaz para prevenir y combatir la caída capilar y redensificar la cabellera, ya que nutre profundamente el folículo piloso y consigue que los cabellos nuevos nazcan con más fuerza, vigor y grosor. Como tratamiento antiaging, la luminosidad es inmediata, pero la restitución biológica de la piel se aprecia a los 21 días aproximadamente. Como redensificante capilar, el tiempo de espera es el mismo, los resultados se aprecian desde la primera sesión, pero son necesarias entre cuatro y seis sesiones (una al mes) para observar una mejoría total. Hacen falta sesiones de mantenimiento, entre una y dos al año. Con pistola de mesoterapia no duele más que otro pinchazo, pero el tratamiento es bastante doloroso cuando se realiza en el cuero cabelludo.
Precio. Desde 350 euros la sesión.
Hidroxipatita cálcica
Es un mineral que forma parte de la composición natural de los huesos y contribuye a la formación de nuevo colágeno allí donde se ubica. Los médicos estéticos lo utilizan para rellenar arrugas profundas y combatir la flacidez, así como para reponer pequeños volúmenes en las zonas óseas (nariz, mandíbula…). Se inyecta siempre con aguja y a gran profundidad subdérmica para conseguir una mayor sujeción. Los resultados son inmediatos, pero el efecto lifting es total a los tres meses, cuando conviene realizar una segunda sesión para que se mantenga hasta un año. Al ser una material biocompatible, carece de riesgo de migración a otras zonas donde no ha sido inyectado. Se desaconseja si existe un implante definitivo no reabsorbible (silicona, por ejemplo); si hace dos meses que se ha infiltrado ácido hialurónico; en enfermedades autoinmunes y de la piel; y durante el embarazo.
Precio: desde 600 euros.
Poliprolactona
Es un poliéster biodegradable sintético que estimula la producción natural de colágeno de anclaje que dará soporte a las microesferas con las que está formulado, impidiendo el riesgo de migración fuera de la zona en la que se ha infiltrado. Corrige arrugas de manera inmediata y aporta volumen gracias a la bioestimulación que provoca. Es importante que, en el rostro, se inyecte en las capas más profundas de la piel para evitar que se formen micronódulos. Los resultados son inmediatos, pero son definitivos como relleno a las cuatro semanas, cuando se han generado las nuevas fibras de colágeno. Dura entre 9 y 12 meses.
No debe utilizarse en personas con cicatrices hipertróficas; embarazadas, pacientes con tratamientos de corticoides o con procesos infecciosos.
Precio: a partir de 600 euros.
Silicio orgánico
Este mineral presente de manera natural en la piel recoloca las facciones y tejidos afectados por la flacidez (óvalo facial, pómulos, sonrisa de marioneta, cuello, cara interna de muslos y brazos, rodillas…), ya que sujeta las fibras de colágeno y elastina. Se infiltra con una microaguja para minimizar el riesgo de hematomas y se deposita en las capas profundas de la dermis, buscando los puntos más pesados de los músculos para conseguir una recolocación y proyección de los mismos. ¿Cuándo se aprecian los resultados y cuánto duran? La tracción del silicio, al crear una malla, se nota de inmediato, pero su efecto es definitivo a los 15 días y dura entre seis y ocho meses. Al contrario que los hilos, no genera la producción de nuevos tejidos. No se puede utilizar en pacientes con alergias alimentarias a los frutos secos e infecciones en la piel.
Precio: a partir de 400 euros.
Vítaminas
Es un cóctel personalizado de aminoácidos y oligoelementos que incluye múltiples principios activos dependiendo de las necesidades de cada piel. Es, según la especialista en estética Purificación Espallargas, el mejor preventivo de la oxidación celular en todos sus niveles: producen una biorevitalización inmediata, nutren, hidratan, alisan, atenúan y refrescan la piel. “Un protocolo sencillo que debería ser un cuidado básico de la piel al menos una vez al trimestre”. Para maximizar sus beneficios: “Lo ideal es llegar hasta las primeras capas de la dermis del rostro, cuello, escote, manos... y hacerlo a través de múltiples pinchazos (con microagujas o, mejor, pistola de mesoterapia) para activar también la producción de colágeno y elastina. Cuantos más pinchazos, mejor”, indica la doctora. Inmediatamente se aprecia una mayor luz, frescura, hidratación y tersura. Al ser un cóctel personalizado, los efectos adversos son prácticamente nulos.
Precio: desde 180 euros.
Dióxido de carbono
Es un gas que provoca una microvasodilatación sanguínea en un área de 10 centímetros alrededor de la zona pinchada, que induce al organismo a incrementar la oxigenación de la piel. Se indica como tratamiento contra la celulitis, grasa localizada, flacidez, cicatrices, estrías, ojeras, bolsas y como coadyuvante a protocolos de adelgazamiento, posliposucción y bioestimulación capilar. Se introduce en la dermis con la ayuda de una aguja específica, controlada por una pistola diseñada específicamente para medir la cantidad y el tiempo de la inyección del gas. Dependiendo del objetivo son necesarias entre 5 y 12 sesiones, una por semana y los resultados se mantienen entre tres y seis meses. Este tratamiento puede llegar a provocar pequeños hematomas, pero carece prácticamente de efectos secundarios.
Precio: desde 50€ por sesión
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.