_
_
_
_
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Vade retro

La vida es ahora. Gocémonos los unos a los otros y sufrámonos solo cuando no quede más remedio

Luz Sánchez-Mellado

Hoy es Jueves Santo. Perdonen la obviedad, pero desde que oía de cría estas palabras en la voz engolada del locutor de Televisión Española, siempre quise escribirlas una detrás de otra y era ahora o nunca. Los niños sabíamos que la sentencia era inapelable y nos condenaba a un tostonazo de procesiones y películas de romanos desde la carta de ajuste hasta la despedida y cierre. Pero entonces, como ahora, la vida estaba fuera y allá que íbamos a comérnosla.

También hoy la tele entra en bucle de capirotes y péplums. Pero cada época tiene sus clásicos y ahora, por estas fechas, igual que llega a El Corte Inglés la primavera, sale Reig Plá, el obispo de Alcalá de Henares, y suelta por su episcopal pluma los sapos y culebras que deben de habitar sus pesadillas. Para mí que Su Eminencia se empalma bendiciendo las ídems el Domingo de Ramos y ya no decae ni harto de vino de misa. Fue un Viernes Santo cuando dijo que algunos gays encuentran el infierno. Ahora arremete contra la Ley de Transexualidad madrileña pontificando que el hombre no es solo voluntad y libertad, sino sagrada e inalterable naturaleza. ¿Sabe qué? Le envidio, Ilustrísima. Debe de ser estupefaciente creerse dueño de la recta razón y mirar un metro por encima al prójimo con sus certezas absolutas y su vara de medir vidas ajenas. Ahora, en estos días convulsos en que bellísimas universitarias mueren en ruta por fatalidades del destino e inocentes viajeros caen asesinados por la barbarie de demasiados, no sobraría predicar paz y amor en vez de prejuzgar al diferente.

En aquellas Pascuas, además de hacer vigilia, estrenábamos la manga corta y comíamos la mona y saltábamos a la comba y tonteábamos con los chicos a muerte. La vida es ahora. Gocémonos los unos a los otros y sufrámonos solo cuando no quede más remedio. Apuremos el cáliz, sí, pero hasta donde nos dé la gana. Las heces ya las sueltan otros por sus bocas.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Luz Sánchez-Mellado
Luz Sánchez-Mellado, reportera, entrevistadora y columnista, es licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense y publica en EL PAÍS desde estudiante. Autora de ‘Ciudadano Cortés’ y ‘Estereotipas’ (Plaza y Janés), centra su interés en la trastienda de las tendencias sociales, culturales y políticas y el acercamiento a sus protagonistas.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_