Desde Singapur a Polonia y, por supuesto, en Colombia, su país, las esculturas de Fernando Botero pueblan multitud de calles y plazas, formando parte del paisaje cotidiano que ven los viandantes. Si Medellín, su ciudad natal, es un museo al aire libre de las obras de este artista. En la capital colombiana se sitúa el museo que lleva su nombre, concretamente en una casa colonial de 1724 en el centro histórico de Bogotá. En el año 2000, el pintor y escultor donó a esta institución 208 obras, 123 suyas y 85 de otros artistas que había coleccionado como Dubuffet, Wifredo Lam, Torres García, Bacon, Calder, Dalí...Kaveh Kazemi (Getty)Y qué mejor paisaje para continuar nuestro recorrido que la berlinesa Isla de los museos. La parte del norte de la isla del río Spree alberga centros como el Museo Egipcio, el de Pérgamo, el Bode, la Antigua Galería Nacional... que reúnen piezas que van desde el principio de las civilizaciones como las babilónicas puertas de Ishtar, el altar de Zeus (en la imagen) o el busto de Nefertiti, hasta obras de Rodin, Klimt o Beuys.MAURIZIO GAMBARINI (efe)Un museo puede ser una institución que sirve de buque insignia de un Estado y su imagen suele ser un icono de su ciudad, por ejemplo: el Museo Británico, los Uffizi, el Prado o el Louvre. Otras veces, sin embargo, son espacios íntimos, no demasiado conocidos. Un oasis en mitad de la ciudad como es el Museo Sorolla. Situado en la casa que el pintor valenciano mandó construir y que hoy conserva estancias tal y como estaban a principios del siglo XX durante la vida del artista. Este palacete es un testigo, de los que no quedan muchos, de cómo eran los inmuebles de la época en los alrededores del Paseo de la Castellana. El jardín que se puede ver en la foto fue diseñado por Joaquín Sorolla imitando los de la Alhambra y el Generalife (Granada) y protagoniza muchas de las obras del pintor.Luis SEvillanoUna parte del paisaje de París cambió definitivamente cuando en 1977 se inauguró el edificio que los arquitectos Renzo Piano y Richard Rogers crearon para albergar el Centro Pompidou. Actualmente se viven tiempos en los que los museos quieren salir de sus paredes y llegar a los visitantes, ya sea con las redes sociales o con visitas virtuales. Esta institución ya nació ocupando el espacio público, la gran plaza que le precede formó parte fundamental del proyecto presentado por los arquitectos. Piano dijo de este centro: "Sobre la plaza y en el exterior del volumen aprovechable se ha agrupado todo el equipamiento relacionado con el movimiento del público. En el extremo opuesto se encuentran todo el equipamiento técnico y las canalizaciones. De esta forma, las plantas quedan completamente libres y aprovechables para cualquier forma de actividad cultural existente o por descubrir".Sylvain Sonnet (Getty images)Hasta el comienzo de este siglo las palabras museo y turbinas tenían difícil relación. Hoy, solo con decir sala de Turbinas la asociación está hecha: el espacio más conocido de la Tate Modern, uno de los museos de arte contemporáneo más importante, tanto en la calidad de sus exposiciones como en la cantidad de visitantes que recibe (cinco millones anuales). ¿Y por qué este nombre? Porque esta institución es la rehabilitación de una fábrica eléctrica en el área londinense de Southwark, que resurgió en 2000 tras la llegada de este centro de arte. El 17 de junio inaugurará nuevos espacios expositivos que incrementarán su superficie en un 60%. Su director Chris Dercon ha dicho de esta ampliación que "la nueva Tate Modern será mucho más que un mero contenedor de arte, constituirá una plataforma para favorecer encuentros humanos".Barry Winiker (getty images)El museo del Mañana se inauguró unos días antes de que comenzara 2016, año en que Río de Janeiro será sede olímpica. El edificio creado por el arquitecto Santiago Calatrava pretende ser uno de los hitos que marca la transformación de esta ciudad, en concreto, de su antigua zona portuaria y de la bahía de Guanabara. El edificio, inspirado en las bromelias -una planta tropical-, está dedicado a la ciencia y a la tecnología y en su recorrido intenta explicar algunas de las preguntas universales que se ha hecho el hombre en el pasado y que continuará haciéndose en el futuro: dónde vamos, de dónde venimos, quiénes somos... En su construcción -que ha costado 60 millones de euros- ha primado la sostenibilidad y el aprovechamiento de los recursos que le rodean: usa agua de la bahía para climatizar su interior y tiene casi 5.500 paneles solares.Pilar Olivares (reuters)Si la Tate Modern es ejemplo del renacimiento de la zona londinense de Southwark, a partir de la conversión de una fábrica eléctrica en museo, el Museo Guggenheim es la prueba de la transformación de Bilbao, cuyo motor fue el edificio de Frank Gehry, un inmueble-escultura que se convierte en un vertebrador de la ciudad. Marca un antes y un después de otro de sus elementos fundamentales: la ría del Nervión. El icónico edificio, tan distinto a los que le rodean, no sobrepasa la altura de ninguno de los de su entorno. Dentro de sus diferencias, encajan perfectamente, creando una serie de paseos y de espacios que hacen que se integre y genere un paisaje. En la imagen se puede ver la araña de Louise Bourgeois, que hasta el 4 de septiembre convivirá con 'Estructuras de la existencia: Las celdas', una exposición de esta artista que se puede ver en el interior.Luis Alberto GarcíaEste museo es uno de los más grandes del mundo y con mayor número de fondos. Por supuesto es el más importante en lo que a arte ruso se refiere y de los más completos en cuanto a piezas de otras culturas. No es un edificio de nueva creación, comprende varios palacios, uno de ellos el Palacio de Invierno de los zares. Con la caída de estos, se convirtió en el primer museo público del país, nutriéndose de los fondos que habían atesorado estos poderosos gobernantes. Como otros macromuseos, el Louvre, por ejemplo, forma un ecosistema en sí mismo con enormes galerías llenas de objetos arqueológicos, pinturas, esculturas, grabados, libros, dibujos, una colección de ciencias naturales y otra numismástica -la más numerosa del mundo-. Su tamaño es tal que, como en otras instituciones de dimensiones similares, sus trabajadores se mueven con patines o con carritos por las áreas privadas.Un museo que da para más de una ciudad y que está abriendo sucursales por distintos lugares como Ámsterdam y Málaga.Alexander Demianchuk (Reuters)Otro lugar que mantiene vivo al artista que lo creó es el Museo Chillida Leku, una finca cercana a Hernani (Gipuzkoa) de 13 hectáreas con un caserío de casi 500 años que Eduardo Chillida rehabilitó, es casi como una más de sus esculturas. Este creador hizo que sus obras formen parte indispensable del paisaje de las ciudades. ¿Sería Donosti la misma sin el 'Peine del viento' o Gijón sin 'Elogio del horizonte'? No. ¿Sería San Sebastián una mejor capital europea de la cultura si el Chillida Leku estuviera abierto? Sin duda. Las negociaciones entre el Gobieno de Euskadi y la familia van despacio y más con las próximas elecciones al Parlamento vasco, comentaba Ignacio Chillida -hijo del escultor-, el mes de marzo en un entrevista con este diario. Mientras, la comunión entre las esculturas que pueblan la finca de Zabalaga y el paisaje es solo muestra del nexo entre Chillida, su obra y su tierra. En la imagen, el museo antes de cerrarse el 31 de diciembre de 2010.Jesús UriarteEl museo Gulbenkian en Lisboa es fruto del afán coleccionista de su creador, un ingeniero de origen armenio, uno de los pioneros en comerciar con el petróleo de Oriente Medio. Durante la Segunda Guerra Mundial se estableció en Lisboa y a su muerte legó sus bienes al Estado portugués. El edificio donde se establece está rodeado de un gran parque que hace que el arte y la naturaleza permanezcan en constante diálogo, desde 2010 tiene la calificación de Monumento Natural. Otro ejemplo más de cómo los museos son agentes que conforman sus paisajes, el contexto -geográfico, histórico, económico, social y cultural- en el que operan.Kevin FoyEn la carta de Siena -el documento de ICOM que estableció el tema del Día Internacional de los Museos de 2016- el paisaje cultural es definido como "el país donde vivimos, que nos rodea con las imágenes y símbolos que lo identifican y lo caracterizan". Ejemplo de esto es la florentina Galería de los Uffizi, seña de identidad de su ciudad, de su país y sin exagerar demasiado de la historia del arte.Corbis
