11 fotosLuces, cámara y acción contra las bodas ilegalesBangladesh tiene la tasa más alta de matrimonios de menores de 15 años del planeta. Un programa emitido en horario de máxima audiencia denuncia esta lacraIgor G. Barbero04 jul 2016 - 07:52CESTWhatsappFacebookTwitterLinkedinCopiar enlaceEn el corto participan unos 40 extranjeros residentes en Bangladesh que interpretan papeles en lengua bengalí, algo que ha venido sucediendo durante los últimos tres lustros. El programa está cargado de sátira y humor y es un potente altavoz. El director, Hanif Sanket, cree que los espectadores, sobre todo de clases media y bajas, valoran muy positivamente la actuación de los extranjeros, lo que ayuda a que los mensajes que transmite penetren mejor en la sociedad. Igor G. BarberoLos chicos van vestidos con holgadas camisas y lunguis, unas faldillas que cubren hasta los tobillos, y ellas llevan tradicionales saris, que son más alegres o apagados en función de la edad; las mejillas de los malos de la trama, como en el protagonista de la imagen, están tatuadas con exageradas cicatrices y cuanto más villanos son más barba tienen, mientras que las chicas jóvenes van adornadas con perfectas trenzas y moños envueltos por lazos de colores.Igor G. BarberoLa trama en sí no tiene excesivo misterio, más allá de la ilusión y entusiasmo de los protagonistas. Un día de rodaje, cuatro semanas de ensayos intermitentes, actores amateurs, maquillaje exprés, guiones a menudo aprendidos deprisa y corriendo, extranjeros balbuceando en bengalí. Un popurrí de acentazos variados con dejes de lenguas como francés, español, holandés, italiano, inglés o alemán. En el centro de la imagen aparece la adolescente Sufia, con la que el representante del consejo rural quiere desposarse.Igor G. BarberoEl miembro del consejo (camisa naranja) aparece en la imagen con la adolescente Sufia en el momento de la ceremonia de boda. El poderoso Idrish movió los hilos necesarios para casarse con ella sin importarle el consentimiento del resto de las partes implicadas.Igor G. BarberoLos protagonistas principales de la trama, el miembro del consejo rural Idrish y la adolescente Sufia posan en un momento del rodaje.Igor G. Barbero Mientras un mulá registraba el matrimonio aparecieron sorpresivamente unos agentes de la Policía cargando viejos fusiles. De nada sirvió que el poderoso del pueblo amenazase con transferirlos al distrito más remoto de Bangladesh. Ellos, incorruptibles y enteros, contestaron que le enviarían antes a él a prisión y detuvieron la boda.Igor G. BarberoLa historia acaba con final feliz. La familia de Sufia pide a un joven universitario que se case con su hija para restaurar su honor y este acepta una vez la chica haya cumplido la mayoría de edad. Y como colofón para una historia complicada con final feliz: un baile estilo Bollywood, o mejor dicho Dhallywood, como se conoce a la menos internacional industria cinematográfica bangladesí.Igor G. Barbero"Casi todo el arte aquí gira en torno a la danza y el movimiento. Apenas existen shows televisivos o películas que no incluyan baile. Es una parte intrínseca de su cultura que tiene mucha relación con la India, con la religión (hindú)", dice Monja Mckey, profesora de arte dramático en una escuela internacional de Dacca y que ha ayudado con la preparación de la coreografía.Igor G. BarberoDetrás del fenómeno Ittadi se encuentra Hanif Sanket (Barisal, 1958), un híbrido bangladesí de Andreu Buenafuente y Ramón García, un volcán inquieto, directo y de distancias cortas. Ingeniero de formación, Sanket arreglaba los aires acondicionados de un auditorio cuando un día un periodista de la BBC le animó a visitar un plató de televisión. Allí, su improvisada actuación cautivó de tal manera que poco tiempo después acabó dedicándose primero a la interpretación y después ya arrancó con Ittadi, un programa que lleva en pantalla en la televisión pública de Bangladesh (BTV) casi tres décadas, siempre con altísimas cotas de audiencia pese a la irrupción de los canales privados. Igor G. BarberoIttadi es inclasificable. Es una varieté con música, espectáculo y drama, con canciones rurales, con sketches varios, con reportajes informativos, concurso, viaje a las maravillas del mundo y, desde hace tres lustros, con el apartado en el que participan los extranjeros como uno de los platos estrella. Hanif Sanket lo compara con el extinto late show del aclamado presentador estadounidense David Letterman. Igor G. BarberoEn el programa, el director Sanket trata cada año un tema social. Entre los que ha abordado hasta ahora figuran la corrupción, las disputas de tierras, la gente discapacitada, la escasez de agua potable, el trabajo infantil o problemas relativos a la maternidad. "No me veo haciendo otra cosa. Me encanta mi trabajo", dice.Igor G. Barbero