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9 cosas que la gente con éxito hace los domingos por la noche

La tristeza del final de la semana se puede combatir. Se acabó quedarse quejándose en casa

Los domingos por la tarde son tristes. Esa sensación de desasosiego que acompaña el final de la semana es un sentimiento internacional y, como tal, se ha acuñado un término en inglés para denominarlo: Sunday Night Blues (la tristeza del domingo por la noche). La web de empleo estadounidense Monster.com elaboró una encuesta en la que el 76% de los participantes dijo sentirse “mal” en este momento de la semana. El estudio concluía que quienes experimentaban esta sensación de pesar, probablemente no eran felices con su trabajo, por lo que difícilmente podrían tener éxito en el mismo.

Los fines de semana de los triunfadores

La coach Viki Morandeira, está de acuerdo en vincular tristeza dominguera e insatisfacción con el propio estilo de vida. En su opinión, “las personas exitosas son felices. Pero esto es como el huevo y la gallina, ¿antes de ser exitosas han sido felices? ¿O son felices porque han conseguido sus metas? Desde mi punto de vista, la felicidad es previa al éxito”.

Esa es también la idea del libro Lo que las personas más exitosas hacen en el fin de semana (Portafolio, 2012) de Laura Vanderkam, en el que la autora plantea que, para salir de ese momento depresivo y plantearnos una perspectiva más halagüeña de la semana que empieza, hay que marcarse nuevos objetivos. Su idea es que, para el fin de semana, sería interesante planear una lista de sueños que respondan a la pregunta “¿qué es lo que quiero hacer más a menudo con mi tiempo?”. Sorprendentemente, las soluciones aportadas en su libro por personas que considera exitosas no son nada estrafalarias, sino actividades al alcance de cualquiera: una noche familiar, pasar la tarde con amigos o dedicar este tiempo para disfrutar del yoga.

En cuestiones de invertir el tiempo libre, cada maestrillo tiene su librillo. Por ejemplo, el director de cine Miguel Ángel Lamata comenta que, para él, este momento sirve para atreverse con alguna actividad de riesgo: “No tiene que ser de mucho riesgo, basta con atreverme a ver una película que podría no gustarme, o leer un libro de un autor que se me resista”, ya que, quizás, de ahí nazca una nueva idea o inspiración.

Pinte, hable o monte en bici

Si a usted el domingo por la tarde le devasta tanto que no se le ocurre en qué invertir sus horas, preguntamos a algunos coaches cuáles son las actividades que encuentran motivadoras para hacerle salir de este bucle de tristeza y coger el lunes con más ganas:

Revisar nuestros éxitos: Según Xavi Savin, las personas construimos nuestra autoestima según nuestros recuerdos, así que para reforzarla, en vez de caer en el pesimismo, “debemos esforzarnos en recordar lo que durante la semana nos ha salido bien”. En este sentido, su propuesta es la de hacer una lista de logros en lo profesional (informes, reuniones, ventas, etc.), en lo personal (ratos con amigos, lecturas interesantes) y las tareas de mantenimiento (ir a correr, comer sano, etc.). De este modo, la percepción sobre la semana, se ajustará mucho más a la realidad y no tenderá a recordar solo lo malo".

Recordar los buenos momentos: No todo lo positivo que acontece durante la semana se puede considerar un éxito, sin embargo, el coach insiste en que también es importante hacer balance de los buenos momentos. "Es un buen ejercicio pensar en todas aquellas cosas que han merecido la pena. Quizás sean solo rutinas o pequeños instantes, como ese CD que escucho de camino al trabajo o la serie que he descubierto y me tiene enganchado". La idea es volver a sentir ese momento de felicidad para cambiar el estado de ánimo: “Revive tus buenos momentos y los vivirás dos veces”.

Hacer balance de tareas pendientes: Muchas veces, el problema del domingo es el agobio respecto a todo lo que no nos ha dado tiempo a hacer esa semana. Savin recomienda hacer la siguiente reflexión: “Si son tareas que lleva retrasando mucho tiempo, es probable que se trate de algo con lo que no está comprometido (esa cita postergada que realmente no le apetece tanto), o quizá, algo que no tiene por qué hacer personalmente (pintar el garaje: puede hacerlo un profesional en menos tiempo y posiblemente con mejor resultado)”. La idea es analizar si la razón de haberlas abandonado es que no son tan prioritarias y, por tanto, no deberían ser motivo de angustia.

Salir a la calle: Otro de los problemas de los domingos es que solemos encerrarnos en casa. ¿Y si salimos a dar una vuelta por el campo, o a disfrutar de nuestra ciudad? Para Adelaida Enguix, “caminar y oxigenar el cuerpo hace que se liberen endorfinas en el torrente sanguíneo y, por lo tanto, aumenta el nivel de felicidad, así como la posibilidad de generar ideas exitosas. Si sale solo, escuche su música preferida o un buen programa de radio, seguro que vuelve a casa renovado".

Quedar con familiares y amigos: “De lunes a viernes, solemos pensar en esas personas a las que nos gustaría ver, pero nunca llamamos por falta de tiempo o cansancio. El ritmo de vida que llevamos es muy rápido y eso hace que, con los años, nuestra agenda social se haga cada vez más reducida”. Por ello, Enguix recuerda: “El domingo por la tarde es un buen momento para tener esas charlas pendientes con ese amigo al que echa de menos”.

Practicar su hobby preferido o buscar uno nuevo:  Las últimas horas de la semana pueden ser también el instante que dedicarnos a nosotros mismos. “Puede esperar el domingo con alegría si se organiza para hacer lo que más te gusta. Imagínese qué cambio puede suponer para su vida planificar uno de los días libres para hacer algo que le resulte placentero”, aconseja la coach. Una actividad para disfrutar en soledad como leer, pintar, hacer deporte, cocinar, restaurar muebles o aprender jardinería. Un hobby que ya tengamos, o que nos arriesguemos a investigar.

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