Nueva ola de incendios
Las altas temperaturas y la extrema sequía está propiciando la aparición de numerosos incendios. Urge cambiar la Ley de Montes, que permite recalificar en terrenos calcinados sin que tengan que transcurrir 30 años, como contemplaba la anterior ley. Hay que revisar el Código Penal y endurecer las penas contra los pirómanos y los delitos contra el medio ambiente. Y hay que destinar más dinero a la extinción de incendios forestales. En verano se dobla la vigilancia en las zonas de más riesgo; sin embargo, esto no es suficiente. Si se produce un incendio, no hay forma de pararlo porque el monte está sucio, seco y los cortafuegos no pueden cumplir su función. Por eso es tan importante la prevención. Es más barato a la larga invertir en prevención que destinar medios cuando ya no tiene remedio y el daño ya ha sido causado.— Patricio Simó. Valencia.
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