Orgiástica perdida
Las citas sexuales que más pasiones levantan tanto a sus participantes como a sus aspirantes
Desengáñense; en una orgía no todos follan. Congratúlense; si van a una es fácil que encuentren la horma de su zapato.
Basta que digas que has estado en una orgía para que la mayoría de tus interlocutores te miren como si fueras a follártelos en cualquier momento. Abren mucho los ojos intentando descubrir qué tienes tú que no tengan ellos y después intentan por todos los medios que des detalles de lo que viste e hiciste. Automáticamente te ven como un animal sexual. Una devorahombres que se los zampa chupando sus cabezas como si fueran una gamba. Dan por hecho que nada más entrar en el local o domicilio en el que te citaron, fuiste asaltada por hordas de personas desnudas que te hicieron y con las que hiciste de todo. De todo. En algo tienen razón: una orgía es el paradigma de la libertad sexual. Y del respeto. Esto último pocos lo contemplan.
El concepto "orgía" va acompañado de tanta imaginería y literatura que ríete tú del realismo mágico. La RAE ha sido mucho más comedida al respecto y ni siquiera incluye el sexo en su propia definición. Al menos menciona el origen latino y griego de la palabra y nos remite al dios Baco, el artífice de que los romanos buscaran una excusa para reunirse a beber, comer y follar como si no hubiera un mañana. Seguramente creían que no lo había. El cine las ha incorporado a nuestra imaginería habitual: Calígula de Tinto Brass precisa lo que debieron ser aquellas citas superlativas. Cualquier productor cinematográfico vendería su alma al diablo por conseguir los espectadores que ha tenido esta película. Solo en YouTube ronda los diez millones. Otra de las más famosas es Eyes wide shut (1999) de Stanley Kubrik. Anda que no nos dio morbazo ver a la pareja de moda en semejante tesitura.
Hay tantas orgías como tipos de personas. Para gusto se hicieron los colores. En una orgía hablas con los invitados, los conoces, te seducen y te dejas seducir. Eliges y te eligen. Me he sentido infinitamente más agredida a las cinco de la madrugada en cualquier local de moda que en ninguna orgía. El borracho de turno se cree con la potestad de poder escupirte sus improperios e insistir. ¡Claro que te quiere follar! El desconocido de la orgía intentará tener sexo si le gustas pero respetará y aceptará tu negativa a la primera. Entonces, ¿qué puede pasar en una orgía? A la primera orgía, la mayoría acude hasta con miedo. No es necesario. Nadie va a obligarte a hacer lo que tú no quieras hacer. De hecho, el que se propase, te ofenda, te agreda o simplemente te chulee, será expulsado inmediatamente del local donde tenga lugar la cita. Allí solo puedes pasártelo bien. Contempla la remota posibilidad de terminar en una cama redonda donde haya tantos brazos y piernas que no sepas dónde centrarte. Al fin y al cabo esa es la imagen que tenemos de orgía. Pero siento defraudarte; no es lo más habitual. Disfruta de que te apalanque contra una pared ese que tanto te atrajo para abrirte las piernas y hacerte un maravilloso cunnilingus, al tiempo que alguien se masturba con una mano mientras con la otra te acaricia las tetas. Que sean hombres o mujeres también será cosa tuya, pero contempla la posibilidad de que pueda haber dos machacándosela excitados con la escena sublime de sexo que protagonizas. Alguno de esos, si lo estimas conveniente, puede que tome el relevo de la persona que esté arrodillada con su cabeza entre tus piernas. De ti dependerá lo que hagas y con quién. Y no creas, también puedes regresar a casa más caliente que el asfalto de Georgia sin haber tenido más sexo que el que hayas visto. Mirar y excitarse es otra de las infinitas posibilidades de una orgía e igualmente placentera.
"Una orgía es como un debate político pero diciendo todos la verdad. Miguel Ángel Lamata, guionista y director de cine.
"Quiero. Quiero poner una orgía en mi vida". Lo más importante para adentrarse en el maravilloso mundo de la sexualidad no convencional es tener las cosas claras, se tenga o no pareja. Si se tiene y se quiere vivir la experiencia con esa persona, olvídense de los celos. Por ello es encomiable la labor que Miguel Vagalume, alias La Mosca Cojonera, hace desde Golfxs con principios. Ya nos referimos a ellos cuando hablamos de sexo gomoso porque son responsables de muchas citas de sexualidad no convencional y de sexo en grupo. Pero no se quedan aquí. Su labor también es educativa y psicológica, ayudando a quienes se salen de la norma. A Vagalume le debemos la traducción de Ética Promiscua, el libro de Jossie Easton y Janet W. Hardy indispensable para ejercer de lo que ellas mismas denominan "putones con ética".
Ya lo dice Miguel Ángel Lamata, guionista y director de cine: "Una orgía es como un debate político pero diciendo todos la verdad".
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