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Los fans de los zombies que conquistaron a David Lynch

El sello Death Waltz hizo con bandas sonoras de películas de zombies discos tan bonitos que hoy hasta David Lynch les confía la fabricación de los vinilos de ‘Twin Peaks’

Un éxito de la casa ha sido publicar los ‘scores’ de ‘Regreso al futuro’ (a la izquierda). Esta tercera parte ha sido diseñada por Matt Taylor. A la derecha, la contraportada de ‘Robinson Crusoe on Mars’ (1964), un clásico de la ‘sci-fi’ de serie B con música de Nathan Van Cleave.
Un éxito de la casa ha sido publicar los ‘scores’ de ‘Regreso al futuro’ (a la izquierda). Esta tercera parte ha sido diseñada por Matt Taylor. A la derecha, la contraportada de ‘Robinson Crusoe on Mars’ (1964), un clásico de la ‘sci-fi’ de serie B con música de Nathan Van Cleave.

Spencer Hickman sabe de discos. Fue director de la tienda más famosa de Londres, Rough Trade East. Después, coordinador de la sección británica del Record Store Day, el único día del año en el que esos comercios tienen colas. Pero además es fan de las películas de Serie B de los setenta, filmes llenos de violencia gratuita, guiones infames, caracterizaciones zarrapastrosas y bandas sonoras entre lo electrónico y lo orquestal, creadas por compositores apurados por el tiempo, que suplían la falta de medios con imaginación. Esas músicas, hoy admiradas, habían sido despreciadas. Tratados como el residuo de un subproducto, los discos, de existir, eran ediciones cutres, publicadas sin cuidado.

Frank Ilfman compuso la banda sonora del thriller israelí ‘Big bad wolves’ (2014). A la izquierda, la portada de los australianos WBYK. A la derecha, el vinilo de 180 gramos de ‘Synchronicity’ (2015).
Frank Ilfman compuso la banda sonora del thriller israelí ‘Big bad wolves’ (2014). A la izquierda, la portada de los australianos WBYK. A la derecha, el vinilo de 180 gramos de ‘Synchronicity’ (2015).

Hickman fundó Death Waltz Records en 2011 para cambiar eso. Su primer lanzamiento fue Zombie flesh eaters, una película italiana de 1979 con las mismas pretensiones artísticas que un ficus de plástico, pero cuyo score, de Fabio Frizzi, está para muchos a la altura de los de Morricone. Death Waltz lo trató así. Nada de una edición de baratillo dentro de una carpeta fea. Buscó el máster original, encargó un nuevo envoltorio y notas interiores. Las mil copias en vinilo volaron. Entre sus clientes había coleccionistas, aficionados a las bandas sonoras, a la electrónica y hasta productores de hip hop que encontraron un filón para samplear. En poco tiempo, los lanzamientos de la discográfica lograron una resonancia inédita Por ejemplo, el actual renacimiento del director John Carpenter como músico electrónico no se entendería sin las ediciones de Death Waltz de las bandas sonoras que compuso para Viven o Asalto en la comisaría del distrito 13.

A la izquierda, la reedición de la BSO de ‘Twin Peaks’ de Angelo Baladamenti que se ha hecho esperar 25 años. El diseño, autorizado por Lynch, es del estadounidense Sam’s Myth. A la derecha, ‘Law unit’, de Umberto & Antoni Maiovvi, primer álbum del sello sin película.
A la izquierda, la reedición de la BSO de ‘Twin Peaks’ de Angelo Baladamenti que se ha hecho esperar 25 años. El diseño, autorizado por Lynch, es del estadounidense Sam’s Myth. A la derecha, ‘Law unit’, de Umberto & Antoni Maiovvi, primer álbum del sello sin película.

Hoy, fusionados con la estadounidense Mondo, han ampliado su rango. Publican bandas sonoras de clásicos del cine fantástico, como El planeta de los simios, y de filmes practicamente desconocidos, Robinson Crusoe on Mars, pero también de series de televisión como Espacio 1999.

Su gran lanzamiento de este año ha sido la banda sonora de Twin Peaks, que llevaba 25 años sin editarse en versión vinilo porque conseguir la aprobación de David Lynch es casi como encontrar el Santo Grial. Lo lograron y anuncian que pronto llegará también la reedición de la música de Fuego camina conmigo, la precuela cinematográfica de la serie. Pero además han dejado de ser un sello de reediciones fabricando discos de películas de estreno, se han pasado al mundo de los taquillazos con Regreso al futuro e incluso han editado Law unit, de Maiovvi & Umberto, dos músicos que han creado la banda sonora de una horror movie que no existe. Al menos de momento

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