7 fotosSiete formas de vencer el sopor en la oficina (sin siesta, drogas ni más café)Hay maneras de despejarse y sentirse descansado en esos momentos de la jornada en que se nos hace un mundo seguir adelanteÁngeles Gómez López09 feb 2017 - 12:06CETWhatsappFacebookTwitterLinkedinBlueskyCopiar enlaceAsociamos el rojo a peligro, riesgo o fallos, pero este color puede suponer un 'chute' de motivación que puede hacer que se trabaje de forma más precisa. Un grupo de investigadores de la Universidad de British Columbia (Canadá) realizó una serie de pruebas basadas en palabras e imágenes sobre fondos rojos, azules o neutros a 600 personas y comprobaron que los individuos del grupo del rojo tenían mejores resultados en las pruebas de memoria y atención al detalle (recordar palabras o comprobar la ortografía) mientras que los que trabajaron en el azul ganaban en creatividad.No está bien visto en muchos ambientes, aunque quizá es menos malo que el espectáculo de alguien dando cabezadas (con el consiguiente riesgo para su integridad cervical) presa de un súbito sopor. Científicos de la Universidad de Coventry (Reino Unido) han verificado que masticar chicle reduce la somnolencia. “Su efecto alertizante es común a toda actividad que implique activar los músculos maseteros", aclara Diego García Borreguero, director del Instituto de Investigaciones del Sueño. “Los nervios que inervan estos dos músculos tienen su origen en el tronco del encéfalo, y están fuertemente asociados al Sistema Reticular Activador ascendente, que es la principal estructura cerebral encargada de mantenernos despiertos”, explica. Así pues, ese efecto estimulante no es exclusivo del chicle, y lo tienen otras actividades que impliquen a los músculos maseteros, como es comer pipas.Una buena postura, erguida, con la espalda bien apoyada, la mirada al frente, no es solo una cuestión de gallardía ni de salud (prevenir dolores en articulaciones o en el estómago), también de energía. The New York Times recuerda un estudio de la Universidad de San Francisco (EE UU) que concluye que los alumnos que caminan con la espalda encorvada tienen menos energía. Además, mantener una postura erguida contribuye a mantener una actitud positiva y tener más autoconfianza, según concluye un trabajo liderado por el psicólogo Pablo Briñol y publicado en el European Journal of Social Psychology.Los niños pequeños suelen balancear los brazos cuando se paran a pensar una respuesta o qué es lo que tienen que hacer. Es buena idea imitarlos, puesto que ese movimiento puede ayudar a resolver un problema. Un estudio dirigido por el profesor de psicología de la Universidad de Illinois (EE UU), Alejandro Llera, ha demostrado que "la forma de pensar está influida por el cuerpo y, de hecho, podemos utilizar el cuerpo para ayudarnos a pensar”.¿Atascado en un problema? Parar y dedicar unos minutos a hacer otra cosa le puede ayudar a abrir la mente. “Pero no se trata de parar sin más", advierte el Francisco José Puertas, psicólogo clínico y director de La Escuela Mindfulness, "lo que hay que hacer es fijar la atención en algo: una parte de nuestro cuerpo, un objeto o contemplar un color por la ventana nos relaja y despeja". O algo todavía más sencillo: “Ir a por un vaso de agua, cerrar los ojos, y beberlo con plena atención”.Si ya ha bebido demasiado café pero le sigue apeteciendo una bebida caliente, no se pase al té: una taza tiene unos 50 mg de cafeína. La solución puede ser una infusión de romero: “Esta planta está considerada como el ginseng mediterráneo, por lo que conviene incluirlo en la preparación de los alimentos, además de en infusión”, recomienda la nutricionista Patricia Escribano, del Servicio de Promoción de la Salud de Sanitas. La jalea real o el ginseng también aportan un plus energético rápido.A estas alturas sobra enumerar los beneficios que tiene para la salud salir a caminar. Un estudio de la Universidad de Georgia (EE UU) asegura que realizar ejercicio de baja intensidad, como caminar, reduce significativamente la fatiga. Otra investigación, de la Universidad de Sao Paulo (Brasil), indica que practicar algo de ejercicio (como andar, o estirarse) es más útil para despertarse en los momentos de cansancio que los descansos pasivos.