Laura Biagiotti, ‘la reina del cachemir’, muere en Roma a los 73 años

La diseñadora italiana Laura Biagiotti, de 73 años, conocida como la reina del cachemir, ha fallecido en la madrugada de este viernes en el hospital Sant'Andrea de Roma, donde fue ingresada el miércoles pasado con un grave daño cerebral consecuencia del paro cardíaco, según ha confirmado su familia.

Nacida en Roma en agosto 1943, Biagiotti se ha caracterizado durante buena parte de su vida profesional por el uso del cachemir en sus prendas para generar en el consumidor una sensación extremadamente agradable. De ahí el apodo de "la reina del cachemir" que le puso The New York Times.

Estudió arqueología cristiana en la Universidad de La Sapienza de Roma, pero su pasión por la moda le venía de familia: su madre, Delia Soldaini Biagiotti, se convirtió en los años sesenta en un verdadero icono de la moda italiana con su taller de costura fundado en la calle Salaria de Roma.

"El amor por el arte me lo infundió mi padre desde la infancia. Cuando decidí dejar de lado el estudio de las catacumbas paleocristianas para dedicarme a la moda, ese bagaje ya estaba en mí", dijo en 2014 cuando presentaba su perfume llamado Roma, cuyo frasco recuerda la orgullosa arquitectura del Panteón o la majestuosidad de la columnata de San Pedro.

Laura Biagiotti no tardó en seguir los pasos de su madre y fue mucho más allá pues consiguió darle un aire nuevo a sus colecciones e impulsarlas más allá de las fronteras transalpinas. La saga continúa con Lavinia, hija de Laura, quien se encontraba a su lado en el momento del óbito.

La ahora fallecida fue la primera diseñadora italiana en desfilar en Pekín en 1988, unos años en los que China era un mercado por descubrir. Menos de una década después, en 1995, presentó una colección el Gran Teatro de Moscú. El pasado año, Laura Biagiotti celebró 50 años de carrera en la moda.

En su faceta de mecenas,  hizo posible la recuperación de la escalinata que sube hasta la plaza del Campidoglio diseñada por Miguel Ángel y también de las fuentes gemelas de la Plaza Farnese.